En Estados Unidos se consideró significativo que, además del hermano del ex Presidente Menem, acompañara en su gira a de la Rúa el gobernador de la más importante provincia argentina. Con su permanente sonrisa, Carlos Ruckauf dijo que la gravedad de la crisis argentina requiere consenso y compromisos y que no es posible ya apelar a maniobras políticas especulativas.
El mandatario bonaerense cumple a la vez sus propios objetivos. Entre ellos mostrar el logro que significa haber disminuido en seis meses el déficit provincial en 43% y comprometerse a una rebaja de otro 40% en el curso de este año.
Por supuesto, se apresuró a aclarar que ese saneamiento será contraproducente si no va acompañado de un crecimiento real de la economía. Esa es la razón por la cual está gestionando en la Unión inversiones en el campo de la industria informática.
También hizo saber que su ministro de Obras y Servicios Públicos, Julián Domínguez, tanteó la posibilidad de interesar a inversores y empresarios norteamericanos en un plan de obras públicas basado en su concreción mediante aportes privados y su pago, por el Estado, por un alquiler similar al sistema de leasing, aplicado con éxito en Gran Bretaña.
Ruckauf insistió que su apoyo a la reducción del déficit fiscal de la Nación y a la política exterior del país, no implica en modo alguno una renuncia a su identidad partidaria. Recordó sus discrepancias con la política de ajuste del gobierno y su propuesta de una reducción paulatina de impuestos para estimular la producción y el consumo.
Finalmente Ruckauf bosquejó una estrategia de acción para la clase política argentina: abrir una tregua a la lucha de partes, instrumentar una política de Estado para superar la coyuntura y establecer un pacto de convivencia y gobernabilidad entre el Justicialismo y la Alianza.
Se propone estar presente en el desayuno que mantendrá de la Rúa con los dirigentes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En Estados Unidos se consideró significativo que, además del hermano del ex Presidente Menem, acompañara en su gira a de la Rúa el gobernador de la más importante provincia argentina. Con su permanente sonrisa, Carlos Ruckauf dijo que la gravedad de la crisis argentina requiere consenso y compromisos y que no es posible ya apelar a maniobras políticas especulativas.
El mandatario bonaerense cumple a la vez sus propios objetivos. Entre ellos mostrar el logro que significa haber disminuido en seis meses el déficit provincial en 43% y comprometerse a una rebaja de otro 40% en el curso de este año.
Por supuesto, se apresuró a aclarar que ese saneamiento será contraproducente si no va acompañado de un crecimiento real de la economía. Esa es la razón por la cual está gestionando en la Unión inversiones en el campo de la industria informática.
También hizo saber que su ministro de Obras y Servicios Públicos, Julián Domínguez, tanteó la posibilidad de interesar a inversores y empresarios norteamericanos en un plan de obras públicas basado en su concreción mediante aportes privados y su pago, por el Estado, por un alquiler similar al sistema de leasing, aplicado con éxito en Gran Bretaña.
Ruckauf insistió que su apoyo a la reducción del déficit fiscal de la Nación y a la política exterior del país, no implica en modo alguno una renuncia a su identidad partidaria. Recordó sus discrepancias con la política de ajuste del gobierno y su propuesta de una reducción paulatina de impuestos para estimular la producción y el consumo.
Finalmente Ruckauf bosquejó una estrategia de acción para la clase política argentina: abrir una tregua a la lucha de partes, instrumentar una política de Estado para superar la coyuntura y establecer un pacto de convivencia y gobernabilidad entre el Justicialismo y la Alianza.
Se propone estar presente en el desayuno que mantendrá de la Rúa con los dirigentes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.