Refuerzan la seguridad en la Argentina
Tras los atentados terroristas en EE.UU, evacuaron todas las sedes pertenecientes a la comunidad judía, y se reforzó la seguridad en edificios musulmanes y estadounidenses. Las autoridades declararon alerta máximo.
En medio de la estupefacción causada por la ola de atentados terroristas que tuvieron lugar esta mañana (miércoles 11) en las principales ciudades de Estados Unidos, en la Argentina la Gendarmería, la Policía Federal y la Fuerza Aérea se pusieron en alerta máximo y reforzaron todas sus medidas de seguridad en el país.
Aunque aún no se sabe quiénes son los responsables de los atentados en Estados Unidos, las autoridades argentinas decidieron desalojar las sedes de la embajada de Israel y la Amia, que habían sido objeto de atentados terroristas en 1992 y 1994, respectivamente.
Por la tarde, el presidente Fernando de la Rúa confirmó que se comunicó con su par norteamericano, George W. Bush, para manifestarle la “solidaridad” de la Argentina, y declaró su “más enérgica condena y repudio al terrorismo” en todo el mundo.
“Quiero expresar el duelo que todos sentimos por estos atentados que causaron centenares de víctimas humanas”, indicó el Presidente. Y añadió que “en nuestro país no hay riesgos”, aunque aclaró que se intensificaron las medidas de seguridad en todo el país en prevención de atentados.
Con anterioridad, De la Rúa presidió una reunión de “emergencia” con todos los integrantes del Gabinete, para analizar las medidas de seguridad, y se dispuso reforzar todos los objetivos “judíos, musulmanes y norteamericanos”.
Casi de inmediato, la Secretaría de Seguridad Interior, a cargo de Enrique Mathov, ordenó el refuerzo de las custodias en los blancos judíos y musulmanes, además de hacer lo mismo en la embajada y otras dependencias de Estados Unidos, mientras que la Policía Federal reforzó la seguridad en la sede diplomática, en tanto que unos 35 empleados fueron evacuados.
En tanto, la Fuerza Aérea dispuso este mediodía extremar todos los controles a pasajeros y al equipaje en torno a los vuelos internacionales que salen del Aeropuerto de Ezeiza.
Según informaron voceros de la fuerza, los aeropuertos en todo el país funcionan “sin demoras y sin ninguna novedad”, aunque se reforzó la seguridad externa e interna en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano.
Además, la Gendarmería dispuso un fuerte control en la triple frontera que une a la Argentina con Paraguay y Brasil, en la provincia de Misiones, al tiempo que se reforzó la seguridad en el resto de las fronteras del país.
En la triple frontera se encuentra Ciudad del Este, en territorio paraguayo, donde los servicios de seguridad internacionales estiman que existen “células” islámicas de terroristas.
En Estados Unidos, tras los atentados con aviones que provocaron el derrumbe de las dos Torres Gemelas, en Nueva York, y serios daños al edificio del Pentágono y del Departamento de Estado, en Washington (en este último caso, con un coche bomba), se supo que pasado el mediodía en Buenos Aires (una hora más temprano en EE.UU.) aún había cinco aviones fuera de control.
Los primeros tres atentados fueron realizados con aviones de pasajeros secuestrados. La compañía aérea estadounidense American Airlines confirmó que perdió dos
aviones con 156 personas abordo, los cuales fueron utilizados en los atentados.
Ya fueron desalojadas las sedes de numerosos organismos públicos estadounidenses e internacionales, como la Casa Blanca, el Departamento de Justicia y el Banco Mundial, en Washington, las Naciones Unidas, en Nueva York, así como todos los mercados bursátiles y financieros de Nueva York.
A mediodía se desconocía el paradero del presidente George W. Bush y sus principales colaboradores.
En medio de la estupefacción causada por la ola de atentados terroristas que tuvieron lugar esta mañana (miércoles 11) en las principales ciudades de Estados Unidos, en la Argentina la Gendarmería, la Policía Federal y la Fuerza Aérea se pusieron en alerta máximo y reforzaron todas sus medidas de seguridad en el país.
Aunque aún no se sabe quiénes son los responsables de los atentados en Estados Unidos, las autoridades argentinas decidieron desalojar las sedes de la embajada de Israel y la Amia, que habían sido objeto de atentados terroristas en 1992 y 1994, respectivamente.
Por la tarde, el presidente Fernando de la Rúa confirmó que se comunicó con su par norteamericano, George W. Bush, para manifestarle la “solidaridad” de la Argentina, y declaró su “más enérgica condena y repudio al terrorismo” en todo el mundo.
“Quiero expresar el duelo que todos sentimos por estos atentados que causaron centenares de víctimas humanas”, indicó el Presidente. Y añadió que “en nuestro país no hay riesgos”, aunque aclaró que se intensificaron las medidas de seguridad en todo el país en prevención de atentados.
Con anterioridad, De la Rúa presidió una reunión de “emergencia” con todos los integrantes del Gabinete, para analizar las medidas de seguridad, y se dispuso reforzar todos los objetivos “judíos, musulmanes y norteamericanos”.
Casi de inmediato, la Secretaría de Seguridad Interior, a cargo de Enrique Mathov, ordenó el refuerzo de las custodias en los blancos judíos y musulmanes, además de hacer lo mismo en la embajada y otras dependencias de Estados Unidos, mientras que la Policía Federal reforzó la seguridad en la sede diplomática, en tanto que unos 35 empleados fueron evacuados.
En tanto, la Fuerza Aérea dispuso este mediodía extremar todos los controles a pasajeros y al equipaje en torno a los vuelos internacionales que salen del Aeropuerto de Ezeiza.
Según informaron voceros de la fuerza, los aeropuertos en todo el país funcionan “sin demoras y sin ninguna novedad”, aunque se reforzó la seguridad externa e interna en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano.
Además, la Gendarmería dispuso un fuerte control en la triple frontera que une a la Argentina con Paraguay y Brasil, en la provincia de Misiones, al tiempo que se reforzó la seguridad en el resto de las fronteras del país.
En la triple frontera se encuentra Ciudad del Este, en territorio paraguayo, donde los servicios de seguridad internacionales estiman que existen “células” islámicas de terroristas.
En Estados Unidos, tras los atentados con aviones que provocaron el derrumbe de las dos Torres Gemelas, en Nueva York, y serios daños al edificio del Pentágono y del Departamento de Estado, en Washington (en este último caso, con un coche bomba), se supo que pasado el mediodía en Buenos Aires (una hora más temprano en EE.UU.) aún había cinco aviones fuera de control.
Los primeros tres atentados fueron realizados con aviones de pasajeros secuestrados. La compañía aérea estadounidense American Airlines confirmó que perdió dos
aviones con 156 personas abordo, los cuales fueron utilizados en los atentados.
Ya fueron desalojadas las sedes de numerosos organismos públicos estadounidenses e internacionales, como la Casa Blanca, el Departamento de Justicia y el Banco Mundial, en Washington, las Naciones Unidas, en Nueva York, así como todos los mercados bursátiles y financieros de Nueva York.
A mediodía se desconocía el paradero del presidente George W. Bush y sus principales colaboradores.
