Prosiguen los viernes sangrientos en Siria
Esta vez, la represión no se detuvo siquiera en niños, que figuran en una cuenta de cincuenta víctimas fatales conocida la madrugada del sábado. El total orilla las 550, mientras miles de sirios huyen cruzando a Líbano, Jordania, Turquía e Irak
30 abril, 2011
<p>No obstante, los rebeldes no llegan todavía a juntar la masa crítica mínima para crearles problemas a Bashar al-Asad y sus parientes. Pero la oposición logra galvanizar a la gente en varias ciudades, precisamente el día de oración (viernes, o sea el domingo musulmán) y partiendo de mezquitas tanto sunníes como shiítas. También diversas iglesias preparan reuniones este domingo.<br />
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En un país paralizado por el terror a las fuerzas regulares e irregulares del régimen alawita, mucha gente persiste en retornar a los espacios públicos. Una parte del estímulo se transmite por las redes sociales ilícitas (dentro de Siria) y otra parte vía sitios en países limítrofes.<br />
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Según fuentes locales, Damasco –la capital, en el sur- parece ser la única plaza donde no se manifiesta contra el presidente vitalicio, su familia y sus esbirros. Probablemente, por la densidad de la “ocupación militar y policial”. A pesar de ellos, los mandos superiores alejan del círculo metropolitano a efectivos no alawíes, sospechosos de sentimientos adversos al gobierno.<br />
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Por el contrario, en la no lejana Dara la resistencia paga altos precios por no someterse a un virtual sitio que dura ocho días. Grupos de protesta tratan de perforar la coraza de hierro tendida por las fuerzas de al-Assad. Pero este sábado otro factor comienza a influir: nada menos que la Hermandad Musulmana, ilegal en Siria desde 1982, tras el levantamiento sunní de Hama (10.000 muertos). A diferencia de Egipto, los hermanos buscan ponerse a la cabeza de las revueltas en ciudades como Homs, Alepo, Latakia, Hama y Dara mismas. <br />
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