Quinientos empresarios, ejecutivos y analistas escucharon ayer en el salón de la Bolsa de Comercio al ministro de Economía. Todos coincidieron en que el reajuste era imprescindible. Para algunos es necesario hablar a los mercados internacionales con mayor claridad y afirmar la apertura total del país hacia el exterior.
Para otros, la prioridad estriba en definir claramente una política de Estado para salir de la recesión. Ambos sectores coincidían en exigir gestos y decisiones contundentes.
Durante la reunión, el empresario Aldo Roggio reclamó la puesta en marcha del plan de infraestructuras por US$ 25.000 millones que la Cámara de la Construcción presentó en 1999. Además propuso que las provincias destinen parte de los fondos FONAVI para subsidiar las tasas de interés de los préstamos hipotecarios, augurando que disminuirían en tres puntos y generarían “una explosión de demanda inmediata”.
El ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, reunido con empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, anunció que en 15 días estaría listo el proyecto de ley que crea el Fondo Garantizado de Infraestructura. Y surgió, entonces, la duda sobre la agilidad de respuesta del Congreso para su rápida sanción.
Eduardo Baglieto, del grupoTechint, estimó un lapso mínimo de un año para poner en ejecución el plan de obras públicas. Y reclamó que se apuren los tiempos para crear demandas de trabajo en calidad y número suficiente para paliar la crisis, señalando que durante lo que va del año se perdieron 60.000 puestos de trabajo en la construcción.
Quinientos empresarios, ejecutivos y analistas escucharon ayer en el salón de la Bolsa de Comercio al ministro de Economía. Todos coincidieron en que el reajuste era imprescindible. Para algunos es necesario hablar a los mercados internacionales con mayor claridad y afirmar la apertura total del país hacia el exterior.
Para otros, la prioridad estriba en definir claramente una política de Estado para salir de la recesión. Ambos sectores coincidían en exigir gestos y decisiones contundentes.
Durante la reunión, el empresario Aldo Roggio reclamó la puesta en marcha del plan de infraestructuras por US$ 25.000 millones que la Cámara de la Construcción presentó en 1999. Además propuso que las provincias destinen parte de los fondos FONAVI para subsidiar las tasas de interés de los préstamos hipotecarios, augurando que disminuirían en tres puntos y generarían “una explosión de demanda inmediata”.
El ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, reunido con empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, anunció que en 15 días estaría listo el proyecto de ley que crea el Fondo Garantizado de Infraestructura. Y surgió, entonces, la duda sobre la agilidad de respuesta del Congreso para su rápida sanción.
Eduardo Baglieto, del grupoTechint, estimó un lapso mínimo de un año para poner en ejecución el plan de obras públicas. Y reclamó que se apuren los tiempos para crear demandas de trabajo en calidad y número suficiente para paliar la crisis, señalando que durante lo que va del año se perdieron 60.000 puestos de trabajo en la construcción.
