Peirano se muda a economía sólo para cubrir la vacante hasta que finalice el mandato presidencial

El funcionario designado no significa una señal de cambio alguno en la política económica actual, cuyo máximo conductor es el propio presidente.

17 julio, 2007

Se trata de un enroque para capear el traspié político que representó para el gobierno el llamado “toilette gate”.

Miguel Peirano, reemplazante de Felisa Miceli, es un técnico proveniente del desarrollismo que había integrado el consejo asesor de la Unión Industrial Argentina en representación de las pequeñas y medianas empresas antes de ir a la secretaría de industria, por lo que su gestión al frente del palacio de Hacienda es una señal de que todo seguirá como hasta ahora en esa área.

La renuncia de la funcionaria, que había entrado en lugar de Roberto Lavagna cuando el presidente Néstor Kirchner lo echara del cargo, era un hecho prácticamente desde que se conociera el que irónicamente denominan en el exterior el toilette gate que protagonizara cuando le descubrieron dinero en el armario del baño privado en una inspección nocturna de rutina.

Peirano no tenía buen contacto con su jefa natural y se manejaba directamente con el primer mandatario, al igual que el secretario de Hacienda, Hugo Mosse. Aunque lo nombró Lavagna cuando fue ungido ministro en el gobierno de Eduardo Duhalde, su padrinazgo político se lo adjudican al secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Ricardo Zannini.
De Peirano se dice que fue crítico de Lavagna cuando el ahora candidato presidencial se oponía internamente al presidente desde dentro del gobierno, y también en esta etapa no ahorraba comentarios respecto de la inoperancia de la ministra Miceli.

El secretario de Industria ha sido uno de los orfebres del régimen automotor vigente, que se basa en un acuerdo de complementación con Brasil, y en la industria se comenta que ha venido haciendo malabares para que las empresas no trasgredan el porcentaje de integración nacional en la canasta de exportación e importación de vehículos.

La presencia de Guillermo Moreno al frente de la política de precios internos, de Julio de Vido en las relaciones con el sector energético y de obras públicas, de Hugo Mosse en Hacienda, de los plenos poderes de Alberto Fernàndez y de Martín Redrado en el Banco Central, todos ellos hombres fuertes en sus respectivas áreas, no dejan mayor margen a Peirano para el ejercicio de un Ministerio de Economía con identidad propia.

La presencia de Miceli era desdibujada políticamente, lo cual se explica en la inexistente reacción que provocó su alejamiento en los mercados.

En algunos reportes de asesores de la banca internacional que tomaron estado público en la víspera se llegó a dejar constancia que nada cambiaría por la sencilla razón de que Kirchner seguirá siendo el referente de la economía nacional.

Otra interpretación que circuló en esos ámbitos es que Peirano representa un interinato hasta el relevo de gobierno con el propósito de dejar de manos libres a Cristina Kirchner para producir los cambios que pregona.

