miércoles, 25 de diciembre de 2024

Mercosur acosado por la inflación

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Los políticos de la región combaten la inflación con un arsenal de medidas que incluyen desde subir las tasas de interés hasta los controles de precios. 

Brasil estudia endurecer la política monetaria por primera vez en dos años. Argentina y especialmente Venezuela, donde la tasa inflacionaria supera el 20% según cálculos independientes, optan por los controles de precios. El mes pasado el Fondo Monetario Internacional pidió a Argentina que presente datos exactos sobre todo pero especialmente sobre inflación. De lo contrario se hará pasible de sanciones que podrían llegar hasta la exclusión del Fondo. 
Brasil y Uruguay están a punto de llegar a sus metas máximas de inflación, Pero Brasil está preparando el terreno para endurecer su política monetaria por primera vez desde 2011. Según informa Thierry Ogier en Emerging Markets, esta semana el presidente del banco central, Alexandre Tombini, admitió que la inflación ha mostrado mucha resiliencia y que la demanda de los consumidores de la nueva clase media emergente ha puesto mucha presión sobre la economía. Esas declaraciones marcan un cambio en el estilo de comunicación del banco central, que anteriormente tendía a minimizar las presiones inflacionarias estructurales. El banco admitió también que la suba de precios no se limita a los alimentos. 
La semana pasada el índice de precios al consumidor se mostró muy por encima de las expectativas de 0,6%, lo cual empujó la tasa anual a 6,3%. Se calcula ahora que la tasa de inflación va a llegar a 6,5% para fines de este mes. 
El banco central se resiste desde hace tiempo a elevar las tasas de interés y solía culpar al entorno externo y a los precios de los alimentos por las persistentes presiones inflacionarias, pero aunque acepte endurecer la política monetaria, ha dado a entender que lo hará de manera “cautelosa” para no malograr la actividad económica el próximo año, un año electoral.
El resto del Mercosur tiene el mismo problema. En Venezuela, la inflación probablemente haya llegado a 23% el año pasado mientras que en Argentina promedió cercana a 10%, según el fondo Monetario Internacional.
“Creo que en ambos países va a continuar, dado que no vemos ningún interés de parte de los políticos por introducir un cambio sustancial en la política económica,” dijo Risa Grais-Targow, analista de América latina en el Eurasia Group.

En Argentina, un congelamiento de precios de dos meses introducido en febrero en los supermercados puede haber llevado algún alivio de corto plazo, dicen los analistas, pero eso sólo va a servir para posponer el problema. En Uruguay, las presiones inflacionarias también están creciendo y la inflación anual llegó a 8,9% en febrero. Esto se ubica muy por encima de la meta inflacionaria de 6% y dañó la credibilidad de la política monetaria. En Brasil, las medidas anunciadas por el gobierno podrían llevar demasiado tarde. 

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