<p>En un discurso que apunta a un giro en la relación con el otrora aliado clave de Estados Unidos en Levante, Barack Obama se declaró en pro de un estado palestino en las fronteras de 1967. O sea, antes de la II guerra árabe-israelí, llamada de los seis días. Washington marca, pues, un drástico cambio. De paso, se pronuncia por librar de la presencia militar israelí Jerusalem oriental –que Tel Aviv considera capital-, Cisjordania, Gaza y Golán.<br />
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Benyamín Netanyahu, primer ministro que este viernes se reúne con Obama, rechaza el regreso a 1967 en nombre de la seguridad. “Pero esa seguridad quedó cuestionada por la derrota en el sur de Líbano (2005)”, señalan dos analistas de la Liga Árabe. Similar postura manifiesta Gore, para quien el destino de Palestina-Gaza está ligado a las reinvindicaciones populares, desde Túnez hasta Yemén, Bahréin y Siria.<br />
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Aludiendo al mensaje de Obama, el ex vice de William Clinton lo define como “eje de grandes, complejas transformaciones. Entre ellas, la creciente oposición a sistemas autoritarios en varios países árabes. Esta vez, es un fenómeno ajeno a Israel, Occidente y el negocio petrolero”. Curiosamente, la izquierda judía no ha abierto la boca.<br />
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La fulminante reacción de Netanyahu refleja lo mismo que sucedió en Líbano, años atrás: no comprensión de factores inesperados. En esta oportunidad, los levantamientos árabes y la nueva actitud norteamericana, hasta cierto punto afín a la Unión Europea. “Los límites entre Palestina e Israel deben basarse en los de 1967. Ello involucra una retirada militar gradual y completa”, afirmó Obama.<br />
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Por otra parte, “ambas partes han de negociar problemas tan delicados como Jerusalem, los refugiados palestinos y las colonías judías en tierras ocupadas”. Por otra parte, el Presidente censuró con dureza los excesos represivos en Siria y Yemén, aunque no dijo nada sobre Bahréin, donde actúan tropas de otro aliado histórico, Saudiarabia.<br />
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Obama: Israel debe volver a los límites de 1967
El statu quo ya no puede sostenerse. Así lo muestran seis meses de revueltas árabes contra regímenes autoritarios señaló el presidente.Tel Aviv debe retirarse de los territorios ocupados lo secundó el ex vicepresidente Albert Gore.
