<p> Así afirma, con franqueza infrecuente, un estudio sobre el tema subido a la Web por la división investigaciones del Banco Popular Chino (o sea el emisor). En realidad, es un trabajo preparado para la inminente cumbre que el Grupo de los 20 hará el 2 de abril.</p>
<p>En otras palabras, finalmente Beijing opina sobre la peor crisis sistémica desatada desde 1929. Para subrayar el carácter político del documento, Zhou Xiaochüan –presidente del banco central- censuró a los gobiernos “que no emularon a tiempo nuestras decisivas acciones para manejar la economía y evitar males mayores”.</p>
<p>Sin muchos miramientos, el informe de la entidad sostiene: “aunque la estructura regulatoria de EE.UU. sea un rompecabezas de instancias y jurisdicciones, muchos creían que funcionaría bien. Pero los costos de esperar que reaccionara a tiempo han sido tremendos”. </p>
<p>Falta de coordinación y mala comunicación entre bancos centrales y titulares de hacienda del mundo avanzado “trababan los esfuerzos para salvar los principales sistemas financieros y muchos de la periferia”. Resulta sugestivo que este duro trabajo coincida con la drástica propuesta de reformas elevada al Congreso por Barack Obama. </p>
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Opinión de China: fue la autocomplacencia
A juicio del banco central chino, la soberbia y la convicción, en Estados Unidos y otras economías, de que los mercados siempre se corrigen a tiempo llevaron a este descalabro. Pero sus burbujas y sus desenlaces dicen lo contrario.