Los piquetes darán tregua si se agrega la decisión judicial de retrotraer las retenciones

La convocatoria de la presidenta a que los productores levanten el paro de dos semanas para sentarse a dialogar tendría que completarse con una decisión judicial a que se retrotraiga el aumento de las retenciones.

27 marzo, 2008

El levantamiento del paro agropecuario que cumple más de dos semanas no depende de cómo cayeron en los piquetes las palabras de conciliación del discurso presidencial de anoche en Parque Norte, sino de que se retrotraiga efectivamente el aumento de las retenciones para la soja y el maíz, cuestión que se decidiría desde la justicia kirchnerista desde la primera hora del viernes.

Las entidades del agro que organizaron la medida de fuerza, pero no la controlan, recibieron en forma positiva el llamamiento de la presidenta a dialogar, aunque ahora deberán llevar algo concreto a los acantonamientos de los productores, sobre todo en la ruta 14 y en Entre Ríos, para hacerlos deponer la medida de fuerza.

En realidad quisieron influir en el ánimo de los exaltados productores antes del discurso, aduciendo que habían conversado en privado con en gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, para sentar las bases de un arreglo, al que la primera mandataria dio vía libre con su alocución frente a militantes del Frente para la Victoria.

En crudo, había caído muy mal entre los productores agropecuarios el discurso de Cristina de Kirchner, que no aportó nada, no les hizo ninguna oferta concreta ni ninguna promesa, sino que les volvió a exigir que levanten el paro agropecuario.

No fue lo que esperaban los productores en los cortes, sino una ratificación de todo lo actuado por el gobierno, y además que la Presidenta los acusara de golpistas, de ir en contra del modelo, de querer la exclusión social, de ser los favorecidos.

Pero el discurso en sí no es lo que interesa a quienes llevan adelante en estas dos semanas la más grave medida de fuerza que el campo haya tomado contra un gobierno.

Para abandonar los retenes ruteros, los productores tendrán que cerciorarse de que ganaron el conflicto y no habrá alza en las retenciones, como la que anunció el ministro de Economía, Martín Lousteau.

El acto

Cristina de Kirchner reivindicó el Grito de Alcorta (25 de junio de 1912) y a su hacedor, Francisco Netri, asesinado según ella por intereses de la oligarquía agropecuaria.

Según la presidenta, el gobierno no se opone al pequeño productor, pero sentenció que en la medida de fuerza se encuentra en discusión el modelo de país; y acusó al paro de ir en contra de la redistribución del ingreso que, según ella, defiende el kirchnerismo.

Cristina de Kirchner se victimizó como mujer en condición de Presidenta, acusó a quienes sacaron las cacerolas a la calle de mezclarse con defensores de genocidas (citó un cartel que decía, según ella, “Videla volvé”) e insistió en que el paro es realizado por quienes más participan de la renta nacional, y en una reivindicación de su política económica y social.

También defendió a los dirigentes sindicales y los trabajadores argentinos por su responsabilidad en la negociación de salarios. “¿Cómo, pregunto yo, si quienes son asalariados tienen esa comprensión de la situación e intereses de otros, cómo no podemos obtener la sensibilidad de quienes más ganan?”

Luego de Parque Norte, dos entidades agropecuarias, Sociedad Rural y Coninagro, evaluaban la posibilidad de abrir un canal de diálogo con el gobierno, aunque habría resistencias por parte de CRA y Federación Agraria, presionadas por sus productores “de base”.

Referentes de las cuatros cámaras mantuvieron febriles reuniones para tratar de alcanzar una decisión que tenga el consenso de todas las entidades, porque de lo contrario la medida de fuerza continuaría.

La propuesta sería dejar en suspenso el paro por 48 horas para sentarse a dialogar con el gobierno, mientras que los productores se mantendrían “expectantes” a la vera de las rutas aguardando la respuesta oficial sobre si se da marcha atrás con el aumento de las retenciones.

Antes de realizar cualquier anuncio, los referentes del agro consultarán con los líderes de cada uno de los piquetes que se llevan a cabo con fuerza en distintos puntos del país para ver si la decisión tendría consenso.

Esa sería una de las mayores dificultades, ya que dirigentes agropecuarios de zonas como Córdoba o Entre Ríos se inclinarían más por mantener el paro a la espera de un “gesto” del gobierno que, por ahora, no se vislumbra, pero que la resolución judicial de “no innovar” allanaría.

