Obama promulgará la reforma financiera la semana próxima
Cuando la imagen presidencial rozaba un piso en 18 meses, 40% -según dos encuestas-, el Senado aprobó la mayor reforma desde 1933/34. Aunque atenuada por modificaciones, es el peor revés para Wall Street, ya golpeada por la crisis de 2006/09.
16 julio, 2010
<p>Barack Obama mismo se encargó de señalar que “esta legislación endurecerá controles sobre bancas, operadores y otros agentes de un mercado responsable de haber desencadenado la peor crisis desde 1929/33”. Manos anónimas pusieron a media asta por pocas horas algunas banderas en edificios emblemáticos de Wall Street.<br />
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El proyecto de ley pasó por sesenta votos a 39, reflejando la división de la cámara entre demócratas y republicanos. Los opositores, pues, prefirieron la disciplina partidaria y acompañar a sus correligionarios más intransigentes. En un claro mensaje a los máximos ejecutivos del negocio, la inminente “ley Christopher Dodd” (por el senador que encabeza el comité bancario) apunta a quienes malgastan en remuneraciones astronómicas y fuerzan rescates onerosos para los contribuyentes.<br />
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En verdad, los culpables de permitir ese descalabro eran altos funcionarios del gobierno de George W.Bush. Entre ellos Henry Paulson (ex Goldman Sachs, entonces secretario del Tesoro) y Benjamin Bernanke, todavía presidente de la Reserva Federal… confirmado por el propio Obama.<br />
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Entre las innovaciones más notables figura una agencia pro defensa del público (mal llamado “consumidor”) usuario de tarjetas y otras formas de crédito minorista. Este punto fue tachado de “socialdemócrata” por analistas del ultraconservador instituto Cato. Otra novedad será un consejo regulador de riesgos y su gestión, que contribuirá a limitar los negocios financieros, en particular derivativos y transacciones de alta frecuencia.<br />
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Un título delicado de la futura ley hace a las facultades del gobierno federal para intervenir, controlar o liquidar bancos y otros intermediarios financieros. Algunos economistas, como Paul Krugman o Jeffrey Sachs, temen que el punto revalide un viejo mito de Wall Street y Londres, las “entidades demasiado grandes para dejarlas caer”. Hasta no hace mucho, Timothy Geithner –ex director de la RF y sucesor de Paulson- compartía esa idea.<br />
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Pero otra cláusula de la “ley Dodd” tiende a evitar ese efecto. Al introducir en el contexto un factor correctivo, refuerza facultades reguladoras Por ende, podrá subdividir grandes entidades si su desmedido tamaño pusiera en peligro a todo el sistema o, alternativamente, facilite oligopolios, cartelizaciones u otras maneras de restringir la competencia.<br />
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Por fin, el artículo más controvertido y humillante para Wall Street pasó pese a los embates republicanos. Es la norma que fija un gravamen sobre toda la red, que recaudará alrededor de US$ 19.000 millones en cinco años (2011/12 a 2015/16), necesarios para solventar las propias reformas. Esta innovación aterra a los gobiernos que –como Japón, Alemania, Holanda, Suiza y otros- ven en ese artículo una “tasa Tobin” en potencia.</p>
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