Terminator contra los mayores fondos jubilatorios del mundo

CalPers es el mayor fondo de su tipo en el mundo y administra unos US$ 180.000 millones, a los cuales pueden añadirse los 120.000 millones de CalTrs (o sea California teachers). La dupla es famosa por las guerras que ha librado –en calidad de accionista- contra empresas proclives a maniobras contables y corrupción o ejecutivos que cobran fortunas no merecidas. Entre algunas de sus “víctimas” figura Michael Eisner, el autocráta de Disney a punto de marcharse.

Ante CalPers-CalTrs se yergue el poderoso y carismático gobernador, a quien no le gustan los embates contra gente de su propio negocio. Por ejemplo, Eisner o Rupert Murdoch.. Arguyendo los desmedidos gastos de administraciones anteriores, que llevaron California al borde de la quiebra (es la quinta economía del mundo), Schwarzenegger quiere reformar el sistema que garante prestaciones previsionales mínimas móviles a los empleados públicos.

Son más de dos millones de personas, entre trabajadores, familiares y jubilados), cuyos aportes y los del gobierno se traducen en los US$ 300.000 millones que manejan ambas administradoras. A diferencia de los sistemas de reparto convencionales, los fondos abonan jubilaciones y pensiones basadas en el último salario percibido, independientemente de cómo rindan sus colocaciones financieras. Es como una mezcla entre sistema de reparto y sistema de capitalización.

El problema es que, en la actualidad, ambos fondos muestran desequilibrios financieros. La alternativa es entre una rebaja de prestaciones (pensiones, jubilaciones) o un aumento de aportes patronales, o sea del estado californiano. Esta opción, sostiene el gobierno local, equivale a mayores impuestos para el conjunto de la población.

Schwarzenegger y quienes lo asesoran tienen un proyecto bastante drástico. Consiste en instituir fondos individuales, que definan los aportes (mitad de los trabajadores, mitad del estado), pero cuya renta dependa de los ahorros acumulados e invertidos según decidan los propios beneficiarios. En este punto, el esquema es opuesto al argentino, donde los aportantes no tienen voz ni voto. Contra el gobernador se han levantado Filippos Angelidis, secretario de Hacienda y demócrata de alma, más los influyentes sindicatos que financiaron su campaña (la Tesorería es cargo electivo).

Sabiendo que el griego aspira a sucederlo en Sacramento, el austríaco amenaza con un plebiscito, en caso de que la legislatura no apruebe su iniciativa, que será incluida en el próximo proyecto de presupuesto. Como el de 2006 ya pasó –los ejercicios fiscales estadounidenses van de octubre a septiembre-, la innovación queda para 2007. Pero la guerra ya empezó y, curiosamente, la casa Blanca la mira de afuera. ¿Por qué? Porque, si sus aliados logran pasar una enmienda que le permita aspirar a presidente sin ser norteamericano nativo, Terminator se presentará en 2008. O sea, sería rival potencial de Rodolfo Giuliani y Condoleezza Rice.

CalPers es el mayor fondo de su tipo en el mundo y administra unos US$ 180.000 millones, a los cuales pueden añadirse los 120.000 millones de CalTrs (o sea California teachers). La dupla es famosa por las guerras que ha librado –en calidad de accionista- contra empresas proclives a maniobras contables y corrupción o ejecutivos que cobran fortunas no merecidas. Entre algunas de sus “víctimas” figura Michael Eisner, el autocráta de Disney a punto de marcharse.

Ante CalPers-CalTrs se yergue el poderoso y carismático gobernador, a quien no le gustan los embates contra gente de su propio negocio. Por ejemplo, Eisner o Rupert Murdoch.. Arguyendo los desmedidos gastos de administraciones anteriores, que llevaron California al borde de la quiebra (es la quinta economía del mundo), Schwarzenegger quiere reformar el sistema que garante prestaciones previsionales mínimas móviles a los empleados públicos.

Son más de dos millones de personas, entre trabajadores, familiares y jubilados), cuyos aportes y los del gobierno se traducen en los US$ 300.000 millones que manejan ambas administradoras. A diferencia de los sistemas de reparto convencionales, los fondos abonan jubilaciones y pensiones basadas en el último salario percibido, independientemente de cómo rindan sus colocaciones financieras. Es como una mezcla entre sistema de reparto y sistema de capitalización.

El problema es que, en la actualidad, ambos fondos muestran desequilibrios financieros. La alternativa es entre una rebaja de prestaciones (pensiones, jubilaciones) o un aumento de aportes patronales, o sea del estado californiano. Esta opción, sostiene el gobierno local, equivale a mayores impuestos para el conjunto de la población.

Schwarzenegger y quienes lo asesoran tienen un proyecto bastante drástico. Consiste en instituir fondos individuales, que definan los aportes (mitad de los trabajadores, mitad del estado), pero cuya renta dependa de los ahorros acumulados e invertidos según decidan los propios beneficiarios. En este punto, el esquema es opuesto al argentino, donde los aportantes no tienen voz ni voto. Contra el gobernador se han levantado Filippos Angelidis, secretario de Hacienda y demócrata de alma, más los influyentes sindicatos que financiaron su campaña (la Tesorería es cargo electivo).

Sabiendo que el griego aspira a sucederlo en Sacramento, el austríaco amenaza con un plebiscito, en caso de que la legislatura no apruebe su iniciativa, que será incluida en el próximo proyecto de presupuesto. Como el de 2006 ya pasó –los ejercicios fiscales estadounidenses van de octubre a septiembre-, la innovación queda para 2007. Pero la guerra ya empezó y, curiosamente, la casa Blanca la mira de afuera. ¿Por qué? Porque, si sus aliados logran pasar una enmienda que le permita aspirar a presidente sin ser norteamericano nativo, Terminator se presentará en 2008. O sea, sería rival potencial de Rodolfo Giuliani y Condoleezza Rice.