Paquete Bush: ¿una solución transaccional en el Congreso?

Legisladores republicanos fieles a George W. Bush ya no esperan un acuerdo bipartidario sobre el paquete de rebajas tributarias por US$ 726.000 millones en el decenio 2003-12. Ahora ofrecen una salida transaccional y recortes temporarios.

8 mayo, 2003

Aun con este “plan chico”, los líderes de ambas bancadas oficialistas
admitían, ayer, que el camino era muy cuesta arriba y no creían
fácil superar un escollo clave: la comisión financiera del Senado.
Mientras tanto, el comité de medios y recursos (cámara baja) aprobaba,
con votos de ambos partidos, otro programa de rebajas impositivas, más
estricto y costoso para el gobierno.

Preparado hace poco por el diputado William Thomas (republicano, California),
jefe del grupo, reduce pero no elimina los impuestos sobre dividendos y baja
la tasa sobre ganancias mucho menos que la propuesta oficial, dejándola
en 15%. Este segundo “plan chico” pasó la comisión por
24 votos a 15 e ingresa al piso mañana viernes.

Las maniobras de esta semana han sido bastante confusas. Por un lado, Bush
hablaba de una “victoria fácil”. Por el otro, finalmente obtendrá
bastante menos de cuanto pretendía, con limitaciones y condicionamientos.
“Los representantes analizan una propuesta que incluirá todos los
elementos de nuestro plan de crecimiento a diez años”, sostenía
ayer el presidente, hablando en la Cámara de Comercio.

Técnicamente, ambos “planes chicos” y el original tienen varios
elementos en común. Por ejemplo, rebajan las tasas sobre réditos
de contribuyentes de ingresos medios y altos, desgravan a parejas recién
casadas y elevan de US$ 600 a 1.000 la desgravación por cada hijo menor
de edad. Al respecto, algunos medios se preguntan “por qué los vástagos
de las familias Bush, Cheney, Fastow, Weill, Case, Diller o Buffett debieran
pagan menos impuestos”.

Más allá de detalles e interpretaciones, la clave de todo sigue
siendo la completa eliminación de impuestos sobre dividendos accionarios,
algo que tiende a beneficiar a gente de ingresos altos y muy altos. Para enojo
de Bush, el proyecto del senador Charle Grassley (Iowa), jefe de la comisión
financiera, recorta ese gravamen 33% este año, 66% el próximo
y lo elimina en 2005 (tomando ejercicios fiscales, que van de octubre a septiembre).
Pero lo restituye a partir de 2006, en vez de suspenderlo hasta 2012, como querían
Wall Street y la Casa Blanca. A su vez, los demócratas tacharon de hipócrita
la salida transaccional y, anoche, negaban el mínimo de votos suficiente
para aprobar la moción de Grassley. Debe recordarse que la cámara
baja ya había recortado de US$ 726.000 millones a 550.000 millones el
programa original de Bush.

Aun con este “plan chico”, los líderes de ambas bancadas oficialistas
admitían, ayer, que el camino era muy cuesta arriba y no creían
fácil superar un escollo clave: la comisión financiera del Senado.
Mientras tanto, el comité de medios y recursos (cámara baja) aprobaba,
con votos de ambos partidos, otro programa de rebajas impositivas, más
estricto y costoso para el gobierno.

Preparado hace poco por el diputado William Thomas (republicano, California),
jefe del grupo, reduce pero no elimina los impuestos sobre dividendos y baja
la tasa sobre ganancias mucho menos que la propuesta oficial, dejándola
en 15%. Este segundo “plan chico” pasó la comisión por
24 votos a 15 e ingresa al piso mañana viernes.

Las maniobras de esta semana han sido bastante confusas. Por un lado, Bush
hablaba de una “victoria fácil”. Por el otro, finalmente obtendrá
bastante menos de cuanto pretendía, con limitaciones y condicionamientos.
“Los representantes analizan una propuesta que incluirá todos los
elementos de nuestro plan de crecimiento a diez años”, sostenía
ayer el presidente, hablando en la Cámara de Comercio.

Técnicamente, ambos “planes chicos” y el original tienen varios
elementos en común. Por ejemplo, rebajan las tasas sobre réditos
de contribuyentes de ingresos medios y altos, desgravan a parejas recién
casadas y elevan de US$ 600 a 1.000 la desgravación por cada hijo menor
de edad. Al respecto, algunos medios se preguntan “por qué los vástagos
de las familias Bush, Cheney, Fastow, Weill, Case, Diller o Buffett debieran
pagan menos impuestos”.

Más allá de detalles e interpretaciones, la clave de todo sigue
siendo la completa eliminación de impuestos sobre dividendos accionarios,
algo que tiende a beneficiar a gente de ingresos altos y muy altos. Para enojo
de Bush, el proyecto del senador Charle Grassley (Iowa), jefe de la comisión
financiera, recorta ese gravamen 33% este año, 66% el próximo
y lo elimina en 2005 (tomando ejercicios fiscales, que van de octubre a septiembre).
Pero lo restituye a partir de 2006, en vez de suspenderlo hasta 2012, como querían
Wall Street y la Casa Blanca. A su vez, los demócratas tacharon de hipócrita
la salida transaccional y, anoche, negaban el mínimo de votos suficiente
para aprobar la moción de Grassley. Debe recordarse que la cámara
baja ya había recortado de US$ 726.000 millones a 550.000 millones el
programa original de Bush.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades