EE.UU. no afloja con el bloqueo a Cuba

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El gobierno de EE.UU. defendió la política de bloqueo económico a Cuba como una “importante” herramienta para “espolear” el cambio en la isla, en contraposición a una encuesta favorable a normalizar las relaciones.

“Creemos que el embargo proporciona un importante recurso para espolear más cambios positivos en la isla, así que vemos su continua aplicación como supeditada al ritmo y la naturaleza de esos cambios”, dijo una portavoz del Departamento de Estado en respuesta a declaraciones del exgobernador de Florida Charlie Crist de abandonar esa política y a una encuesta en la que el 56% de los norteamericanos pide normalizar relaciones.

 

Agregó, citada por la agencia EFE, que “el embargo representa un sólo aspecto de la política de Estados Unidos hacia Cuba, cuyo objetivo general es alentar un entorno más abierto en Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales”, agregó.

  

La portavoz reaccionó así, aunque no casualmente bajo anonimato, a los recientes comentarios de Crist, que esta semana pidió el fin del embargo de Washington contra Cuba, y a una encuesta a nivel nacional publicada ayer martes por el centro de pensamiento bipartidista Atlantic Council, según la cual un 56% de los estadounidenses apoya la normalización de las relaciones de su país con la isla.

  

Más sorprendentemente aún, en Florida, el núcleo del exilio cubano y tradicional bastión del anticastrismo, la cifra de personas favorables a una “normalización de las relaciones” llega al 63%, según ese estudio.

 

Por otra parte el senador demócrata Patrick Leahy, destacó que “es hora de cambiar de rumbo, es hora de modernizar nuestra política hacia Cuba”, porque la mecánica del embargo “en vez de aislar a Cuba nos ha aislado a nosotros frente a América Latina”.

 

La opinión del senador se produce dos semanas después de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en la que se reunieron en La Habana, bajo la presidencia pro témpore de Cuba, todos los países de la región, con la sola exclusión de Estados Unidos y Canadá.

  

La reunión, a la que también asistió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, organismo que por primera vez se hace presente en Cuba después de su expulsión en 1962 por presión de Estados Unidos, menciona en su declaración final el derecho soberano de cada país a establecer su sistema político.

  

Al presentar la encuesta, el presidente del Atlantic Council destacó que “los dos lados (demócratas y republicanos) están listos para un cambio de política”, según reportó la agencia DPA, y en el mismo sentido se expresó el senador republicano Jeff Flake, quien subrayó la importancia del dato del estudio sobre Florida.

  

Tal vez por eso, la vocera del Departamento de Estado aclaró que el hecho de que el gobierno considere necesario mantener el bloqueo “no significa que su política hacia Cuba sea estática”.

  

“La administración (del presidente Barack Obama) ha dado pasos para mejorar las condiciones de los ciudadanos cubanos a través de un aumento del flujo de información, recursos y asistencia humanitaria a Cuba”, indicó.

  

Con los cambios de regulación emprendidos en 2009, Estados Unidos “expandió el rango de donaciones humanitarias que pueden exportarse a través de licencias concedidas de manera excepcional”, lo que convierte al país en “el mayor proveedor de ayuda humanitaria al pueblo cubano”, afirmó.

  

El Congreso estadounidense es el que tiene la facultad de derogar el embargo, reforzado en 1996 con la conocida como Ley Helms-Burton, que sanciona a terceros países que comercian con La Habana, pero el gobierno de Obama mantiene que su apoyo a la eliminación de esa medida estará condicionado a que el Ejecutivo cubano acometa “cambios” que, a su juicio, todavía no se han dado.

  

Cuba sigue declarándose socialista, pero con las actualizaciones que impulsa desde 2010 para hacerlo más viable con el desarrollo de un importante sector privado cuentapropista, y la entrega de miles de hectáreas de tierra en usufructo a campesinos asociados a cooperativas independientes del Estado, para reducir el alto costo que paga por importación de alimentos, entre otros cambios.

  

Además, el gobierno cubano liberalizó su política migratoria, facilitando los viajes al exterior y desde otros países, sin permisos o invitaciones especiales.

  

 

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