<p>Este fin de semana cundía en la Casa Blanca un clima de emparches alrededor de Barack Obama, en vísperas de peligrosas elecciones de medio mandato (2 de noviembre). Sin haber podido hacer gran cosa para mantener el perfil que trajera de Chicago, Emanuel ahora encontraría dificultades para proyectarse como candidato a intendente en su distrito natal.<br />
<br />
El sustituto del jefe de gabinete, Rouse, es todo lo contrario salvo en un aspecto: ambos son amigos personales del Presidente. Si Emanuel era un propagador de incendios frustrado, el sucesor tiene fama de apagarlos. Sus presuntos méritos residen en la paciencia, el diálogo y la afabilidad.<br />
<br />
El propio mandatarios calificó la renuncia de Emanuel como “lo más previsible y menos sorpresivo del momento”, mostrando un sentido del humor poco frecuente en el salón oval. En efecto, la partida del ex funcionario –si no el nombre de reemplazante- era previsible desde agosto.<br />
<br />
“Los jefes de gabinete suelen pasar, es normal”, recordó Roy Neel, quien desempeñara ese cargo bajo William J.Clinton. Pero hoy la incógnita es otra: ¿serán suficientes los cambios ya hechos en primera línea, como los ya efectuados, Lawrence Summers o Emanuel, o los potenciales (Geithner) para revertir en apenas un mes las señales negativas alrededor del gobierno?<br />
<br />
En primer lugar, asoma el fantasma de la ultraderecha republicana y un Tea party que podría estar contagiando a los demócratas. En segundo, se considera al propio Rouse como ave de paso. En tercero, varios legisladores oficialistas ya le han pedido a Emanuel desistir de presentarse en Chicago. De hecho, ese grupo estimaba preferible mantenerlo hasta los comicios y no quemar prematuramente a Rouse. Exactamente, el argumento esgrimido para no sacar también de Geithner.<br />
</p>
Obama reemplaza al irritante Emanuel por un módico Rouse
Los cambios en Washington alcanzaron a Rahm Emanuel y pusieron como jefe de gabinete al apacible Peter Rouse. El polémico ex funcionario duró 21 meses, en cuyo transcurso su imagen fue desdibujándose. ¿Le tocará ahora a Timothy Geithner en el Tesoro?