domingo, 24 de noviembre de 2024

Massa pica en punta al inicio de campaña

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El intendente de Tigre larga con ventaja la campaña electoral en la provincia de Buenos Aires, mientras que Insaurralde aún no se instaló como candidato. La incógnita es hasta dónde el Frente Renovador trascenderá los límites provinciales y cómo reaccionará el kirchnerismo.

Luego de la formalización de los candidatos el 22 de junio, está por comenzar la campaña electoral, aunque claramente, ya se lanzó. Todavía parece temprano para saber exactamente qué va a ocurrir, debido a que en nuestro país los imponderables son moneda corriente, ensaya el director de Isonomía Consultores, Juan Manuel Germano.
Luego de las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias del 11 de agosto –analiza-, el 27 de octubre habrán de ser elegidos 127 diputados nacionales, 24 senadores nacionales (en la Ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Entre Ríos, Neuquén, Santiago del Estero, Río Negro, Chaco y Salta), 13 distritos subnacionales elegirán legisladores provinciales y Santiago del Estero y Corrientes (debido a intervenciones federales realizadas en el pasado reciente) elegirán gobernador y vicegobernador.
De esta manera, el Frente para la Victoria “compite” contra su peor versión en Diputados (ya que renuevan quienes fueron electos en 2009, en donde por ejemplo en la provincia de Buenos Aires, Néstor Kirchner fue vencido por Francisco de Narváez) poniendo en juego, así, 38 bancas (33% de su fuerza dura). 
La UCR pone en juego 25 bancas, el peronismo disidente 19, el PRO 8, el Frente Amplio Progresista 6, al igual que la Coalición Cívica. 
Por su parte, en el Senado, el Frente para la Victoria pone en juego 15 bancas  (45% de las propias), y “compite” contra su elección de 2007, en donde realizó una muy buena elección.
La madre de todas las batallas, en donde habita el 37,5% del padrón electoral, se da en la provincia de Buenos Aires, donde Sergio Massa comienza esta carrera electoral con una interesante ventaja y con serias posibilidades de triunfar. 
Seguramente realizará una campaña moderada y sin grandes definiciones ni apariciones constantes. 
En términos de opinión pública, sigue sin tener un perfil claro en cuanto a oficialista/opositor y es el eje de disparos de las estrategias comunicacionales tanto del resto de los opositores como del oficialismo. Esta es la gran característica distintiva de esta elección respecto, por ejemplo, a la de 2009.
Martín Insaurralde continúa siendo un candidato desconocido para la mayor parte de los bonaerenses, lo cual le genera complicaciones en términos de intención de voto actual, pero seguramente este problema será minimizado hacia agosto y casi eliminado hacia octubre. 
De esta manera, se encuentran fuertes diferencias en la forma que se miden los escenarios electorales: es necesario aclarar que “Martín Insaurralde es el candidato del Frente para la Victoria” para lograr tener una versión más verosímil de su potencial intención de voto.
Margarita Stolbizer y Francisco de Narváez aparecen más relegados en términos de intención de voto, pero con estrategias muy claras: una, la de posicionarse como la “única alternativa no peronista de la provincia” y atacar a Sergio Massa desde el punto de vista de su gestión, juntamente con mejorar su desempeño en el Gran Buenos Aires. 
La otra, atacando al actual intendente de Tigre como “el caballo de Troya del kirchnerismo” e intentar mostrarse como la verdadera oposición al oficialismo. 
Habrá que esperar para ver, una vez comenzada la campaña, si estas estrategias tienen éxito y si logran convencer al electorado bonaerense.
La Ciudad de Buenos Aires muestra una complejidad de voto superior al promedio nacional y esto se observa al analizar las distintas opciones electorales. 
En este sentido, surgen interesantes diferencias en términos de voto cuando se mide a senador, a diputado o por duplas completas. 
En este sentido, no es lo mismo la fortaleza y el votante de Gabriela Michetti al de Sergio Bergman, el de Pino Solanas al de Elisa Carrió o el de Prat Gay con el de Gil Laavedra. 
En este escenario, el PRO es quien comienza con una fuerte ventaja comparativa.
Si bien los candidatos de la alianza UNEN son quienes mejor comprendieron la lógica de las PASO, no es claro cómo van a comportarse los votantes una vez definidas las listas en agosto de cara a octubre. 
Este será su gran desafío. Desde el punto de vista del kirchnerismo, la dupla Daniel Filmus–Juan Cabandié posee un piso electoral muy estable (cercano a los 18%) y un techo muy cercano a esos valores, principal virtud y debilidad casi al mismo tiempo.
En Mendoza, Santa Fe y Córdoba las situaciones parecen ser similares para el kirchnerismo. En ninguna de estas tres provincias obtendrá una victoria y sólo en Santa Fe es donde puede acercarse a competir contra el segundo puesto que hoy en día posee Miguel del Sel. 
Julio Cobos en Mendoza cuenta con una fuerte ventaja inicial contra el resto de los candidatos y la disputa en Córdoba comienza con una gran paridad entre Juan Schiaretti, por el partido Justicialista, y Oscar Aguad, por la Unión Cívica Radical. 
De todas maneras, los actores de “reparto” como Baldassi por el PRO y Ernesto Martínez, por el Frente Progresista Cívico y Social, pueden ser determinantes para “robarles” votos a los primeros.
Primeras definiciones
El gran interrogante, Massa, ha comenzado a develarse y obligó al resto a recalcular sus estrategias específicas. 

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