<p>Para empezar, Grecia es la presumible punta de un peligroso témpano que esconde piezas no tan chicas. Junto con el factor cambiario, pesan temores de que varias economías no se recobren según lo esperado. También preocupa la falta de iniciativa que muestra Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo.</p>
<p>“Atenas es apenas un síntoma”, sostuvo Norbert Barthle, asesor financiero de la Unión Democristiana (CDU), partido de la canciller Angela Merkel. Los déficit fiscales que castigan a Grecia, Irlanda, Portugal, España –miembros de la Eurozona-, Estonia, Letonia o Rumania empujan a considerar rescates colectivos. Algunos piensan en el Fondo Monetario Internacional.<br />
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Inesperadamente, la estatización de un banco austríaco –este lunes- y rumores sobre efectos en Hungría, República Checa o Eslovaquia golpeaban los mercados de bonos públicos. Por supuesto, rojos como el griego o el portugués simplemente confirman algo archisabido: el pacto de estabilidad monetaria (Maastricht 1996) es letra muerta desde hace rato.<br />
Ese compromiso y su autoridad de aplicación (el BCE) ponían un techo de 2% del producto bruto interno al déficit fiscal primario. Atenas acumula ya 12,7% del PBI y su endeudamiento externo amenaza rozar 130% del PBI en 2010. “La UE y la Eurozona cuentan con muchos tratados y acuerdos, pero carecen de mecanismos para afrontar estos casos, ante los cuales el BCE es impotente”, sostiene un informe de la consultoría <em>IHS Global Insight </em>(Londres).<br />
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En esta fase, las señales críticas afectan a la periferia de la Eurozona (en total, diecisiete miembros) y a su flanco sudoriental, ajeno a la moneda común pero incluido en la UE. En este momento, la banca austríaca parece más en peligro que la griega. Hace una semana, Die Presse puso al poderoso <em>Österrerichische Vol</em>ksbank al frente de una lista negra. El gobierno desmintió de inmediato la especie pero, hace dos días, estatizó de pronto a <em>HypoGruppe Alpen Adria</em>, una entidad regional clave.</p>
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Pierde terreno el euro, por los casos de Grecia y Austria
Entre US$ 1,515 el 25 de noviembre y 1,455 el martes último, el euro ha perdido 4%, aunque siga lejos de los US$ 1,255 registrados hace poco más de un año. Pero, ahora, la causa radica en el endeudamiento de varios países.