Perú quedó virtualmente acéfalo
La dimisión de Fujimori generó la renuncia de su gabinete ministerial. Las discusiones giran ahora en torno de quién será el sucesor, que se debate entre el vicepresidente primero y segundo del país.
(EFE).- La dimisión del presidente peruano, Alberto Fujimori, generó un enfrentamiento político en Perú sobre quién debe asumir la Jefatura del Estado hasta las elecciones del 8 de abril de 2001.
Los representantes oficialistas y de la oposición en el Congreso mantienen posiciones encontradas para determinar al sucesor de Fujimori, quien anunció ayer domingo, desde Japón, su renuncia a la Presidencia del país.
Los oficialistas apoyan al vicepresidente segundo del país, Ricardo Márquez, quien adelantó su decisión de aceptar el cargo si el vicepresidente primero, Francisco Tudela, reitera la renuncia que presentó hace un mes, por discrepancias con Fujimori.
Los parlamentarios opositores acordaron, sin embargo, pedir la renuncia de Márquez y que la Jefatura del Estado sea asumida por el presidente del Congreso, el opositor Valentín Paniagua, quien asumió ese cargo el pasado jueves.
La Constitución peruana establece que es el vicepresidente primero de la República o, en su defecto, el vicepresidente segundo, quien debe ocupar la vacante presidencial.
Márquez expresó su disposición a asumir la Jefatura del Estado si el Congreso acepta finalmente la renuncia de Tudela y con carácter provisional hasta las elecciones de abril.
La congresista Ana Elena Townsend, del partido opositor Somos Perú, afirmó que los portavoces de los partidos de oposición en el Parlamento acordaron pedir en el Congreso que el vicepresidente segundo presente su renuncia “en el acto”.
Agregó que los portavoces remarcaron que Márquez “ha sido parte de las circunstancias del fraude” que supuestamente realizó Fujimori para ser reelegido por tercer vez consecutiva el pasado 28 de mayo.
“Nuestra exigencia es que Márquez renuncie como renunció hoy el gabinete en pleno y asuma Paniagua para que forme un gabinete de consenso que conduzca la transición, compuesto por personas que no vayan a postular (en las próximas elecciones) a ningún cargo”, mantuvo ayer Townsend.
La congresista dijo que la propuesta de su partido fue apoyada también por la portavoz de los parlamentarios “independientes”, Cecilia Martínez, quien se comprometió a plantear la petición a su grupo.
Señaló que la comisión política de su partido estudia la posibilidad de plantear, también, que el Congreso no acepte la renuncia de Fujimori y, más bien, declare vacante la Presidencia.
Los parlamentarios de la agrupación oficialista Vamos Vecino declararon, sin embargo, su apoyo pleno al vicepresidente Márquez y defendieron su posición en la reunión que mantuvieron con Paniagua en el Congreso.
El líder de Vamos Vecino, Absalón Vásquez, mantuvo que el parlamento debe “sujetarse a lo que dice la Constitución y dejar de lado apetitos personales”.
“Creo que en ese sentido el doctor Paniagua es una garantía. Él está de acuerdo en que la sucesión se de por el orden jerárquico que, al respecto, le corresponde al vicepresidente Márquez”, dijo Vásquez.
Agregó, también, que el domingo habló por teléfono con Fujimori, quien le dijo que decidió presentar su renuncia “por el bien del país”.
“El quiere anteponer al país por encima de sus intereses personales. No tengo la menor duda de que (Fujimori) va a regresar al país, me dijo que había meditado profundamente su decisión”, mantuvo.
La dimisión de Fujimori generó la renuncia de su gabinete ministerial, que expresó en un comunicado su “indignación” por esa decisión, mientras que Márquez manifestó su “total desacuerdo” con la forma en que actuó el presidente y lo exhortó para que regrese de Japón y cumpla con “el deber moral” de “responder ante el pueblo peruano”.
Según los analistas, la virtual fuga del dimisionario gobernante peruano fue consecuencia directa de la caída de Vladimiro Montesinos, quien fuera el “hombre fuerte” de su régimen, actualmente en paradero desconocido, prófugo de la Justicia y acusado de todo tipo de delitos.
