Paradoja: cumbre en peligro y puja por el petróleo iraquí

En Copenhague, Estados Unidos y China rompen lanzas poniendo en serio riesgo la reunión. Varios hablan ya de un fracaso de hoy al viernes. Por el contrario, Bagdad abre una competencia mundial entre empresas por explotar hidrocarburos.

16 diciembre, 2009

<p>El martes, la conferencia pas&oacute; del nivel t&eacute;cnico al ministerial y, el jueves, debiera incluir jefes de estado o gobierno. Pero varios observadores ponen en tela de juicio esta &uacute;ltima fase. Pese a que circula otro borrador, nuevamente m&aacute;s gen&eacute;rico y menos comprometido, nadie se confiesa optimista.<br />
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La danesa Konstanze Hedegard, presidente del encuentro, revel&oacute; que ese texto &ldquo;tiene demasiados puntos en blanco y no augura nada bueno para la cumbre en s&iacute;&rdquo;. Especialmente para el primer ministro Wen Jiabao y Barack Obama, cuyos equipos estaban lejos del acuerdo.<br />
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As&iacute;, el norteamericano Todd Stern le ha confirmado a su colega chino que su gobierno no acepta siquiera prorrogar el protocolo de Kyoto (1997), virtualmente hundido por Estados Unidos, Jap&oacute;n, Rusia y otros. Tampoco hay consenso para un contralor internacional de emisiones, punto que &ndash;de paso- pone en evidencia la debilidad de la Uni&oacute;n Europea, plagada de disensos.<br />
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Al borde de la desesperaci&oacute;n, el usualmente calmo secretario general de la ONU, el surcoreano Ban ki-mun, sugiri&oacute; a los participantes &ldquo;apuntarse con el dedo unos a otros y no esperar una soluci&oacute;n m&aacute;gica de &uacute;ltima hora&rdquo;. M&aacute;s pragm&aacute;tico, el ex vicepresidente Albert Gore &ndash;alma de Kyoto hace doce a&ntilde;os, propuso archivar Copenhague y volver sobre el asunto en M&eacute;xico (julio).<br />
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Sin aparatosas cumbres ni grescas entre dirigentes pol&iacute;ticos, esta misma semana Bagdad ofrece un espect&aacute;culo cifrado en la fuente misma del efecto invernadero: los hidrocarburos. Irak subasta derechos a explotar crudos y gas natural. Se trata del pa&iacute;s que, hasta la loca invasi&oacute;n de George W.Bush en 2003, fuera tercer exportador mundial. En otras palabras, mientras Copenhague zozobra, Bagdad -fuerte emisor de di&oacute;xido de carbono- abre paso a nuevos negocios contaminantes.</p>
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