M.Oriente: deciden si aceptan la propuesta de paz

Se esperan las respuestas del primer ministro israelí Ehud Barak y del líder palestino Yasser Arafat al plan de paz propuesto por Estados Unidos. Creciente oposición interna al pacto en ambos países.

27 diciembre, 2000

Negociadores de Israel y la Autoridad Palestina, estudiaban ayer (martes 26) con sus dirigentes las posibilidades de llegar a un acuerdo sobre la base de las conversaciones celebradas en Washington la semana pasada.

El presidente de Estados Unidos dio a ambas partes, plazo hasta hoy para que den una respuesta a la propuesta de compromiso que les presentó el fin de semana, y advirtió que no aceptará cambios de fondo sino únicamente ligeras modificaciones.

Una fuente palestina señaló anoche que Arafat enviaría a Washington sus reservas a la propuesta estadounidense, pero no daría una respuesta positiva o negativa.

Clinton presiona para lograr un acuerdo antes de que concluya su mandato el próximo 20 de enero y desea que israelíes y palestinos pacten a más tardar el 10.

Similar urgencia acucia a Barak, quien convocó a elecciones anticipadas para primer ministro para el 6 de febrero.

Para que Arafat acceda a la propuesta estadounidense, el premier israelí dijo que aceptará la propuesta si el líder palestino también lo hace. Asimismo, se reunirá mañana en Sharm el-Sheikh, Egipto, con el presidente de ese país Hosni Mubarak.

Según el diario The New York Times, el plan de Clinton establece que los palestinos tendrán la soberanía sobre la Explanada de las Mezquitas de la ciudad vieja de Jerusalén, mientras el subsuelo seguiría bajo soberanía israelí.

Los israelíes conservarían el control del Muro de los Lamentos, también situado en la Explanada, y de los barrios judío y armenio adyacentes.

Los palestinos tendrían la soberanía de 95% de Cisjordania y los refugiados (calculados por la ONU en unos 3,7 millones) gozarían del derecho de retorno a un futuro Estado independiente, pero no a Israel.

En este punto, según los observadores, Arafat tendrá que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, puesto que sabe que si acepta el plan habrá acabado con los sueños de regreso que alimentó el movimiento nacional palestino durante décadas.

Varios grupos palestinos, entre ellos la agrupación al-Fatah que responde a Arafat, ya expresaron su rechazo al plan de Clinton; según encuestas del Centro Palestino de Opinión Pública, 52% de los palestinos de Cisjordania y de Jerusalén este se oponen a negociaciones con Israel.

Al mismo tiempo, la situación no es fácil tampoco en el interior de Israel; la oposición de derecha anunció que intentará impedir legalmente a Barak que pueda firmar un tratado al haber dimitido.

Para ello, varias agrupaciones de pactaron con el líder del bloque derechista Likud y candidato a premier Ariel Sharon que si Barak anuncia un acuerdo antes de las elecciones éste «será declarado nulo y sin valor».

Negociadores de Israel y la Autoridad Palestina, estudiaban ayer (martes 26) con sus dirigentes las posibilidades de llegar a un acuerdo sobre la base de las conversaciones celebradas en Washington la semana pasada.

El presidente de Estados Unidos dio a ambas partes, plazo hasta hoy para que den una respuesta a la propuesta de compromiso que les presentó el fin de semana, y advirtió que no aceptará cambios de fondo sino únicamente ligeras modificaciones.

Una fuente palestina señaló anoche que Arafat enviaría a Washington sus reservas a la propuesta estadounidense, pero no daría una respuesta positiva o negativa.

Clinton presiona para lograr un acuerdo antes de que concluya su mandato el próximo 20 de enero y desea que israelíes y palestinos pacten a más tardar el 10.

Similar urgencia acucia a Barak, quien convocó a elecciones anticipadas para primer ministro para el 6 de febrero.

Para que Arafat acceda a la propuesta estadounidense, el premier israelí dijo que aceptará la propuesta si el líder palestino también lo hace. Asimismo, se reunirá mañana en Sharm el-Sheikh, Egipto, con el presidente de ese país Hosni Mubarak.

Según el diario The New York Times, el plan de Clinton establece que los palestinos tendrán la soberanía sobre la Explanada de las Mezquitas de la ciudad vieja de Jerusalén, mientras el subsuelo seguiría bajo soberanía israelí.

Los israelíes conservarían el control del Muro de los Lamentos, también situado en la Explanada, y de los barrios judío y armenio adyacentes.

Los palestinos tendrían la soberanía de 95% de Cisjordania y los refugiados (calculados por la ONU en unos 3,7 millones) gozarían del derecho de retorno a un futuro Estado independiente, pero no a Israel.

En este punto, según los observadores, Arafat tendrá que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, puesto que sabe que si acepta el plan habrá acabado con los sueños de regreso que alimentó el movimiento nacional palestino durante décadas.

Varios grupos palestinos, entre ellos la agrupación al-Fatah que responde a Arafat, ya expresaron su rechazo al plan de Clinton; según encuestas del Centro Palestino de Opinión Pública, 52% de los palestinos de Cisjordania y de Jerusalén este se oponen a negociaciones con Israel.

Al mismo tiempo, la situación no es fácil tampoco en el interior de Israel; la oposición de derecha anunció que intentará impedir legalmente a Barak que pueda firmar un tratado al haber dimitido.

Para ello, varias agrupaciones de pactaron con el líder del bloque derechista Likud y candidato a premier Ariel Sharon que si Barak anuncia un acuerdo antes de las elecciones éste «será declarado nulo y sin valor».

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