La incertidumbre pesa en medio mundo, legado de 2009
Sin la influencia de años atrás, el banco de Inglaterra pinta un cuadro volátil en su informe sobre estabilidad financiera. Apelando a la memoria, la entidad sostiene que esta crisis sistémica ha provocado cimbronazos no vistos en tres siglos.
<p>“Si la economía física replicase –señala el IEF- el sesgo de los activos financieros, debiéramos en teoría esperar un fuerte rebote hacia arriba. Pero, aunque la actividad acompañó el derrumbe en forma marcada, no se vislumbra hoy la consiguiente reacción alcista”.<br />
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Como otras fuentes ortodoxas, el emisor británico estima de que los deslizamientos estén cesando, hasta cierto punto, aunque el desempleo persista en Estados Unidos o la Unión Europea. Al mismo tiempo, bancos centrales de menor cuantía (Israel, Noruega, Australia, Canadá) empiezan a elevar tasas referenciales.<br />
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Por el contrario, “la expansión es débil en las principales economías, a punto tal que la mayoría de pronósticos sobre producto bruto interno oscila de 1 a 2% en 2010. En el extinto grupo de los 7, sólo los PBI de Canadá y EE.UU. muestran mejores perspectivas, si bien no pasan de 2,6 y 2,7%. Como se ve, nada similar a la gama 5/9% de las economías emergentes más dinámicas.<br />
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A criterio del IEF, existen buenas razones para el pesimismo. Por ejemplo los flujos de crédito al sector privado son mínimos, en mucho –como sostuvo Barack Obama- por culpa de los bancos mismos: en 2009 y merced al auxilio estatal, tabú en otros tiempos, tuvieron buenos números. No obstante, no prestaron y este mismo factor explica que su futuro sea incierto. El B de I lo atribuye, en cambio, a eventuales reformas financieras como la norteamericana. <br />
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Al cierre del informe, por otra parte, los mercados estaban nerviosos por problemas variopintos en Dubai, Grecia Austria, Portugal o Rumania. Sólo así se explica que el dólar, una divisa tambaleante como tal, haya recobrado terreno y el euro haya retrocedido de US$ 1,515 a 1,425 entre el 25 de noviembre y el 23 de diciembre.<br />
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Por encima de todo eso se cierne la sombra del desempleo. En el caso de EE.UU., trepó de 5 a 10% mientras, en Gran Bretaña, la desocupación oficial no subía de 7,7%. Más preocupantes eran las cifras en Japón, Alemania, España e Italia. En síntesis, las probabilidades de recuperación en las economías centrales son endebles y eso incluye la demanda del público. <br />
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