El desenlace

El pedido del fiscal federal, Guillermo Marijuan, fue el detonante en la Casa Rosada por la mañana tras conocerse el pedido de declaración indagatoria a la ministra de Economía, Felisa Miceli. La acusó de los presuntos delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionaria pública, sustracción de un documento público y encubrimiento”.
En un duro dictamen, Marijuan había detallado minuciosamente las circunstancias del hallazgo del dinero, las reacciones posteriores de la ministra, y consideró que Felisa Miceli “encubrió” con la tenencia del dinero hallado en el baño de su despacho “el origen espurio del mismo”.
Para Marijuán, los billetes -100.000 pesos en un fajo termosellado del Banco Central y 31.670 dólares- fueron dejados en el armario por la ministra porque “no podía o no quería mostrarles a sus asistentes el dinero”.
“Miceli tenía la posibilidad de conservar el dinero en una caja fuerte existente a escasos metros de su escritorio pero, sin embargo, optó por dejarla en un placard del baño. Esta conducta, desde mi punto de vista, evidencia que no podía o no quería mostrarles a sus asistentes el dinero, quienes a su turno y bajo juramento, por otra parte, dijeron desconocer”, enfatizó el fiscal según detalla Perfil.com.
Según Marijuán, los billetes del BCRA que tenía Miceli “llegaron a su poder por afuera de una operación financiera legal, regular y debidamente registrada, que cuente, además, con su correspondiente respaldo documental”.
Tras analizar las circunstancias, el fiscal consideró que existe “la sospecha suficiente de que la nombrada encubrió con la tenencia del dinero hallado en el interior del baño de su despacho en el Ministerio de Economía y Producción de la Nación, el origen espurio del mismo”. Marijuán concluyó que estaban “reunidas las pruebas suficientes demostrativas de los hechos acaecidos”, por lo que entendió que existe “motivo bastante para sospechar que los investigados han participado en la comisión de distintos delitos”.
Ya habría quedado probado que el paquete termosellado salió del BCRA con destino a la Caja de Crédito Cuenca, una entidad financiera con sede en el partido bonaerense de San Martín.
A su vez, también se pudo determinar que Horacio Miceli -hermano de la ministra- no tuvo movimientos de sumas importantes en sus cuentas bancarias, por lo que se complicaría la explicación dada por la titular de Hacienda de que fue él quien le dio el dinero, con el supuesto destino de comprar un inmueble.
Entre el dinero hallado en el baño, los policías de la División de Explosivos de la Policía Federal informaron que el 5 de junio pasado encontraron en una bolsa de papel madera 31 mil dólares y 100 mil pesos en un fajo termosellado con dinero salido bajo denominación específica del Banco Central (BCRA).
Tanto el fiscal Marijuán como el fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, lograron reconstruir la virtual “ruta” del dinero que salió de la autoridad monetaria argentina, que preside Martín Redrado.
Ante el cariz que tomó la investigación, los asesores letrados de la ministra aconsejaron su renuncia, ya que el caso en sí no tiene demasiado margen judicial para prosperar, si no es por su investidura.
El desenlace se decidió en un encuentro a puertas cerradas en el despacho del presidente, del que participaron Kirchner, la propia Miceli y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.
La ministra había entrado a la sede gubernamental para participar de la firma de un préstamo de interconexión eléctrica Rincón-Santa María, General Rodríguez. De la reunión participaban además el gobernador bonaerense, Felipe Solá y el secretario de Energía, Daniel Cameron.

Se trata de un enroque para capear el traspié político que representó para el gobierno el llamado “toilette gate”.

Miguel Peirano, reemplazante de Felisa Miceli, es un técnico proveniente del desarrollismo que había integrado el consejo asesor de la Unión Industrial Argentina en representación de las pequeñas y medianas empresas antes de ir a la secretaría de industria, por lo que su gestión al frente del palacio de Hacienda es una señal de que todo seguirá como hasta ahora en esa área.

La renuncia de la funcionaria, que había entrado en lugar de Roberto Lavagna cuando el presidente Néstor Kirchner lo echara del cargo, era un hecho prácticamente desde que se conociera el que irónicamente denominan en el exterior el toilette gate que protagonizara cuando le descubrieron dinero en el armario del baño privado en una inspección nocturna de rutina.

Peirano no tenía buen contacto con su jefa natural y se manejaba directamente con el primer mandatario, al igual que el secretario de Hacienda, Hugo Mosse. Aunque lo nombró Lavagna cuando fue ungido ministro en el gobierno de Eduardo Duhalde, su padrinazgo político se lo adjudican al secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Ricardo Zannini.
De Peirano se dice que fue crítico de Lavagna cuando el ahora candidato presidencial se oponía internamente al presidente desde dentro del gobierno, y también en esta etapa no ahorraba comentarios respecto de la inoperancia de la ministra Miceli.

El secretario de Industria ha sido uno de los orfebres del régimen automotor vigente, que se basa en un acuerdo de complementación con Brasil, y en la industria se comenta que ha venido haciendo malabares para que las empresas no trasgredan el porcentaje de integración nacional en la canasta de exportación e importación de vehículos.

La presencia de Guillermo Moreno al frente de la política de precios internos, de Julio de Vido en las relaciones con el sector energético y de obras públicas, de Hugo Mosse en Hacienda, de los plenos poderes de Alberto Fernàndez y de Martín Redrado en el Banco Central, todos ellos hombres fuertes en sus respectivas áreas, no dejan mayor margen a Peirano para el ejercicio de un Ministerio de Economía con identidad propia.

