Hasta ahora viceprimer ministro, el candidato oficial para las próximas elecciones (se celebran en marzo) es visto como un negociador. Por supuesto, no fue presentado por Putin, sino por el partido Rusia Unida y una coalición. La misma que controla la Dumá desde los recientes comicios.
El presidente recordó que había conocido a Medyédyev por más de diecisiete años. Hacia 1990, en efecto, ambos formaban parte del grupo que controlaba el KGB –comité estatal de seguridad- de santa Petersburgo. La movida de Putin es hábil: ha propuesto a un político respetado por la propia oposición.
Por otra parte, su nombramiento cayó bien en Occidente y Asia oriental. En Bruselas y Berlín, por ejemplo, se lo considera sensible a la empresa privada y los mercados. Otro paralelo con la ya presidente Cristina Kirchner. Natiralmente, la oposición sostuvo que se trata de “una escandalosa imposición a dedo”.
El ajedrecista Garry Kaspárov calificó el procedimiento como “una forma de delfinazgo no prevista en la constitución”. Se equivocaba, pues –en la Francia monárquica- Delfín era el príncipe heredero, vale decir el futuro rey, no el títere del rey actual. Igual acepción tenía el término “tsaryévich” hasta 1917. Medvyédyev es todavía más joven que Putin: tiene 42 años.
Hasta ahora viceprimer ministro, el candidato oficial para las próximas elecciones (se celebran en marzo) es visto como un negociador. Por supuesto, no fue presentado por Putin, sino por el partido Rusia Unida y una coalición. La misma que controla la Dumá desde los recientes comicios.
El presidente recordó que había conocido a Medyédyev por más de diecisiete años. Hacia 1990, en efecto, ambos formaban parte del grupo que controlaba el KGB –comité estatal de seguridad- de santa Petersburgo. La movida de Putin es hábil: ha propuesto a un político respetado por la propia oposición.
Por otra parte, su nombramiento cayó bien en Occidente y Asia oriental. En Bruselas y Berlín, por ejemplo, se lo considera sensible a la empresa privada y los mercados. Otro paralelo con la ya presidente Cristina Kirchner. Natiralmente, la oposición sostuvo que se trata de “una escandalosa imposición a dedo”.
El ajedrecista Garry Kaspárov calificó el procedimiento como “una forma de delfinazgo no prevista en la constitución”. Se equivocaba, pues –en la Francia monárquica- Delfín era el príncipe heredero, vale decir el futuro rey, no el títere del rey actual. Igual acepción tenía el término “tsaryévich” hasta 1917. Medvyédyev es todavía más joven que Putin: tiene 42 años.