Por exceso de tragos echan al ministro de Finanzas japonés
Soichi Nakagawa hizo el ridículo durante la reunión del grupo de los Siete, este fin de semana en Roma. Entre señales de una evidente borrachera –voz aguardentosa, incoherencias-, cayó dormido en plena conferencia de prensa. Y debió renunciar.
17 febrero, 2009
<p>Las bamboleante figura del alto funcionario se vio primero por YouTube. Tras una ola de críticas en Japón, el ministro iba a ser despedido, pero –como debía presentar el presupuesto al parlamento este martes-, primero se dijo que la dimisión quedaba en suspenso hasta después del debate. Pero la presión fue demasiada y la renuncia debió concretarse antes de lo esperado. Interinamente lo reemplaza el ministro de Economía.<br />
Irónicamente, Nakagawa también elevaba un programa de estímulos cercano a los US$ 250.000 millones.<br />
Mientras tanto, despunta una sorda lucha por el reemplazo en el partido Demoliberal, o sea el perpetuo oficialismo. <br />
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Este papelón perjudica mucho al primer ministro, Taro Aso, ya bajo fuego por su manejo de la economía. Con vistas a las elecciones, más tarde este año, su apoyo público se tambalea como Nakagawa en Roma. En rigor, la coalición conservadora puede perder, algo que dará vuelta el cuadro político. Curiosamente, el comportamiento del ministro pesa ante los votantes mucho menos que el tema económico. </p>
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