La cancillería argentina informó la semana pasada que los gabinetes de ambos países se reunirían el 10 de marzo en San Pablo para delinear una estrategia común de negociación ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, el miércoles, el embajador brasileño en Buenos Aires, José Botafogo Goncalves, restó importancia al alcance del acuerdo con la Argentina y negó que ambos países una negociación de deuda conjunta.
El portavoz de la presidencia argentina dijo que la demora se debe a que los gobiernos buscan más tiempo para ordenar la agenda de la reunión, que ahora se realizará en Río de Janeiro. Sin embargo, la razón de peso de la postergación abedece a que la Argentina debe resolver el pago de un vencimiento de US$3.000 millones con el FMI que opera el martes de la semana que viene. El resultado de esta negociación determinará el contenido de la conversación que los presidentes de la Argentina y Brasil manendrán en la cumbre.
Lula informó también a Kirchner de las conversaciones que sostuvo el jueves con el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, para pedirles apoyo a su propuesta de realizar cambios en los acuerdos contingentes del FMI con países latinoamericanos.
Además, puso al tanto de los mandatarios europeos de la alianza con la Argentina, que implica buscar “un modelo de desarrollo sustentable que facilite el crecimiento con equidad social y permita hacer frente a los compromisos externos”.
La cancillería argentina informó la semana pasada que los gabinetes de ambos países se reunirían el 10 de marzo en San Pablo para delinear una estrategia común de negociación ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, el miércoles, el embajador brasileño en Buenos Aires, José Botafogo Goncalves, restó importancia al alcance del acuerdo con la Argentina y negó que ambos países una negociación de deuda conjunta.
El portavoz de la presidencia argentina dijo que la demora se debe a que los gobiernos buscan más tiempo para ordenar la agenda de la reunión, que ahora se realizará en Río de Janeiro. Sin embargo, la razón de peso de la postergación abedece a que la Argentina debe resolver el pago de un vencimiento de US$3.000 millones con el FMI que opera el martes de la semana que viene. El resultado de esta negociación determinará el contenido de la conversación que los presidentes de la Argentina y Brasil manendrán en la cumbre.
Lula informó también a Kirchner de las conversaciones que sostuvo el jueves con el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, para pedirles apoyo a su propuesta de realizar cambios en los acuerdos contingentes del FMI con países latinoamericanos.
Además, puso al tanto de los mandatarios europeos de la alianza con la Argentina, que implica buscar “un modelo de desarrollo sustentable que facilite el crecimiento con equidad social y permita hacer frente a los compromisos externos”.