El ministro del Interior, Federico Storani, inició ayer la ronda de contactos necesarios para viabilizar el dialogo social que reclaman tanto el gobierno, como los restantes sectores de la sociedad. El problema parece consistir en la discusión sobre las cuotas de poder político que están en juego. Fernando de la Rúa aspira a reivindicar el espaldarazo que significó la votación que lo llevó al poder para gobernar con amplitud estratégica.
El Justicialismo, por su parte, coloca límites permanentes al PE, demostrando que tiene sus bastiones en el Senado y en los 14 gobernadores, en especial los de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Su lógica apunta a sostener que ,si el poder está compartido, también deben serlo las decisiones que influyan en la vida del conjunto de la sociedad.
No es fácil la tarea para Storani, ni para su secretario de Asuntos Políticos, Carlos Becerra, que lo acompañó en la víspera. Porque, por iniciativa de Ramón Puerta, se reunieron con él los gobernadores de Salta, Juan Carlos Romero; de San Luis Adolfo Rodríguez Sáa y de Santa Cruz, Néstor Kirscner, para dejar en claro que el peronismo aún no ha definido quién discutirá con el gobierno en el ámbito institucional y en lo político. Los mandatarios provinciales parecen dispuestos a reivindicar su cuota de poder en todos los niveles.
Sobre esta realidad transitaba, pues, el diálogo de Storani con sus visitantes, Rubén Marín, Eduardo Bauzá, Augusto Alasino, Humberto Roggero y César Arias. El ministro derivó a la decisión presidencial cualquier tratamiento de los temas económicos que le fueron planteados. Reclamó que el gobierno anterior asuma su parte de responsabilidad en la crisis socio-económica que vive el país.
La delegación visitante, a su vez, ofreció una tregua limitada en los temas conflictivos y prometió mediar ante el Senado para lograr la sanción de las leyes que el PE reclama con insistencia.
En la semana entrante, ya a nivel Presidencial, el diálogo promete tomar una dinámica mayor. El martes por la mañana Fernando de la Rúa recibirá a la jefatura del bloque justicialista de diputados, con Humberto Roggero a la cabeza. Al día siguiente lo hará con la bancada mayoritaria del Senado, presidida por su titular, Augusto Alasino.
Se estima probable que el próximo encuentro, encabezado por Storani y el presidente de la UCR, Raul Alfonsín , se concretaría a fines de esa semana.
El ministro del Interior, Federico Storani, inició ayer la ronda de contactos necesarios para viabilizar el dialogo social que reclaman tanto el gobierno, como los restantes sectores de la sociedad. El problema parece consistir en la discusión sobre las cuotas de poder político que están en juego. Fernando de la Rúa aspira a reivindicar el espaldarazo que significó la votación que lo llevó al poder para gobernar con amplitud estratégica.
El Justicialismo, por su parte, coloca límites permanentes al PE, demostrando que tiene sus bastiones en el Senado y en los 14 gobernadores, en especial los de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Su lógica apunta a sostener que ,si el poder está compartido, también deben serlo las decisiones que influyan en la vida del conjunto de la sociedad.
No es fácil la tarea para Storani, ni para su secretario de Asuntos Políticos, Carlos Becerra, que lo acompañó en la víspera. Porque, por iniciativa de Ramón Puerta, se reunieron con él los gobernadores de Salta, Juan Carlos Romero; de San Luis Adolfo Rodríguez Sáa y de Santa Cruz, Néstor Kirscner, para dejar en claro que el peronismo aún no ha definido quién discutirá con el gobierno en el ámbito institucional y en lo político. Los mandatarios provinciales parecen dispuestos a reivindicar su cuota de poder en todos los niveles.
Sobre esta realidad transitaba, pues, el diálogo de Storani con sus visitantes, Rubén Marín, Eduardo Bauzá, Augusto Alasino, Humberto Roggero y César Arias. El ministro derivó a la decisión presidencial cualquier tratamiento de los temas económicos que le fueron planteados. Reclamó que el gobierno anterior asuma su parte de responsabilidad en la crisis socio-económica que vive el país.
La delegación visitante, a su vez, ofreció una tregua limitada en los temas conflictivos y prometió mediar ante el Senado para lograr la sanción de las leyes que el PE reclama con insistencia.
En la semana entrante, ya a nivel Presidencial, el diálogo promete tomar una dinámica mayor. El martes por la mañana Fernando de la Rúa recibirá a la jefatura del bloque justicialista de diputados, con Humberto Roggero a la cabeza. Al día siguiente lo hará con la bancada mayoritaria del Senado, presidida por su titular, Augusto Alasino.
Se estima probable que el próximo encuentro, encabezado por Storani y el presidente de la UCR, Raul Alfonsín , se concretaría a fines de esa semana.
