Pelosi reveló que Siria está dispuesta a hablar con Israel

En realidad, la mayor autoridad parlamentaria le transmitió al presidente Bashar as-Assad una propuesta de Ehud Olmert, primer ministro israelí. Esto provocó reacciones airadas en la Casa Blanca y positivas en la Unión Europea.

5 abril, 2007

La jefa de la cámara baja y segunda sucesora constitucional de George W.Bush (el primero es el vicepresidente Richard Cheney) es la primera alta funcionaria electa que visita oficialmente Damasco desde los años 70.
Otro demócrata, William Richardson –gobernador de Nuevo México- fue a Norcorea, pero eso no irrita tanto al gobierno norteamericano.

Lo de Damasco es grave para Bush, pues “internacionaliza” su pérdida de poder interno. Como ocurriera con el cronograma impuesto por el congreso a futuras aprobaciones de gastos bélicos en Irak y Afganistán, Nancy Pelosi desafía al poder ejecutivo. Además, la liberación de los quince infantes de marina británicos desvirtúa la dureza de Bush respecto de Irán e Irak.

Mientras se reunía con as-Assad, Washington calificaba a la diputada de irresponsable y la acusaba de haber demorado casi dos meses fondos indispensables para la guerra. “El presidente mientes, actúa como dirigente republicano y engaña al público. Las tropas disponen de partidas por lo menos hasta julio”, señaló Henry Reid, líder de la mayoría demócrata en el senado.

En realidad, lo que el congreso tiene entre manos es un refuerzo por US$ 124.000 millones para el último trimestre del ejercicio 2006/7. Hasta el momento, los legisladores sólo pasarán la solicitud del Pentágono si la Casa Blanca acepta el cronograma de evacuación paulatina para 2008. Bush insiste en que lo vetará. Ello iniciará una segunda, más borrascosa etapa en las relaciones entre un presidente que se va y un parlamento opositor, cuyo trasfondo es una opinión pública cada día más hostil al mandatario y sus aventuras bélicas.

La aparición de una al-Qa’eda paralela en Wadsiristán (área fronteriza de Pakistán) también pone en tela de juicio la guerra contra los talibán afganos. De paso, es un motivo más para dialogar con Irán, pues ese grupo sunní es enemigo jurado de los shi’íes persas.

Resulta irónico que los departamentos de estado y defensa (Condoleezza Rice, Robert Gates) presten apoyo logístico –inclusive aviones de presidencia- y seguridad a Pelosi y Richardson. Pero, bien mirado, no lo es tanto: ambos funcionarios están cerca del grupo de estudio sobre Irak, encabezado por James Baker y Lee Hamilton. Su iniciativa de diálogo multilateral ha cristalizado ya en reuniones donde participan Estados Unidos, Unión Europea, Siria, Irán, Turquía y otros.

La jefa de la cámara baja y segunda sucesora constitucional de George W.Bush (el primero es el vicepresidente Richard Cheney) es la primera alta funcionaria electa que visita oficialmente Damasco desde los años 70.
Otro demócrata, William Richardson –gobernador de Nuevo México- fue a Norcorea, pero eso no irrita tanto al gobierno norteamericano.

Lo de Damasco es grave para Bush, pues “internacionaliza” su pérdida de poder interno. Como ocurriera con el cronograma impuesto por el congreso a futuras aprobaciones de gastos bélicos en Irak y Afganistán, Nancy Pelosi desafía al poder ejecutivo. Además, la liberación de los quince infantes de marina británicos desvirtúa la dureza de Bush respecto de Irán e Irak.

Mientras se reunía con as-Assad, Washington calificaba a la diputada de irresponsable y la acusaba de haber demorado casi dos meses fondos indispensables para la guerra. “El presidente mientes, actúa como dirigente republicano y engaña al público. Las tropas disponen de partidas por lo menos hasta julio”, señaló Henry Reid, líder de la mayoría demócrata en el senado.

En realidad, lo que el congreso tiene entre manos es un refuerzo por US$ 124.000 millones para el último trimestre del ejercicio 2006/7. Hasta el momento, los legisladores sólo pasarán la solicitud del Pentágono si la Casa Blanca acepta el cronograma de evacuación paulatina para 2008. Bush insiste en que lo vetará. Ello iniciará una segunda, más borrascosa etapa en las relaciones entre un presidente que se va y un parlamento opositor, cuyo trasfondo es una opinión pública cada día más hostil al mandatario y sus aventuras bélicas.

La aparición de una al-Qa’eda paralela en Wadsiristán (área fronteriza de Pakistán) también pone en tela de juicio la guerra contra los talibán afganos. De paso, es un motivo más para dialogar con Irán, pues ese grupo sunní es enemigo jurado de los shi’íes persas.

Resulta irónico que los departamentos de estado y defensa (Condoleezza Rice, Robert Gates) presten apoyo logístico –inclusive aviones de presidencia- y seguridad a Pelosi y Richardson. Pero, bien mirado, no lo es tanto: ambos funcionarios están cerca del grupo de estudio sobre Irak, encabezado por James Baker y Lee Hamilton. Su iniciativa de diálogo multilateral ha cristalizado ya en reuniones donde participan Estados Unidos, Unión Europea, Siria, Irán, Turquía y otros.

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