Nueva cumbre de gobernantes iberoamericanos
Mañana y el sábado, en Panamá, analizarán los problemas de la niñez, que, según datos de Unicef, son alarmantes. Por ejemplo, la mitad de los adolescentes no va a la escuela secundaria.
(EFE).- Los 23 jefes de Estado y de gobierno de América latina, España y Portugal se reúnen mañana (viernes 17) y pasado mañana en la X Cumbre Iberoamericana, con el reto de aprobar un manifiesto en defensa de la infancia que aporte algo más que palabras.
Bajo el ambicioso lema de Unidos por la niñez y la adolescencia, base de la justicia y la equidad en el nuevo milenio, los gobernantes suscribirán un programa de intenciones para aliviar los mayores problemas que hipotecan el futuro de la infancia y, por tanto, de sus países.
Los más destacados se refieren a garantizar el derecho de todos los niños a la educación y la sanidad, protegerlos de la explotación laboral y sexual, y sacarlos de la marginalidad social y el mundo de la droga.
Pero la realidad muestra que esos males están demasiado enquistados en algunas sociedades iberoamericanas como para conseguir resultados a corto o mediano plazo, por mucho que se lo propongan los mismísimos jefes de Estado de toda la región.
Según datos de Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que ha presentado varios documentos e iniciativas ante la cumbre, sólo 22% de los niños latinoamericanos reciben atención médica al nacer, 4% muere antes de los cinco años y 26% tiene déficit de vacunas.
La mitad de la población adolescente de la región nunca se matriculará en la escuela secundaria y 15% trabaja antes los 18 años.
Además, 85.000 niños de entre cinco y 14 años mueren cada año por actos de violencia, mientras la explotación sexual se da en todos los países y “se ha incrementado en los últimos años”, según el organismo internacional.
Los jefes de estado y de gobierno iberoamericanos vienen comprometiéndose con las necesidades de los niños en todos los documentos finales de este foro, desde que empezaron a celebrarlo, en 1991, en México, pero, a pesar de ello, no han logrado resultados destacados, a juzgar por las estadísticas.
Además del objetivo central de la conferencia, los gobernantes aprovecharán, como ocurre cada año, para actualizar la agenda del diálogo multilateral y bilateral en varios temas, desde la cooperación y el comercio, hasta la integración regional, la defensa de los valores democráticos o la cooperación contra las drogas.
(EFE).- Los 23 jefes de Estado y de gobierno de América latina, España y Portugal se reúnen mañana (viernes 17) y pasado mañana en la X Cumbre Iberoamericana, con el reto de aprobar un manifiesto en defensa de la infancia que aporte algo más que palabras.
Bajo el ambicioso lema de Unidos por la niñez y la adolescencia, base de la justicia y la equidad en el nuevo milenio, los gobernantes suscribirán un programa de intenciones para aliviar los mayores problemas que hipotecan el futuro de la infancia y, por tanto, de sus países.
Los más destacados se refieren a garantizar el derecho de todos los niños a la educación y la sanidad, protegerlos de la explotación laboral y sexual, y sacarlos de la marginalidad social y el mundo de la droga.
Pero la realidad muestra que esos males están demasiado enquistados en algunas sociedades iberoamericanas como para conseguir resultados a corto o mediano plazo, por mucho que se lo propongan los mismísimos jefes de Estado de toda la región.
Según datos de Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que ha presentado varios documentos e iniciativas ante la cumbre, sólo 22% de los niños latinoamericanos reciben atención médica al nacer, 4% muere antes de los cinco años y 26% tiene déficit de vacunas.
La mitad de la población adolescente de la región nunca se matriculará en la escuela secundaria y 15% trabaja antes los 18 años.
Además, 85.000 niños de entre cinco y 14 años mueren cada año por actos de violencia, mientras la explotación sexual se da en todos los países y “se ha incrementado en los últimos años”, según el organismo internacional.
Los jefes de estado y de gobierno iberoamericanos vienen comprometiéndose con las necesidades de los niños en todos los documentos finales de este foro, desde que empezaron a celebrarlo, en 1991, en México, pero, a pesar de ello, no han logrado resultados destacados, a juzgar por las estadísticas.
Además del objetivo central de la conferencia, los gobernantes aprovecharán, como ocurre cada año, para actualizar la agenda del diálogo multilateral y bilateral en varios temas, desde la cooperación y el comercio, hasta la integración regional, la defensa de los valores democráticos o la cooperación contra las drogas.
