Resolver la pobreza será uno de los desafíos del Alca

Para muchos analistas, más allá de generar riqueza y fortalecer las democracias, el acuerdo deberá plantearse, como objetivo primario, resolver los problemas sociales de la región.

22 abril, 2001

(EFE).- La III Cumbre de las Américas concluye hoy (domingo 22) con la reafirmación del compromiso de los gobiernos del continente de poner en marcha antes de final del 2005 un área de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego.

Los 34 jefes de Estado y de Gobierno reunidos durante tres días en la ciudad canadiense de Québec han asumido también el compromiso de fortalecer la democracia e impulsar el desarrollo social de sus pueblos.

La cumbre se clausura este domingo con el compromiso de los presidentes de desarrollar negociaciones para que antes de que finalice el año 2005 entre en vigor el Área de Libre Comercio de las Américas.

Esto supone crear un mercado que en la actualidad integran 783 millones de personas y que representa 20% del comercio mundial y 40% del Producto Bruto mundial.

Esta ha sido la tercera ocasión en que las máximas autoridades de las 34 “naciones democráticas” del hemisferio se han reunido para debatir sobre los temas más importantes que afectan a la región.

El fortalecimiento de la democracia, la creación de la prosperidad y el desarrollo del potencial humano, han sido identificados en esta cumbre como los pilares del proceso de integración continental.

Al margen de la agenda oficial, el interés de la reunión ha estado centrado en las protestas protagonizadas por miles de jóvenes que se han dado cita en Québec para expresar su rechazo al neoliberalismo y la globalización.

La reunión de los gobernantes ha tenido su réplica alternativa en la Cumbre de los Pueblos de las Américas, una reunión paralela en la que delegados de todo el continente han debatido alternativas “para la construcción de un América donde haya espacio y justicia para todos”.

Los mandatarios comenzarán la tercera y última jornada de la cumbre con una celebración litúrgica ecuménica oficiada en español, inglés, portugués y francés, que tendrá lugar en el Monasterio de las Ursulinas de Québec.

A continuación, los jefes de Estado y de Gobierno participarán en la clausura de la cumbre y firmarán la declaración final, la cual afirma que “los valores y prácticas de la democracia son fundamentales” para lograr objetivos como el libre comercio hemisférico.

Asimismo, recalca que “el mantenimiento y fortalecimiento del Estado de Derecho y el respeto estricto al sistema democrático” es la condición esencial para participar en el proyecto.

El anfitrión de la reunión, el primer ministro de Canadá, Jean Chretien, y los demás mandatarios ofrecerán después una conferencia de prensa para explicar las conclusiones de la cumbre, entre las que destaca la responsabilidad que la Organización de los Estados Americanos (OEA) asumirá en el desarrollo político del continente.

El Tratado de Libre Comercio (TLC) de América del Norte ha sido una referencia obligada durante las discusiones sobre el impacto en las economías regionales de la puesta en marcha de una zona de libre hemisférica.

Para algunos analistas, este acuerdo, que entró en vigor en 1994, constituye el mejor ejemplo de cómo la integración genera mucha riqueza sin resolver el problema fundamental de la pobreza.

Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y México, Vicente Fox, analizarán este asunto durante el almuerzo de trabajo que les ofrecerá hoy el jefe del Gobierno canadiense.

(EFE).- La III Cumbre de las Américas concluye hoy (domingo 22) con la reafirmación del compromiso de los gobiernos del continente de poner en marcha antes de final del 2005 un área de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego.

Los 34 jefes de Estado y de Gobierno reunidos durante tres días en la ciudad canadiense de Québec han asumido también el compromiso de fortalecer la democracia e impulsar el desarrollo social de sus pueblos.

La cumbre se clausura este domingo con el compromiso de los presidentes de desarrollar negociaciones para que antes de que finalice el año 2005 entre en vigor el Área de Libre Comercio de las Américas.

Esto supone crear un mercado que en la actualidad integran 783 millones de personas y que representa 20% del comercio mundial y 40% del Producto Bruto mundial.

Esta ha sido la tercera ocasión en que las máximas autoridades de las 34 “naciones democráticas” del hemisferio se han reunido para debatir sobre los temas más importantes que afectan a la región.

El fortalecimiento de la democracia, la creación de la prosperidad y el desarrollo del potencial humano, han sido identificados en esta cumbre como los pilares del proceso de integración continental.

Al margen de la agenda oficial, el interés de la reunión ha estado centrado en las protestas protagonizadas por miles de jóvenes que se han dado cita en Québec para expresar su rechazo al neoliberalismo y la globalización.

La reunión de los gobernantes ha tenido su réplica alternativa en la Cumbre de los Pueblos de las Américas, una reunión paralela en la que delegados de todo el continente han debatido alternativas “para la construcción de un América donde haya espacio y justicia para todos”.

Los mandatarios comenzarán la tercera y última jornada de la cumbre con una celebración litúrgica ecuménica oficiada en español, inglés, portugués y francés, que tendrá lugar en el Monasterio de las Ursulinas de Québec.

A continuación, los jefes de Estado y de Gobierno participarán en la clausura de la cumbre y firmarán la declaración final, la cual afirma que “los valores y prácticas de la democracia son fundamentales” para lograr objetivos como el libre comercio hemisférico.

Asimismo, recalca que “el mantenimiento y fortalecimiento del Estado de Derecho y el respeto estricto al sistema democrático” es la condición esencial para participar en el proyecto.

El anfitrión de la reunión, el primer ministro de Canadá, Jean Chretien, y los demás mandatarios ofrecerán después una conferencia de prensa para explicar las conclusiones de la cumbre, entre las que destaca la responsabilidad que la Organización de los Estados Americanos (OEA) asumirá en el desarrollo político del continente.

El Tratado de Libre Comercio (TLC) de América del Norte ha sido una referencia obligada durante las discusiones sobre el impacto en las economías regionales de la puesta en marcha de una zona de libre hemisférica.

Para algunos analistas, este acuerdo, que entró en vigor en 1994, constituye el mejor ejemplo de cómo la integración genera mucha riqueza sin resolver el problema fundamental de la pobreza.

Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y México, Vicente Fox, analizarán este asunto durante el almuerzo de trabajo que les ofrecerá hoy el jefe del Gobierno canadiense.

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