<p>Consecuencia: los ataques especulativos ya no son contra Irlanda o Portugal, sino también contra Italia y España. Y ahora también contra Francia.<br />
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La economía está cada vez más lenta y los mercados bursátiles se desploman. El fantasma de la reciente crisis de 2008 se corporiza otra vez.<br />
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El debate agrupa dos tipos de argumentos.<br />
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Uno, dice que los riesgos son todavía bajos porque el sistema financiero está sano y no hay sorpresas o problemas ocultos en esta oportunidad. El segundo sostiene que es muy posible ingresar en una nueva recesión si la clase política mundial no es capaz de tranquilizar a los inversionistas y de controlar las principales amenazas a la economía. <br />
El problema central es el mismo que hace tres años. Parece que no es una crisis de liquidez, sino de solvencia. La deuda de la mayoría de las economías desarrolladas es de tal magnitud que no es fácil pagarla (en algunos casos, parece que será misión imposible).<br />
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En aquel momento lo que inquietaba eran las burbujas inmobiliarias, las deudas hipotecarias, el sobreendeudamiento de los ciudadanos. Ahora lo que puede precipitarnos en nuevas profundidades es la dimensión de la deuda pública, contraída por los estados que facilitaron dinero para salvar bancos y rescatar a sus pobladores. <br />
Todos los ojos están puestos en los precios de las acciones y en cómo evolucionan. Pero los expertos miran para otro lado: el nerviosismo en los mercados de crédito europeos que financian el día de la economía, y comienzan a mostrar signos de agotamiento.<br />
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En verdad, la crisis de 2008 comenzó en Estados Unidos. Esta vez, parece que el disparador está en Europa. Lo que campea sobre el escenario y lo complica, es un inmenso temor a lo desconocido.<br />
Los bancos europeos tienen los cofres llenos de bonos de la deuda pública de Grecia, de Irlanda, de Portugal, de España y de Italia.<br />
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Los inversionistas preferirían creer – como lo hace un grupo de analistas del mercado- que no se trata de otra depresión sino de una gigantesca corrección del mercado.</p>
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Se debate qué clase de crisis enfrenta el mundo
Hay una crisis de liderazgo político en Europa y en Estados Unidos que complica el escenario. Las grandes economías están endeudadas después del esfuerzo realizado para paliar la situación en 2008 y 2009. Toda Europa hizo un papelón tratando de encontrar sin convicción- una salida a la crisis griega (derivada, además, de un gobierno que falsificó sus estadísticas).