Pou salió al cruce de las acusaciones

Tras el envión que significó el apoyo público del presidente Fernando De la Rúa, el titular del Banco Central aseguró que no renunciará a su cargo, e insistió en que el lavado y la circulación de dinero en “negro” son un problema de la DGI.

18 febrero, 2001

El presidente del Banco Central, Pedro Pou, aseguró hoy (domingo 18), en una declaración escrita por él mismo y publicada por el diario Clarín, que es su intención “cumplir la totalidad del mandato que me otorga el presidente de la Nación” a pesar de la “larga nómina de dirigentes políticos y empresariales que pidieron mi renuncia esta semana”.

En el escrito, el funcionario explicó que existen dos formas conocidas de lavar dinero, la primaria, que según él encuentra duras barreras en la institución que preside, y por lo tanto es difícil que se haya producido; y la secundaria, que ocurre fuera del sistema financiero y es responsabilidad de la recientemente creada Unidad de Información Financiera (UIF) ya que es ella, dijo, “la que puede luchar más efectivamente contra este flagelo, toda vez que el delito ocurre fuera de la órbita del sistema financiero”.

Pou explicó que “por definición, una operación de lavado aparenta generar altas utilidades, por lo que la DGI podría sospechar de empresas o individuos que, con una base muy pequeña de negocios, tiene una altísima utilidad anual, que crece de año en año sin parar.”

“La Comisión Nacional de Valores puede investigar aquellas personas que ganan siempre en el mercado de valores comprando y vendiendo bonos y acciones, posiblemente con fecha valor, pues estas ganancias están exentas de impuestos y por lo tanto no las podría detectar la DGI.”

“Los escribanos –siguió detallando- podrían reportar aquellas operaciones de compraventa de edificios que generan altísima utilidad —aunque ésta sería informada a la DGI por el lavador. Pero como se ve, no es en el sistema financiero donde se produce el lavado secundario de dinero, ni es el Banco Central el que puede contribuir a su esclarecimiento”, concluyó.

El controvertido titular del Banco Central dijo también que “hay mucha gente que confunde lavado de dinero con movimiento de dinero “negro” es decir, dinero que, habiendo sido generado por una actividad lícita, no ha tributado lo que corresponde al Fisco. Dado que la evasión impositiva es un ilícito, el dinero se ha convertido en dinero ilícito. Aquí, a diferencia del caso de lavado, lo que se busca es mantener el dinero fuera del control de la DGI.”

“Todos sabemos –explicó- que uno de los mayores flagelos de la Argentina es la altísima evasión impositiva. Por lo tanto, es lógico concluir que ese dinero, en algún momento, pasará por el sistema financiero, quedándose o transfiriéndose al exterior. Pero este problema no es un problema del sistema financiero, ni responsabilidad del Banco Central. Es un problema de la DGI que debe seguir empeñada en la lucha contra la evasión.”

Pou consideró también que el ataque propinado desde distintos sectores, en particular de parte de la legisladora aliancista Elisa Carrió, hizo que se creará un “Tribunal Popular” que, “sin recurrir al más mínimo proceso de discusión de los hechos, ha llegado a una conclusión y todo tiene que ajustarse a ella. Creo que ésta no es la forma. Debemos respetar un principio básico de nuestro derecho: la presunción de inocencia.”

“Lo contrario –expresó- es linchamiento. No es ni más ni menos lo que ha manifestado el presidente de la Nación. Debemos ser muy cuidadosos con los procesos de caza de brujas.”

El presidente del Banco Central, Pedro Pou, aseguró hoy (domingo 18), en una declaración escrita por él mismo y publicada por el diario Clarín, que es su intención “cumplir la totalidad del mandato que me otorga el presidente de la Nación” a pesar de la “larga nómina de dirigentes políticos y empresariales que pidieron mi renuncia esta semana”.

En el escrito, el funcionario explicó que existen dos formas conocidas de lavar dinero, la primaria, que según él encuentra duras barreras en la institución que preside, y por lo tanto es difícil que se haya producido; y la secundaria, que ocurre fuera del sistema financiero y es responsabilidad de la recientemente creada Unidad de Información Financiera (UIF) ya que es ella, dijo, “la que puede luchar más efectivamente contra este flagelo, toda vez que el delito ocurre fuera de la órbita del sistema financiero”.

Pou explicó que “por definición, una operación de lavado aparenta generar altas utilidades, por lo que la DGI podría sospechar de empresas o individuos que, con una base muy pequeña de negocios, tiene una altísima utilidad anual, que crece de año en año sin parar.”

“La Comisión Nacional de Valores puede investigar aquellas personas que ganan siempre en el mercado de valores comprando y vendiendo bonos y acciones, posiblemente con fecha valor, pues estas ganancias están exentas de impuestos y por lo tanto no las podría detectar la DGI.”

“Los escribanos –siguió detallando- podrían reportar aquellas operaciones de compraventa de edificios que generan altísima utilidad —aunque ésta sería informada a la DGI por el lavador. Pero como se ve, no es en el sistema financiero donde se produce el lavado secundario de dinero, ni es el Banco Central el que puede contribuir a su esclarecimiento”, concluyó.

El controvertido titular del Banco Central dijo también que “hay mucha gente que confunde lavado de dinero con movimiento de dinero “negro” es decir, dinero que, habiendo sido generado por una actividad lícita, no ha tributado lo que corresponde al Fisco. Dado que la evasión impositiva es un ilícito, el dinero se ha convertido en dinero ilícito. Aquí, a diferencia del caso de lavado, lo que se busca es mantener el dinero fuera del control de la DGI.”

“Todos sabemos –explicó- que uno de los mayores flagelos de la Argentina es la altísima evasión impositiva. Por lo tanto, es lógico concluir que ese dinero, en algún momento, pasará por el sistema financiero, quedándose o transfiriéndose al exterior. Pero este problema no es un problema del sistema financiero, ni responsabilidad del Banco Central. Es un problema de la DGI que debe seguir empeñada en la lucha contra la evasión.”

Pou consideró también que el ataque propinado desde distintos sectores, en particular de parte de la legisladora aliancista Elisa Carrió, hizo que se creará un “Tribunal Popular” que, “sin recurrir al más mínimo proceso de discusión de los hechos, ha llegado a una conclusión y todo tiene que ajustarse a ella. Creo que ésta no es la forma. Debemos respetar un principio básico de nuestro derecho: la presunción de inocencia.”

“Lo contrario –expresó- es linchamiento. No es ni más ni menos lo que ha manifestado el presidente de la Nación. Debemos ser muy cuidadosos con los procesos de caza de brujas.”

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