Comenzó ensombrecida por actos de violencia la jornada del paro dispuesto para hoy por las centrales sindicales. Grupos que no han sido todavía identificados, atacaron a colectivos y taxis con pedradas, bulones y petardos , provocando en algunos casos heridos. Otra modalidad de lucha es el corte de ruta y de accesos a la capital federal y otras urbes, por piquetes perfectamente organizados.
Estos son algunos de los episodios registrados en las primeras horas:
1. Ataques a colectivos y taxis en el Gran Buenos Aires y Mar del Plata. Un taxista herido con una bomba “Molotov” en el barrio de Flores.
2. Cortes de rutas en Santa Fe – donde fue atacada con explosivos la radio LT9 – y en la ruta 3, desde la rotonda de Alpargatas hasta el cruce de Varela.
3. Cortes en los accesos a la capital federal, sobre la Avenida Mitre de Avellaneda.
4. La avenida Corriente fue cortada desde Maipú hasta Florida por piquetes.
Se contabilizaba, al comenzar el día, alrededor de 60 micros dañados en el conurbano y varios choferes heridos.
El gobierno había anticipado su decisión de no declarar la ilegalidad del movimiento, en respeto al derecho de huelga, pero advirtió a la vez que no toleraría actos que impidieran por la fuerza la concurrencia al trabajo de quienes quisieran hacerlo.
Para ello impartió precisas instrucciones a la Policía Federal para vigilar los puntos estratégicos de circulación del tránsito y garantizar la prestación de los servicios esenciales vinculados con la salud y el transporte.
El Presidente de la Rúa manifestó ayer que la huelga afectaría a la economía del país y esta noche hablará al país para explicar nuevamente las causas que lo llevaron a producir un recorte en los gastos fiscales con las medidas que el paro, precisamente, repudia.
El enfrentamiento sindical comenzó el 5 de mayo, con el paro dispuesto por la CGT disidente, encabezada por el camionero Hugo Moyano; prosiguió el 31 con la movilización de diversos sectores políticos y sociales contra el FMI y vuelve a manifestarse hoy con otra paralización de tareas que insinúa tener vastos alcances.
Coinciden en el litigio las tres centrales en que se ha dividido el movimiento obrero, la CGT de Azopardo, la CGT disidente de Moyano y la CTA, donde se nuclean grupos identificados con una línea de pensamiento afín a la izquierda del espectro ideológico.
El gobierno descuenta que el paro tendrá altos niveles de acatamiento en el gran Buenos Aires y algunas de las ciudades más importantes del país, como Córdoba y Santa Fe, a pesar de que algunos gobernadores justicialistas se muestran más propensos a establecer términos de convivencia política que al choque frontal.
Fernando de la Rúa partirá mañana en su gira a los Estados Unidos y dejará que sus colaboradores inicien los contactos para establecer ese vínculo con la clase política con el propósito de enfrentar el futuro inmediato de manera conjunta. Habrá que ver cuales son las bases sobre las que se podrá instrumentar una mesa de diálogo amplia, en la se puedan establecer pautas mínimas para que toda la sociedad se sienta representada en la tarea de establecer un proyecto viable de país.
Comenzó ensombrecida por actos de violencia la jornada del paro dispuesto para hoy por las centrales sindicales. Grupos que no han sido todavía identificados, atacaron a colectivos y taxis con pedradas, bulones y petardos , provocando en algunos casos heridos. Otra modalidad de lucha es el corte de ruta y de accesos a la capital federal y otras urbes, por piquetes perfectamente organizados.
Estos son algunos de los episodios registrados en las primeras horas:
1. Ataques a colectivos y taxis en el Gran Buenos Aires y Mar del Plata. Un taxista herido con una bomba “Molotov” en el barrio de Flores.
2. Cortes de rutas en Santa Fe – donde fue atacada con explosivos la radio LT9 – y en la ruta 3, desde la rotonda de Alpargatas hasta el cruce de Varela.
3. Cortes en los accesos a la capital federal, sobre la Avenida Mitre de Avellaneda.
4. La avenida Corriente fue cortada desde Maipú hasta Florida por piquetes.
Se contabilizaba, al comenzar el día, alrededor de 60 micros dañados en el conurbano y varios choferes heridos.
El gobierno había anticipado su decisión de no declarar la ilegalidad del movimiento, en respeto al derecho de huelga, pero advirtió a la vez que no toleraría actos que impidieran por la fuerza la concurrencia al trabajo de quienes quisieran hacerlo.
Para ello impartió precisas instrucciones a la Policía Federal para vigilar los puntos estratégicos de circulación del tránsito y garantizar la prestación de los servicios esenciales vinculados con la salud y el transporte.
El Presidente de la Rúa manifestó ayer que la huelga afectaría a la economía del país y esta noche hablará al país para explicar nuevamente las causas que lo llevaron a producir un recorte en los gastos fiscales con las medidas que el paro, precisamente, repudia.
El enfrentamiento sindical comenzó el 5 de mayo, con el paro dispuesto por la CGT disidente, encabezada por el camionero Hugo Moyano; prosiguió el 31 con la movilización de diversos sectores políticos y sociales contra el FMI y vuelve a manifestarse hoy con otra paralización de tareas que insinúa tener vastos alcances.
Coinciden en el litigio las tres centrales en que se ha dividido el movimiento obrero, la CGT de Azopardo, la CGT disidente de Moyano y la CTA, donde se nuclean grupos identificados con una línea de pensamiento afín a la izquierda del espectro ideológico.
El gobierno descuenta que el paro tendrá altos niveles de acatamiento en el gran Buenos Aires y algunas de las ciudades más importantes del país, como Córdoba y Santa Fe, a pesar de que algunos gobernadores justicialistas se muestran más propensos a establecer términos de convivencia política que al choque frontal.
Fernando de la Rúa partirá mañana en su gira a los Estados Unidos y dejará que sus colaboradores inicien los contactos para establecer ese vínculo con la clase política con el propósito de enfrentar el futuro inmediato de manera conjunta. Habrá que ver cuales son las bases sobre las que se podrá instrumentar una mesa de diálogo amplia, en la se puedan establecer pautas mínimas para que toda la sociedad se sienta representada en la tarea de establecer un proyecto viable de país.
