Supercumbre: agitado comienzo en Bruselas
A no forjarse ilusiones, la situación es gravísima, advertía Jose Manuel Durâo Barroso, mientras Mario Monti proponía un eurobono. Angela Merkel cayó en las encuestas al peor nivel en cinco años: 36% y Nicolas Sarkozy voló rumbo a Berlín.
<p>Las últimas horas previas a la supercumbre no eran propicias. Por de pronto, el encuentro no abarca los veintisiete jefes de estado o gobierno de la Unión Europea. Se reduce a los diecisiete de la Eurozona. En realidad, son dieciséis, porque Grecia será mera observadora.<br />
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En ese contexto, las salidas posibles son varias y ninguna cuenta con un respaldo claramente mayoritario. Por ejemplo, Alemania desea que los tenedores privados de bonos soberanos helenos los canjeen por nuevos títulos con siete años adicionales de plazo. <br />
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A su vez, Francia propone que, al momento de vencer esos papeles decenales, los inversores –en realidad, grandes bancos- los recoloquen en nuevas obligaciones, sin tener en cuenta a las agencias calificadoras ni al Banco Central Europeo. A criterio de ambas instancias, eso sería un cese selectivo de pagos estilo argentino.<br />
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Una recompra lisa y llana reduciría el volumen de la deuda pública griega, hoy 150% del producto bruto interno. Otra variante plantea que la recompra la efectúe Atenas con dinero del fondo europeo de estabilidad financiera (FEEF), pero con desagio. Por supuesto, seguiría implicando un desagio parcial, esta vez contra la opinión germana.<br />
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En diferente plano, París sugiere aplicar una sobretasa extraordinaria a los bancos de la Eurozona. Esto conformará a Merkel y su exigencia de que el sector privado colabore con el segundo rescate (€ 110.000 millones, 2012/14). Los banqueros, claro, son reacios a esta salida. “política”.<br />
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Si se apelase a una reestructuración, Grecia renunciaría unilateralmente a reembolsar parte de la deuda, lo cual remite de nuevo al caso argentino de 2001/3. Esto lo rechazan varios gobiernos, pues temen que, inmediatamente después, los mercados especulativos ataquen a Italia, España, Irlanda, Estonia, Hungría, etc. En lo tocante a eurobonos. Berlín sospecha que el mecanismo colectivizará riesgos en desmedro de sus títulos, que pagan intereses más bajos.</p>
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