OCDE: de pronto, los repuntes surgen por todas partes
Siguiendo al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, la Organización de Cooperación pro Desarrollo Económico ve crecimiento por doquier. No obstante, se trata en general- de ritmos pausados, lejos de otras décadas.
A lo sumo, como admite el largo informe difundido esta semana, “puede decirse que el estancamiento ha quedado atrás en las economías centrales”. Pero las tasas de desarrollo son modestas en términos de producto bruto interno: apenas 0,2% -promedio real- este año, más proyecciones de 1,1% en 2006 y 1,5% en 2007”.
Cabe acotar que son cifras basadas en las del FMI y que, en años anteriores, sus pronósticos generalmente no fueron convalidados por la realidad. Tal vez por eso, ahora las previsiones son harto cautas.
Para Estados Unidos, segunda economía del mundo, los números de la OCDE son +3,6% este año, +3,5% el próximo y 3,3% en 2007; siempre aludiendo al PBI (en 2003-4, había subido 4,2%). Gran Bretaña presenta 1,7% este año, 2,4% en 2006 y 2,7% en 2007. Pero viene de 3,2% en 2004. En lo tocante a Francia, los cálculos son pobres: +1,6% (2005), +2,1% (2006) y + 2,2% (2007).
No se ve mejor Alemania, con avances de 1,1% este año, 1,8% el próximo y 1,7% en 2007, ni Italia (0,2%, 1,1% y 1,5%). Por el contrario y pese a vaivenes -por ejemplo, nuevos síntomas deflacionarios-, Japòn observa proyecciones de 2,4, 2,1 y 2,2%. En lo tocante a la mayor economía por volumen conjunto, la Unión Europea, se esperan alzas de 1,4% este año, 2,1% en 2006 y 2,2% en 2007. Se trata, claro, del PB regional.
Ninguna de esas cifras puede compararse con los mejores años 80 y 90, especialmente en las economías de mayor tamaño. También quedan muy a la zaga de China, Argentina (más de 8,5% anual cada una, aunque la segunda no sea mencionada) e India (6%). Fuera de los círculos convencionales, interesa una observación de Joseph Stiglitz: “la globalización sigue siendo un fenómeno sólo financiero, cuando no psicológico. Tras su auge en 1999-2000, pocas economías han mantenido el dinamismo de decenios previos”.
A lo sumo, como admite el largo informe difundido esta semana, “puede decirse que el estancamiento ha quedado atrás en las economías centrales”. Pero las tasas de desarrollo son modestas en términos de producto bruto interno: apenas 0,2% -promedio real- este año, más proyecciones de 1,1% en 2006 y 1,5% en 2007”.
Cabe acotar que son cifras basadas en las del FMI y que, en años anteriores, sus pronósticos generalmente no fueron convalidados por la realidad. Tal vez por eso, ahora las previsiones son harto cautas.
Para Estados Unidos, segunda economía del mundo, los números de la OCDE son +3,6% este año, +3,5% el próximo y 3,3% en 2007; siempre aludiendo al PBI (en 2003-4, había subido 4,2%). Gran Bretaña presenta 1,7% este año, 2,4% en 2006 y 2,7% en 2007. Pero viene de 3,2% en 2004. En lo tocante a Francia, los cálculos son pobres: +1,6% (2005), +2,1% (2006) y + 2,2% (2007).
No se ve mejor Alemania, con avances de 1,1% este año, 1,8% el próximo y 1,7% en 2007, ni Italia (0,2%, 1,1% y 1,5%). Por el contrario y pese a vaivenes -por ejemplo, nuevos síntomas deflacionarios-, Japòn observa proyecciones de 2,4, 2,1 y 2,2%. En lo tocante a la mayor economía por volumen conjunto, la Unión Europea, se esperan alzas de 1,4% este año, 2,1% en 2006 y 2,2% en 2007. Se trata, claro, del PB regional.
Ninguna de esas cifras puede compararse con los mejores años 80 y 90, especialmente en las economías de mayor tamaño. También quedan muy a la zaga de China, Argentina (más de 8,5% anual cada una, aunque la segunda no sea mencionada) e India (6%). Fuera de los círculos convencionales, interesa una observación de Joseph Stiglitz: “la globalización sigue siendo un fenómeno sólo financiero, cuando no psicológico. Tras su auge en 1999-2000, pocas economías han mantenido el dinamismo de decenios previos”.
