Saif al-Adel, sucesor de bin Laden en al-Qaeda

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En forma provisional, encabezará el comando del colectivo terrorista internacional. Este egipcio de cincuenta años –miembro fundador- es un candidato transicional, mientras diversas facciones dirimen una sucesión difícil de resolver sin violencia.

<p>Conocido por su nombre de batalla, Muhammad Ibrahim Makkaw&iacute;, tambi&eacute;n es cabecilla del grupo egipcio Dyihad isl&aacute;mica. Anterior a al-Qa&rsquo;eda, ha jurado lealtad a Osama bin Laden. Como el mentor del grupo, Aim&aacute;n az-Zawahir&iacute;, conoci&oacute; al hoy difunto comendador (califa) en los a&ntilde;os 80, mientras peleaban juntos contra los sovi&eacute;ticos en Afganist&aacute;n.<br />
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Desde ah&iacute;, al-Adel particip&oacute; en el planeamiento de atentados en &Aacute;frica; por ejemplo, los ataques a las embajadas norteamericanas en Kenya (Nairobi)&nbsp; Tanzania (Dar es-Salaam). Por entonces, el enemigo hab&iacute;a pasado a ser Estados Unidos, como qued&oacute; claro el 11 de septiembre de 2001.<br />
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Tras la ofensiva occidental contra el r&eacute;gimen talib&aacute;n &ndash;controla dos tercios del pa&iacute;s-, al-Adel huy&oacute; a Ir&aacute;n y all&iacute; permaneci&oacute; hasta 2010, pese a las malas relaciones entre en gobierno shi&rsquo;ita y los sunnitas afganos. Hace alrededor de un a&ntilde;o, se traslad&oacute; al noroeste de Pakist&aacute;n, cerca de donde viv&iacute;a bin Laden.<br />
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Nom&aacute;n ben Otm&aacute;, ex militante de la&nbsp; Dyihad libia, inform&oacute; que al-Adel fue seleccionado entre ocho miembros como jefe transitorio de la red. La reuni&oacute;n en la frontera pakiafgana, no lejos de donde mataron al califa, no lleg&oacute; a ser una <em>shur&aacute; </em>(concilio formal) por la imposibilidad de un plenario.<br />
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Esta elecci&oacute;n intenta calmar a la comunidad en l&iacute;nea, irritada por el retraso en zanjar la sucesi&oacute;n. Igual, el nombramiento caus&oacute; sorpresa, pues el principal candidato era justamente az-Zawahir&iacute;. Sin embargo, la misma traba afecta a los dos: se ignora si la rama troncal del sistema &ndash;reside en la pen&iacute;nsula ar&aacute;biga y es la m&aacute;s activa- aceptar&aacute; un l&iacute;der extrarregional y no carism&aacute;tico.<br />
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Por cierto, las disidencias empiezan a tomar cuerpo. Algunas facciones ajenas a la ortodoxia wahab&iacute; (cuyo califa hereditario es el rey saudita) ya se han pronunciado por az-Zawahir&iacute;. Por ejemplo, el &ldquo;estado isl&aacute;mico iraqu&iacute;&rdquo;. Pero, en su caso, representa una peque&ntilde;a minor&iacute;a en un pa&iacute;s de mayor&iacute;a shi&rsquo;ita. Este tipo de roces hace sospechar dos cosas: nadie design&oacute; a al-Adel y, adem&aacute;s, &eacute;l y az-Zawahir&iacute; se hab&iacute;an opuesto a los ataques de 2001 (Manhattan, Pent&aacute;gono) y 2004 (Atocha, Madrid).&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; <br />
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