Desde el 2 de agosto pasado, los depositantes podían extraer
sin límites los fondos depositados en billetes, pero sin la
posibilidad de hacer transferencias electrónicas, tal como sucede
a partir de hoy.
La medida implica que los bancos pueden dividir los saldos en
dos: en el “A” constarán los fondos que siguen dentro del
corralito -con posibilidad de extraer hasta 1.200 pesos por
mes-, mientras que en el “B” estará depositado el dinero que
podrá ser retirado en efectivo sin límites.
En tanto, a partir del mes que viene los cheques podrían volver
a cobrarse por ventanilla, una medida que tiene por objetivo
recomponer la cadena de pagos.
Estas medidas se suman a la que autorizó una apertura parcial
del corralito para los mayores de 75 años y los casos de riesgo
por enfermedad, que pueden pasar sus plazos fijos en dólares
reprogramados a cuentas a la vista al cambio de 1,40 por unidad
más el coeficiente de indexación CER.
Desde el 2 de agosto pasado, los depositantes podían extraer
sin límites los fondos depositados en billetes, pero sin la
posibilidad de hacer transferencias electrónicas, tal como sucede
a partir de hoy.
La medida implica que los bancos pueden dividir los saldos en
dos: en el “A” constarán los fondos que siguen dentro del
corralito -con posibilidad de extraer hasta 1.200 pesos por
mes-, mientras que en el “B” estará depositado el dinero que
podrá ser retirado en efectivo sin límites.
En tanto, a partir del mes que viene los cheques podrían volver
a cobrarse por ventanilla, una medida que tiene por objetivo
recomponer la cadena de pagos.
Estas medidas se suman a la que autorizó una apertura parcial
del corralito para los mayores de 75 años y los casos de riesgo
por enfermedad, que pueden pasar sus plazos fijos en dólares
reprogramados a cuentas a la vista al cambio de 1,40 por unidad
más el coeficiente de indexación CER.