La presencia de Miceli era desdibujada políticamente, lo cual se explica en la inexistente reacción que provocó su alejamiento en los mercados.

En algunos reportes de asesores de la banca internacional que tomaron estado público en la víspera se llegó a dejar constancia que nada cambiaría por la sencilla razón de que Kirchner seguirá siendo el referente de la economía nacional.

Otra interpretación que circuló en esos ámbitos es que Peirano representa un interinato hasta el relevo de gobierno con el propósito de dejar de manos libres a Cristina Kirchner para producir los cambios que pregona.

El desenlace

El pedido del fiscal federal, Guillermo Marijuan, fue el detonante en la Casa Rosada por la mañana tras conocerse el pedido de declaración indagatoria a la ministra de Economía, Felisa Miceli. La acusó de los presuntos delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionaria pública, sustracción de un documento público y encubrimiento”.
En un duro dictamen, Marijuan había detallado minuciosamente las circunstancias del hallazgo del dinero, las reacciones posteriores de la ministra, y consideró que Felisa Miceli “encubrió” con la tenencia del dinero hallado en el baño de su despacho “el origen espurio del mismo”.
Para Marijuán, los billetes -100.000 pesos en un fajo termosellado del Banco Central y 31.670 dólares- fueron dejados en el armario por la ministra porque “no podía o no quería mostrarles a sus asistentes el dinero”.
“Miceli tenía la posibilidad de conservar el dinero en una caja fuerte existente a escasos metros de su escritorio pero, sin embargo, optó por dejarla en un placard del baño. Esta conducta, desde mi punto de vista, evidencia que no podía o no quería mostrarles a sus asistentes el dinero, quienes a su turno y bajo juramento, por otra parte, dijeron desconocer”, enfatizó el fiscal según detalla Perfil.com.
Según Marijuán, los billetes del BCRA que tenía Miceli “llegaron a su poder por afuera de una operación financiera legal, regular y debidamente registrada, que cuente, además, con su correspondiente respaldo documental”.
Tras analizar las circunstancias, el fiscal consideró que existe “la sospecha suficiente de que la nombrada encubrió con la tenencia del dinero hallado en el interior del baño de su despacho en el Ministerio de Economía y Producción de la Nación, el origen espurio del mismo”. Marijuán concluyó que estaban “reunidas las pruebas suficientes demostrativas de los hechos acaecidos”, por lo que entendió que existe “motivo bastante para sospechar que los investigados han participado en la comisión de distintos delitos”.
Ya habría quedado probado que el paquete termosellado salió del BCRA con destino a la Caja de Crédito Cuenca, una entidad financiera con sede en el partido bonaerense de San Martín.
A su vez, también se pudo determinar que Horacio Miceli -hermano de la ministra- no tuvo movimientos de sumas importantes en sus cuentas bancarias, por lo que se complicaría la explicación dada por la titular de Hacienda de que fue él quien le dio el dinero, con el supuesto destino de comprar un inmueble.
Entre el dinero hallado en el baño, los policías de la División de Explosivos de la Policía Federal informaron que el 5 de junio pasado encontraron en una bolsa de papel madera 31 mil dólares y 100 mil pesos en un fajo termosellado con dinero salido bajo denominación específica del Banco Central (BCRA).
Tanto el fiscal Marijuán como el fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, lograron reconstruir la virtual “ruta” del dinero que salió de la autoridad monetaria argentina, que preside Martín Redrado.
Ante el cariz que tomó la investigación, los asesores letrados de la ministra aconsejaron su renuncia, ya que el caso en sí no tiene demasiado margen judicial para prosperar, si no es por su investidura.
El desenlace se decidió en un encuentro a puertas cerradas en el despacho del presidente, del que participaron Kirchner, la propia Miceli y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.
La ministra había entrado a la sede gubernamental para participar de la firma de un préstamo de interconexión eléctrica Rincón-Santa María, General Rodríguez. De la reunión participaban además el gobernador bonaerense, Felipe Solá y el secretario de Energía, Daniel Cameron.

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