(EFE).- La dimisión del presidente peruano, Alberto Fujimori, generó un enfrentamiento político en Perú sobre quién debe asumir la Jefatura del Estado hasta las elecciones del 8 de abril de 2001.
Los representantes oficialistas y de la oposición en el Congreso mantienen posiciones encontradas para determinar al sucesor de Fujimori, quien anunció ayer domingo, desde Japón, su renuncia a la Presidencia del país.
Los oficialistas apoyan al vicepresidente segundo del país, Ricardo Márquez, quien adelantó su decisión de aceptar el cargo si el vicepresidente primero, Francisco Tudela, reitera la renuncia que presentó hace un mes, por discrepancias con Fujimori.
Los parlamentarios opositores acordaron, sin embargo, pedir la renuncia de Márquez y que la Jefatura del Estado sea asumida por el presidente del Congreso, el opositor Valentín Paniagua, quien asumió ese cargo el pasado jueves.
La Constitución peruana establece que es el vicepresidente primero de la República o, en su defecto, el vicepresidente segundo, quien debe ocupar la vacante presidencial.
Márquez expresó su disposición a asumir la Jefatura del Estado si el Congreso acepta finalmente la renuncia de Tudela y con carácter provisional hasta las elecciones de abril.
La congresista Ana Elena Townsend, del partido opositor Somos Perú, afirmó que los portavoces de los partidos de oposición en el Parlamento acordaron pedir en el Congreso que el vicepresidente segundo presente su renuncia “en el acto”.
Agregó que los portavoces remarcaron que Márquez “ha sido parte de las circunstancias del fraude” que supuestamente realizó Fujimori para ser reelegido por tercer vez consecutiva el pasado 28 de mayo.
“Nuestra exigencia es que Márquez renuncie como renunció hoy el gabinete en pleno y asuma Paniagua para que forme un gabinete de consenso que conduzca la transición, compuesto por personas que no vayan a postular (en las próximas elecciones) a ningún cargo”, mantuvo ayer Townsend.
La congresista dijo que la propuesta de su partido fue apoyada también por la portavoz de los parlamentarios “independientes”, Cecilia Martínez, quien se comprometió a plantear la petición a su grupo.
Señaló que la comisión política de su partido estudia la posibilidad de plantear, también, que el Congreso no acepte la renuncia de Fujimori y, más bien, declare vacante la Presidencia.
Los parlamentarios de la agrupación oficialista Vamos Vecino declararon, sin embargo, su apoyo pleno al vicepresidente Márquez y defendieron su posición en la reunión que mantuvieron con Paniagua en el Congreso.
El líder de Vamos Vecino, Absalón Vásquez, mantuvo que el parlamento debe “sujetarse a lo que dice la Constitución y dejar de lado apetitos personales”.
“Creo que en ese sentido el doctor Paniagua es una garantía. Él está de acuerdo en que la sucesión se de por el orden jerárquico que, al respecto, le corresponde al vicepresidente Márquez”, dijo Vásquez.
Agregó, también, que el domingo habló por teléfono con Fujimori, quien le dijo que decidió presentar su renuncia “por el bien del país”.
“El quiere anteponer al país por encima de sus intereses personales. No tengo la menor duda de que (Fujimori) va a regresar al país, me dijo que había meditado profundamente su decisión”, mantuvo.
La dimisión de Fujimori generó la renuncia de su gabinete ministerial, que expresó en un comunicado su “indignación” por esa decisión, mientras que Márquez manifestó su “total desacuerdo” con la forma en que actuó el presidente y lo exhortó para que regrese de Japón y cumpla con “el deber moral” de “responder ante el pueblo peruano”.
Según los analistas, la virtual fuga del dimisionario gobernante peruano fue consecuencia directa de la caída de Vladimiro Montesinos, quien fuera el “hombre fuerte” de su régimen, actualmente en paradero desconocido, prófugo de la Justicia y acusado de todo tipo de delitos.
