Dos nombres se perfilan para suceder a Miguel Peirano cuando asuma Cristina Fernández de Kirchner: se trata del titular de la AFIP, Alberto Abad, y del presidente del Banco Central, Martín Redrado, aunque éste último ha ventilado condiciones que no cayeron bien al matrimonio presidencial, como: asegurar el apartamiento definitivo de Guillermo Moreno de las decisiones que se adopten en el INdEC y enfocar el problema de la inflación como un tema en sí mismo, desvinculándolo totalmente de la cuestión estadística con que pretendía encubrírselo.
El estado público que tomó la comunicación que Peirano había efectuado a Néstor Kirchner y su esposa provocaron un tremendo revuelo en la Casa Rosada, sobre todo porque se la vinculó con un supuesto malestar del ministro con las actitudes del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que teóricamente maneja un área subordinada.
Por eso, ayer el titular del Palacio de Hacienda hizo una referencia elíptica para aclarar su situación: “Tengo la vocación de continuar colaborando con el proyecto de la Presidenta electa, en aquellos espacios que puedan considerarse que contribuyen con el crecimiento económico y la concepción productiva que garantiza el futuro gobierno”. Esta frase fue difundida ayer por un la agencia oficial de noticias Télam.
Horas antes, en la intimidad del gobierno, había quienes intentaban transmitir la idea de que el propio Peirano había sido el impulsor de la difusión pública de su virtual renuncia, pero el jefe del Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, aclaró ante Kirchner que nada tuvo que ver.
El primer mandatario junto a su esposa evaluaban anoche si esta circunstancia los obligaría a adelantar la composición del futuro gabinete que asumirá a partir del 10 de diciembre y simultáneamente subrayar que tanto Peirano como Moreno tendrán lugar en la gestión que viene, pero desde posiciones menos expuestas.
Otro de los nombres firmes que circulaban en los pasillos oficiales es el del intendente electo de Tigre, Sergio Massa, a quien los Kirchner ofrecieron en el viaje a Chile el Ministerio de Trabajo que deja vacante Carlos Tomada.
Con el correr de las horas algunas figuras que se candidatearon fueron perdiendo fuerza, como el caso de Mario Blejer, el presidente de Bapro, Martín Lousteau y Mercedes Marcó del Pont, aunque en todos estos casos la idea nunca pasó de ofrecerles cargos a nivel de Secretarías de Estado.
Lo mismo sucedió con Beatriz Nofal, a quien el jefe de Gabinete suele mencionar para gestas mayores.
Dos nombres se perfilan para suceder a Miguel Peirano cuando asuma Cristina Fernández de Kirchner: se trata del titular de la AFIP, Alberto Abad, y del presidente del Banco Central, Martín Redrado, aunque éste último ha ventilado condiciones que no cayeron bien al matrimonio presidencial, como: asegurar el apartamiento definitivo de Guillermo Moreno de las decisiones que se adopten en el INdEC y enfocar el problema de la inflación como un tema en sí mismo, desvinculándolo totalmente de la cuestión estadística con que pretendía encubrírselo.
El estado público que tomó la comunicación que Peirano había efectuado a Néstor Kirchner y su esposa provocaron un tremendo revuelo en la Casa Rosada, sobre todo porque se la vinculó con un supuesto malestar del ministro con las actitudes del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que teóricamente maneja un área subordinada.
Por eso, ayer el titular del Palacio de Hacienda hizo una referencia elíptica para aclarar su situación: “Tengo la vocación de continuar colaborando con el proyecto de la Presidenta electa, en aquellos espacios que puedan considerarse que contribuyen con el crecimiento económico y la concepción productiva que garantiza el futuro gobierno”. Esta frase fue difundida ayer por un la agencia oficial de noticias Télam.
Horas antes, en la intimidad del gobierno, había quienes intentaban transmitir la idea de que el propio Peirano había sido el impulsor de la difusión pública de su virtual renuncia, pero el jefe del Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, aclaró ante Kirchner que nada tuvo que ver.
El primer mandatario junto a su esposa evaluaban anoche si esta circunstancia los obligaría a adelantar la composición del futuro gabinete que asumirá a partir del 10 de diciembre y simultáneamente subrayar que tanto Peirano como Moreno tendrán lugar en la gestión que viene, pero desde posiciones menos expuestas.
Otro de los nombres firmes que circulaban en los pasillos oficiales es el del intendente electo de Tigre, Sergio Massa, a quien los Kirchner ofrecieron en el viaje a Chile el Ministerio de Trabajo que deja vacante Carlos Tomada.
Con el correr de las horas algunas figuras que se candidatearon fueron perdiendo fuerza, como el caso de Mario Blejer, el presidente de Bapro, Martín Lousteau y Mercedes Marcó del Pont, aunque en todos estos casos la idea nunca pasó de ofrecerles cargos a nivel de Secretarías de Estado.
Lo mismo sucedió con Beatriz Nofal, a quien el jefe de Gabinete suele mencionar para gestas mayores.
