“El cambio de prioridades –señaló Barack Obama- no vendrá sólo de Washington, sino también de ustedes. No habrá obstáculos político ni ideológicos de nuestra parte: hay que poner otra vez de pìe la unión”. La reunión se llevó a cabo en Filadelfia, capital original del país.
Por ejemplo, 41 estados muestran rojos presupuestarios y, algunos de ellos, tienen constituciones “monetaristas” que las vedan autorizan gastos sin cobertura. Por ende, o aumentan impuestos –una salida neoclásica. O recortan servicios y erogaciones sociales. Ambas cosas chocan contra la recesión deflatoria que vive el conjunto.
“Todos los programas para pobres, niños , ancianos y educación corren severo peligro”, explicaba Edmundo Rendel, gobernador de Pennsilvania. Ya el lunes, en California (el sexto PBI el mundo), Schwarzenegger declaraba una emergencia fiscal, pidiendo a su legislatura romper barreras politicas para cubrir un agujero de US$ 28.000 millones. “En dos meses, podemos quedarnos sin un centavo en caja”, sostuvo.
Concretamente, los estados solicitan del gobierno entrante alrededor de US$ 180.000 millones (36% de lo pedido por Detroit al congreso) para salud, ambiente, inválidos, ancianos y cientos de proyectos infraestructurales en etapa ejecutiva, bloqueados por falta de fondos.
Probablemente sea el futuro vicepresidente, Joseph Biden, quien esté a cargo de futuro paquete. Todo un contraste con Richard Cheney, nunca preocupado por asuntos internos, salvo el espionaje de ciudadanos y residentes. Según algunos gobernadores, un plan integral de recuperación insumiría alrededor de US$ 700.000 millones, casi lo que Henry Paulson pretende otorgar a malos banqueros y por lo cual algunos dirigentes quisieran entablarle juicio político.
“El cambio de prioridades –señaló Barack Obama- no vendrá sólo de Washington, sino también de ustedes. No habrá obstáculos político ni ideológicos de nuestra parte: hay que poner otra vez de pìe la unión”. La reunión se llevó a cabo en Filadelfia, capital original del país.
<p>Por ejemplo, 41 estados muestran rojos presupuestarios y, algunos de ellos, tienen constituciones “monetaristas” que las vedan autorizan gastos sin cobertura. Por ende, o aumentan impuestos –una salida neoclásica. O recortan servicios y erogaciones sociales. Ambas cosas chocan contra la recesión deflatoria que vive el conjunto.</p>
<p>“Todos los programas para pobres, niños , ancianos y educación corren severo peligro”, explicaba Edmundo Rendel, gobernador de Pennsilvania. Ya el lunes, en California (el sexto PBI el mundo), Schwarzenegger declaraba una emergencia fiscal, pidiendo a su legislatura romper barreras politicas para cubrir un agujero de US$ 28.000 millones. “En dos meses, podemos quedarnos sin un centavo en caja”, sostuvo.</p>
<p>Concretamente, los estados solicitan del gobierno entrante alrededor de US$ 180.000 millones (36% de lo pedido por Detroit al congreso) para salud, ambiente, inválidos, ancianos y cientos de proyectos infraestructurales en etapa ejecutiva, bloqueados por falta de fondos.</p>
<p>Probablemente sea el futuro vicepresidente, Joseph Biden, quien esté a cargo de futuro paquete. Todo un contraste con Richard Cheney, nunca preocupado por asuntos internos, salvo el espionaje de ciudadanos y residentes. Según algunos gobernadores, un plan integral de recuperación insumiría alrededor de US$ 700.000 millones, casi lo que Henry Paulson pretende otorgar a malos banqueros y por lo cual algunos dirigentes quisieran entablarle juicio político.</p>
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