Medio Oriente: atentado agrava la tensión

Una nueva escalada de la violencia se podría desencadenar tras la muerte de un jefe militar palestino que fue alcanzado por disparos israelíes. El grupo Al Fatah prometió vengarse.

9 noviembre, 2000

(EFE).- La muerte de un jefe de las milicias armadas de Al Fatah hoy (jueves 9), en Cisjordania, que el grupo de la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) prometió vengar, junto a la de otros tres palestinos, amenaza con agravar la tensión en la zona.

Los hechos se produjeron en la localidad de Bet Sajur –próxima a la ciudad cisjordana autónoma de Belén–, donde murió el jefe de la milicia de Al Fatah (los “tanzim”), Husein Abayad, al ser alcanzado su vehículo por cohetes disparados por helicópteros israelíes.

En el ataque también resultaron muertas dos mujeres del pueblo que pasaban por el lugar, según dijeron fuentes palestinas.

Poco después, soldados de Israel mataron a un adolescente palestino junto al asentamiento judío de Nevé Dekalim, en la franja de Gaza, al ser atacados por una multitud que participaba en el funeral de otro joven que el día anterior había perdido la vida también a manos de militares israelíes.

Con las cuatro muertes de hoy, son al menos 205 los palestinos que perdieron la vida a manos de fuerzas israelíes desde que comenzó el actual levantamiento popular –la llamada “intifada Al-Aksa”–, el pasado 28 de septiembre.

A los enfrentamientos diarios, en los que murieron 16 israelíes, tanto civiles como soldados, se sumó un atentado del grupo integrista palestino Yihad Islámica hace dos semanas en Jerusalén.

Al Fatah, el principal de los ocho grupos que integran la OLP prometió vengar la muerte de Abayad, y acusó a Israel de “un escalonamiento de la lucha”.

Por su parte, un portavoz del Ejército israelí dijo que “la operación se llevó a cabo después de que una patrulla de las Fuerzas Armadas identificara a una célula armada que se emplazaba en una posición de ataque, desde la cual en numerosas ocasiones se disparó contra el barrio judío de Guiló y la cercana tumba de Raquel”.

Guiló, para los israelíes un barrio de Jerusalén y para los palestinos y gran parte de la comunidad internacional un asentamiento judío, se encuentra en el sector este de la ciudad, que fue conquistado por Israel en la “Guerra de los Seis Días” de junio de 1967 y anexionado de hecho poco después.

La localidad de Guiló está situada cerca de la ciudad autónoma de Belén –en Cisjordania–, en la que rige la autonomía palestina desde hace cinco años, y a cuya entrada se encuentra la tumba de la matriarca bíblica Raquel, un enclave israelí en el distrito cisjordano.

Según el portavoz militar, “Abayad estuvo implicado en la planificación y la puesta en práctica de numerosos ataques con armas de fuego”, en los que murieron al menos tres soldados israelíes.

El comandante jefe del Ejército israelí, el general Shaul Mofaz, consideró que “tras la operación para la eliminación del destacado miembro de las ´tanzim´ se supone que habrá una escalada de la violencia por parte de miembros de Al Fatah”, una consecuencia previsible tras las muertes de hoy.

“Pero a largo plazo, quienes intenten dañar a nuestros soldados y civiles tienen que saber que no quedarán impunes”, afirmó el comandante del Ejército israelí.

Poco después de que el jefe máximo del Ejército israelí hiciera esa declaración, a media tarde de hoy, la oficina de Al Fatah en la ciudad de Belén hizo un llamamiento para “matar al comandante Mofaz”, y en la localidad israelí de Guiló se decretó el estado de alerta.

Todo apunta a que la espiral de violencia en Medio Oriente continuará, mientras el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, se reunió hoy con Arafat y el próximo domingo día 12 lo hará con el primer ministro israelí, Ehud Barak, precisamente para ponerle fin y eventualmente devolver a ambos líderes a la mesa de negociaciones.

(EFE).- La muerte de un jefe de las milicias armadas de Al Fatah hoy (jueves 9), en Cisjordania, que el grupo de la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) prometió vengar, junto a la de otros tres palestinos, amenaza con agravar la tensión en la zona.

Los hechos se produjeron en la localidad de Bet Sajur –próxima a la ciudad cisjordana autónoma de Belén–, donde murió el jefe de la milicia de Al Fatah (los “tanzim”), Husein Abayad, al ser alcanzado su vehículo por cohetes disparados por helicópteros israelíes.

En el ataque también resultaron muertas dos mujeres del pueblo que pasaban por el lugar, según dijeron fuentes palestinas.

Poco después, soldados de Israel mataron a un adolescente palestino junto al asentamiento judío de Nevé Dekalim, en la franja de Gaza, al ser atacados por una multitud que participaba en el funeral de otro joven que el día anterior había perdido la vida también a manos de militares israelíes.

Con las cuatro muertes de hoy, son al menos 205 los palestinos que perdieron la vida a manos de fuerzas israelíes desde que comenzó el actual levantamiento popular –la llamada “intifada Al-Aksa”–, el pasado 28 de septiembre.

A los enfrentamientos diarios, en los que murieron 16 israelíes, tanto civiles como soldados, se sumó un atentado del grupo integrista palestino Yihad Islámica hace dos semanas en Jerusalén.

Al Fatah, el principal de los ocho grupos que integran la OLP prometió vengar la muerte de Abayad, y acusó a Israel de “un escalonamiento de la lucha”.

Por su parte, un portavoz del Ejército israelí dijo que “la operación se llevó a cabo después de que una patrulla de las Fuerzas Armadas identificara a una célula armada que se emplazaba en una posición de ataque, desde la cual en numerosas ocasiones se disparó contra el barrio judío de Guiló y la cercana tumba de Raquel”.

Guiló, para los israelíes un barrio de Jerusalén y para los palestinos y gran parte de la comunidad internacional un asentamiento judío, se encuentra en el sector este de la ciudad, que fue conquistado por Israel en la “Guerra de los Seis Días” de junio de 1967 y anexionado de hecho poco después.

La localidad de Guiló está situada cerca de la ciudad autónoma de Belén –en Cisjordania–, en la que rige la autonomía palestina desde hace cinco años, y a cuya entrada se encuentra la tumba de la matriarca bíblica Raquel, un enclave israelí en el distrito cisjordano.

Según el portavoz militar, “Abayad estuvo implicado en la planificación y la puesta en práctica de numerosos ataques con armas de fuego”, en los que murieron al menos tres soldados israelíes.

El comandante jefe del Ejército israelí, el general Shaul Mofaz, consideró que “tras la operación para la eliminación del destacado miembro de las ´tanzim´ se supone que habrá una escalada de la violencia por parte de miembros de Al Fatah”, una consecuencia previsible tras las muertes de hoy.

“Pero a largo plazo, quienes intenten dañar a nuestros soldados y civiles tienen que saber que no quedarán impunes”, afirmó el comandante del Ejército israelí.

Poco después de que el jefe máximo del Ejército israelí hiciera esa declaración, a media tarde de hoy, la oficina de Al Fatah en la ciudad de Belén hizo un llamamiento para “matar al comandante Mofaz”, y en la localidad israelí de Guiló se decretó el estado de alerta.

Todo apunta a que la espiral de violencia en Medio Oriente continuará, mientras el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, se reunió hoy con Arafat y el próximo domingo día 12 lo hará con el primer ministro israelí, Ehud Barak, precisamente para ponerle fin y eventualmente devolver a ambos líderes a la mesa de negociaciones.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades