En otras palabras, Barack Obama quiere ir más allá de las medidas votadas en el Congreso, para espanto de Detroit y sus cabilderos. El mandatario difundirá nuevas directivas sobre emisiones y ahorro de combustibles. <br />
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Algunos expertos en la materia creen que el gobierno federal continúa emulando el ejemplo de California. El estado, cuyo producto bruto interno es el quinto del planeta, viene abriendo rumbos desde los años 50, cuando –vaya ironía- rivalizaba con Texas por el liderazgo petrolero nacional. No es casual que el primer coche “ecológico” fuera el Corvete 1957 de General Motors, adaptado a las exigencia californianas y hoy una leyenda. <br />
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El plan aprobado en el Congreso tiene un objetivo clave: 15 kilómetros por litro de nafta hacia 2020, contra los 11,7 kilómetros actuales. Detalle poco notado: la información oficial en el tema viene expresada en km/litro, no ya sólo en milla/galón. <br />
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Claro, las automotrices estadounidenses o cuanto queda de ellas (Ford, para el caso) sostienen que la reconversión resulta demasiado temprana y costosa. Pero no toman en cuenta la realidad: en la tercera década del siglo, las fuentes de hidrocarburos entrarán en fase de agotamiento y su sustitución será “sí o sí”. <br />
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Las dificultades actuales en Detroit juegan a favor de Obama. GM está en víspera de la quiebra y un desmembramiento internacional, Chrysler negocia una alianza italiana que podrá llegar al control. No es casual que Fiat sea ese socio y, a la vez, el de Opel. Estas cosas no desvelan a Obama. Por el contrario, quiere acelerar plazos y que Chrysler, GM o sus eventuales controlantes fabriquen coches menos tóxicos… para 2016. Su propuesta habla de un consumo medio de 18 km/litro y, para las camionetas 4×4 subsistentes, 20 km/litro. <br />
Obama presiona en favor de autos menos tóxicos
El presidente norteamericano insiste en salvar a la industria automotriz de sí misma. Ahora le impone metas concretas en cuanto a menor consumo de combustibles fósiles y motores híbridos, vale decir menos contaminantes.
