Señales de diálogo entre Obama y Miedvyédiev

Este domingo, es posible que la primera reunión gire sobre dos temas: un escudo espacial común y la política hacia Irán. En el primer caso, la Organización del Tratado Noratlántico tal vez deba abandonar sus obsesiones en Europa oriental.

5 julio, 2009

<p>&ldquo;Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia exigen otro punto de partida&rdquo;, sostuvo el s&aacute;bado el presidente Dimitri Miedvy&eacute;diev en declaraciones a medios de Europa occidental. &ldquo;Debemos limitar armamentos estrat&eacute;gicos y escudos defensivos, en un marco de soluciones razonables y moderaci&oacute;n&rdquo;.<br />
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En lo atinente al plan nuclear iran&iacute;, &ldquo;no creemos sensato insistir con m&aacute;s sanciones que despu&eacute;s no se materializan&rdquo;. Volviendo al escudo espacial y marcando diferencias con el primer ministro Vlady&iacute;mir Putin, el presidente ruso propondr&aacute; &ldquo;un sistema defensivo antiproyectiles de alcance global&rdquo;. Particularmente ante los desbordes norcoreanos.<br />
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Miedvy&eacute;diev contrasta las estrechas relaciones personales entre los gobiernos de Putin y George W.Bush, que no se proyectaban en el plano pol&iacute;tico. &ldquo;Ahora es diferente. Ya he discutido telef&oacute;nicamente con Barack Obama la reducci&oacute;n de arsenales ofensivos&rdquo;. Al parece, ambos mandatarios diferencian claramente entre Ir&aacute;n &ndash;una potencia petrolera con 70 millones de habitantes que vive una crisis interna- y Norcorea, un estado donde imperan el hambre y un r&eacute;gimen controlado por militares, como Birmania.<br />
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Algunos funcionarios no descartan que, despu&eacute;s de las actuales tratativas, se haga un encuentro tripartito EE.UU.-Rusia-China para afrontar los riesgos b&eacute;licos. En especial, la continua lluvia de proyectiles norcoreanos sobre el mar del Jap&oacute;n. En cuanto al escudo de la OTAN, Mosc&uacute; objeta los gestos antirrusos de Polonia y la Rep&uacute;blica Checa, que tampoco caen bien en Bruselas. El cuadro es inquietante: 13.000 ojivas nucleares moscovitas &ndash;algunas en Kaliningrado, cu&ntilde;a rusa entre Polonia y Lituania- frente a 9.500 norteamericanas.</p>
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