Orden y seguridad: dos prioridades

De acuerdo a una encuesta dada a conocer ayer. Casi 45% de la población los elige antes que la libertad y la democracia.

25 julio, 2000

La consultora Graciela Romer y Asociados, dio a conocer ayer, los resultados de un sondeo sobre las prioridades y principales preocupaciones de los argentinos. La encuesta se llevó a cabo en Capital Federal y Gran Buenos Aires.

Casi la mitad de los entrevistados, privilegiaron el orden y la seguridad antes que la libertad y la democracia. La preocupación por el ordenamiento social se da, con mayor prevalencia, en los sectores bajo y medio bajo y en las mujeres. Cabe destacar que en ningún estrato social, el ver al orden y la seguridad como prioritarios sobre la libertad y la democracia, bajó de 30%.

Esta encuesta, se realiza desde hace varios años y es interesante ver cómo fueron evolucionando los guarismos:
1-Entre 1992 y el 93´, quienes preferían el orden y la seguridad sólo alcanzaban 20%. Era uno de los mejores momentos de la administración menemista; Cavallo había lanzado el plan de convertibilidad y comenzaba la estabilidad de precios.

2-Desde fines de 1996, ha venido creciendo el número de personas que prefieren la seguridad y el orden antes que la democracia y la libertad.

La seguridad es un reclamo que la sociedad viene realizando desde hace algún tiempo, y se transformó –frente a la creciente ola de violencia– en un tema prioritario, que sólo comparte su papel de prioridad con el desempleo. Es que ambos, aunque muchos teóricos discrepen con esta línea de pensamiento, están íntimamente relacionados; esto no implica una relación de causa-efecto ( no todos los desocupados son violentos, ni todos los violentos son desocupados).

Violencia y desocupación se relacionan en la falta de esperanzas, en la poca capacidad de proyección a futuro de vastos sectores de la sociedad que no pueden plantearse mejorar su calidad de vida ni ascender en la escala social (económica o culturalmente). Esta población desesperanzada , muchas veces descreída de sus dirigentes y sin perspectivas es sumamente propensa a producir hechos de violencia (social o doméstica; psíquica o física) con o sin intenciones de delinquir.

Muchas veces en los últimos años, y en especial en este último, vemos hechos de violencia extrema (asesinatos) que no tienen un móvil ( no hubo robo, ni venganza ni ninguna causa racional); esto es lo que se denomina violencia emocional, no es utilizada como un medio para lograr un fin, sino que se transforma en un fin en si misma; su objetivo es sólo la descarga. Este tipo de violencia es el que más atemoriza y frente al que la sociedad reclama urgentes medidas.

Si bien la violencia es un fenómeno que hay que abordar desde todos los sectores (penas más duras y efectivas, trabajo comunitario y prevención) si vastos sectores de la población no tiene expectativas respecto a su futuro, la resolución de la violencia será extremadamente difícil.

Lic. María Valeria Ceron.

La consultora Graciela Romer y Asociados, dio a conocer ayer, los resultados de un sondeo sobre las prioridades y principales preocupaciones de los argentinos. La encuesta se llevó a cabo en Capital Federal y Gran Buenos Aires.

Casi la mitad de los entrevistados, privilegiaron el orden y la seguridad antes que la libertad y la democracia. La preocupación por el ordenamiento social se da, con mayor prevalencia, en los sectores bajo y medio bajo y en las mujeres. Cabe destacar que en ningún estrato social, el ver al orden y la seguridad como prioritarios sobre la libertad y la democracia, bajó de 30%.

Esta encuesta, se realiza desde hace varios años y es interesante ver cómo fueron evolucionando los guarismos:
1-Entre 1992 y el 93´, quienes preferían el orden y la seguridad sólo alcanzaban 20%. Era uno de los mejores momentos de la administración menemista; Cavallo había lanzado el plan de convertibilidad y comenzaba la estabilidad de precios.

2-Desde fines de 1996, ha venido creciendo el número de personas que prefieren la seguridad y el orden antes que la democracia y la libertad.

La seguridad es un reclamo que la sociedad viene realizando desde hace algún tiempo, y se transformó –frente a la creciente ola de violencia– en un tema prioritario, que sólo comparte su papel de prioridad con el desempleo. Es que ambos, aunque muchos teóricos discrepen con esta línea de pensamiento, están íntimamente relacionados; esto no implica una relación de causa-efecto ( no todos los desocupados son violentos, ni todos los violentos son desocupados).

Violencia y desocupación se relacionan en la falta de esperanzas, en la poca capacidad de proyección a futuro de vastos sectores de la sociedad que no pueden plantearse mejorar su calidad de vida ni ascender en la escala social (económica o culturalmente). Esta población desesperanzada , muchas veces descreída de sus dirigentes y sin perspectivas es sumamente propensa a producir hechos de violencia (social o doméstica; psíquica o física) con o sin intenciones de delinquir.

Muchas veces en los últimos años, y en especial en este último, vemos hechos de violencia extrema (asesinatos) que no tienen un móvil ( no hubo robo, ni venganza ni ninguna causa racional); esto es lo que se denomina violencia emocional, no es utilizada como un medio para lograr un fin, sino que se transforma en un fin en si misma; su objetivo es sólo la descarga. Este tipo de violencia es el que más atemoriza y frente al que la sociedad reclama urgentes medidas.

Si bien la violencia es un fenómeno que hay que abordar desde todos los sectores (penas más duras y efectivas, trabajo comunitario y prevención) si vastos sectores de la población no tiene expectativas respecto a su futuro, la resolución de la violencia será extremadamente difícil.

Lic. María Valeria Ceron.

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