<p>En este sombrío cuadro, casi pasó inadvertida la rebaja de nota a Fiat-Chrysler, dispuesta por Fitch Ratings. La decisión de S&P contra los principales bancos itálicos sólo respetó a MPS y UBI. En los papeles, el costo del crédito para esas instituciones continuará estando entre los mayores de la Eurozona Inclusive si se incluye España. Sólo que, en su caso, se trata de la economía en general, no solamente de las entidades financieras.</p>
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<p>Sin embargo, la noticia clave afecta a Francia vía Moody’s y una amenaza nada sutil: hacerle perder el grado AAA y, con él, su influencia para seguir junto a Alemania. Eso explica que la brecha entre los bonos soberanos germanos a diez años –referenciales en la zona- y los franceses pase hoy de 2% anual.<br />
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No es casual que la advertencia de Moody’s haya llegado a poco de reunirse la dirigencia del área para definir un pomposo “gran plan” cuya autoría pertenece a Berlín y París. Su objeto: afrontar una crisis que se profundiza. El tono casi político, palpable en el informe anual de la agencia, está provocando airadas reacciones en Alemania, Francia, España e Italia contra las tres calificadoras. Por ejemplo, el centroderechista Gianfranco Fini pidió al Europarlamento medidas concretas contra las tres villanas.<br />
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Indiferente a esas iniciativas, Moody’s sostiene que “la situación francesa empeora debido a crecientes riesgos adicionales, totalmente imprevistos en el pasado, que pueden contagiarse a la Eurozona”. Poco le faltó a la agencia para mentar los cisnes negros. <br />
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El antecedente inmediato al respecto remite a fines de agosto. En ese momento, Francia difundió un paquete de austeridad, luego de un segundo trimestre calamitoso. Más tarde, redujo a 1,75% la proyección anual de crecimiento entre este mes y septiembre de 2012. Pero, en los últimos días, François Baroin, ministro de Hacienda, admitió que esa cifra podría resultar por demás optimista.<br />
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Presionan a España y vigilan a Francia
Moodys Investors Service degradó a España (de Aa2 a A1, tres escalones) y puso bajo observación a Francia, justamente en vísperas de otra reunión para tratar la eurocrisis. Mientras, Standard & Poors golpeaba a veinticuatro bancos italianos.