Se cayó la imagen del gobierno
La administración aliancista sufre por el escándalo del Senado. Una encuesta revela que la mayoría de la gente cree que existieron sobornos y que esta práctica es común en la Argentina.
La caída de la imagen del gobierno argentino y un descrédito, casi generalizado, hacia la clase política del país, son los elementos que, según una encuesta, expresan el descontento de la mayoría de la ciudadanía por el presunto pago de sobornos en el Senado.
Según el estudio, realizado por la consultora Gallup y publicado por el diario La Nación, 83% de los consultados calificó como “negativa” o “regular” la gestión del gobierno presidido por Fernando de la Rúa y sólo 14% la valoró como positiva.
El estudio de Gallup muestra, además, que 85% de los consultados está convencido de que se pagaron sobornos a senadores de la Alianza y del Partido Justicialista, para votar a favor del proyecto de ley de la reforma laboral.
Un porcentaje similar sostiene que el pago ilegal de dinero es una práctica común en la política argentina.
El sondeo también permitió observar que las cifras actuales contrastan con la encuesta hecha por la misma empresa en julio último, antes de que estallara el escándalo por los presuntos sobornos en el Senado, cuando 30% de los entrevistados consideró “positiva” la labor gubernamental.
En ese entonces, los disconformes con la gestión del gobierno, a la que calificaron como “negativa” o “regular”, sumaban 63%, 20 puntos menos que en este estudio.
El caso de los presuntos sobornos para que los senadores votaran a favor de una ley impulsada por el gobierno se ha transformado en un verdadero escándalo que sacude, con la fuerza al Congreso y a la mayoría de la clase política argentina.
Incluso en el interior mismo del gobierno aun no hay una única idea acerca del modo en que se resolverá la crisis, pues el presidente De la Rúa sostiene que el caso debe ser dilucidado por la justicia, pero el vicepresidente, Carlos Alvarez, brega por la inmediata remoción o renuncia de todos los senadores.
48% de los consultados por Gallup se alineó detrás de la postura del vicepresidente Alvarez, mientras 43% coincide con el Jefe de Estado en que es necesario que el caso quede en manos de la justicia.
El escándalo puso en el centro de la tormenta a miembros del gabinete de ministros de De la Rúa y también forzó cambios en la jefatura de los bloques parlamentarios de la Alianza y del peronismo.
La caída de la imagen del gobierno argentino y un descrédito, casi generalizado, hacia la clase política del país, son los elementos que, según una encuesta, expresan el descontento de la mayoría de la ciudadanía por el presunto pago de sobornos en el Senado.
Según el estudio, realizado por la consultora Gallup y publicado por el diario La Nación, 83% de los consultados calificó como “negativa” o “regular” la gestión del gobierno presidido por Fernando de la Rúa y sólo 14% la valoró como positiva.
El estudio de Gallup muestra, además, que 85% de los consultados está convencido de que se pagaron sobornos a senadores de la Alianza y del Partido Justicialista, para votar a favor del proyecto de ley de la reforma laboral.
Un porcentaje similar sostiene que el pago ilegal de dinero es una práctica común en la política argentina.
El sondeo también permitió observar que las cifras actuales contrastan con la encuesta hecha por la misma empresa en julio último, antes de que estallara el escándalo por los presuntos sobornos en el Senado, cuando 30% de los entrevistados consideró “positiva” la labor gubernamental.
En ese entonces, los disconformes con la gestión del gobierno, a la que calificaron como “negativa” o “regular”, sumaban 63%, 20 puntos menos que en este estudio.
El caso de los presuntos sobornos para que los senadores votaran a favor de una ley impulsada por el gobierno se ha transformado en un verdadero escándalo que sacude, con la fuerza al Congreso y a la mayoría de la clase política argentina.
Incluso en el interior mismo del gobierno aun no hay una única idea acerca del modo en que se resolverá la crisis, pues el presidente De la Rúa sostiene que el caso debe ser dilucidado por la justicia, pero el vicepresidente, Carlos Alvarez, brega por la inmediata remoción o renuncia de todos los senadores.
48% de los consultados por Gallup se alineó detrás de la postura del vicepresidente Alvarez, mientras 43% coincide con el Jefe de Estado en que es necesario que el caso quede en manos de la justicia.
El escándalo puso en el centro de la tormenta a miembros del gabinete de ministros de De la Rúa y también forzó cambios en la jefatura de los bloques parlamentarios de la Alianza y del peronismo.