Los que cobran

En el acto celebrado en Parque Norte, Luis D´Elía y Emilio Pérsico fueron ubicados a la derecha de Cristina de Kirchner y recibieron la calurosa salutación de Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación.

Ambos son el símbolo de ese mosaico de apoyos políticos al que apela el matrimonio presidencial para legitimarse en público. El grupo de piqueteros que lideran no devenga aportes jubilatorios ni tributa cuarta categoría del impuesto a las ganancias, con lo cual su fuente de subsistencia son los subsidios, que los productores, como el resto del padrón impositivo, pagan con la exacción fiscal a las que los somete el gobierno nacional.

Hugo Moyano, José Rodríguez y los ministros fueron ubicados a la izquierda de Cristina de Kirchner, que por más que integren el aparato oficialista se diferencian de los piqueteros en que están integrados en el aparato productivo.

Así, varios gobernadores e intendentes habían manifestado sus reparos a compartir un acto con D´Elía, quien ni siquiera es peronista. Sin embargo, el matrimonio Kirchner lo habilita para romper las movilizaciones de protesta durante las últimas 48 horas, y decidieron hacer un reconocimiento explícito a su supuesta lealtad.

Parque Norte

Militantes de diferentes vertientes del kirchnerismo colmaron las instalaciones de Parque Norte donde se desarrolló un acto en respaldo a la política del gobierno, que tuvo como única oradora a la presidenta Cristina de Kirchner.

La convocatoria iba a ser una movilización de intendentes municipales para respaldar a Néstor Kirchner en su proyecto de presidir el Consejo Nacional del PJ, pero la crisis agropecuaria lo convirtió en un acto gubernamental para que Cristina de Kirchner se refiera a esa cuestión.

Concurrieron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el Chubut, Mario Das Neves; en cambio no fue Juan Schiaretti, quien junto con Scioli ha sido reconocido como uno de los principales negociadores que tuvo el gobierno con los dirigentes ruralistas.

También participaron el vicegobernador bonaerense Albertro Balestrini, los dirigentes gremiales Armando Cavalieri y Jose Luis Lingieri y los diputados Patricia Vaca Narvaja y Jose María Diaz Bancalari, además de numerosas columnas de militantes kirchneristas, organizaciones sociales y representantes de distintos gremios.

El levantamiento del paro agropecuario que cumple más de dos semanas no depende de cómo cayeron en los piquetes las palabras de conciliación del discurso presidencial de anoche en Parque Norte, sino de que se retrotraiga efectivamente el aumento de las retenciones para la soja y el maíz, cuestión que se decidiría desde la justicia kirchnerista desde la primera hora del viernes.

Las entidades del agro que organizaron la medida de fuerza, pero no la controlan, recibieron en forma positiva el llamamiento de la presidenta a dialogar, aunque ahora deberán llevar algo concreto a los acantonamientos de los productores, sobre todo en la ruta 14 y en Entre Ríos, para hacerlos deponer la medida de fuerza.

En realidad quisieron influir en el ánimo de los exaltados productores antes del discurso, aduciendo que habían conversado en privado con en gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, para sentar las bases de un arreglo, al que la primera mandataria dio vía libre con su alocución frente a militantes del Frente para la Victoria.

En crudo, había caído muy mal entre los productores agropecuarios el discurso de Cristina de Kirchner, que no aportó nada, no les hizo ninguna oferta concreta ni ninguna promesa, sino que les volvió a exigir que levanten el paro agropecuario.

No fue lo que esperaban los productores en los cortes, sino una ratificación de todo lo actuado por el gobierno, y además que la Presidenta los acusara de golpistas, de ir en contra del modelo, de querer la exclusión social, de ser los favorecidos.

Pero el discurso en sí no es lo que interesa a quienes llevan adelante en estas dos semanas la más grave medida de fuerza que el campo haya tomado contra un gobierno.

Para abandonar los retenes ruteros, los productores tendrán que cerciorarse de que ganaron el conflicto y no habrá alza en las retenciones, como la que anunció el ministro de Economía, Martín Lousteau.

El acto

Cristina de Kirchner reivindicó el Grito de Alcorta (25 de junio de 1912) y a su hacedor, Francisco Netri, asesinado según ella por intereses de la oligarquía agropecuaria.

Según la presidenta, el gobierno no se opone al pequeño productor, pero sentenció que en la medida de fuerza se encuentra en discusión el modelo de país; y acusó al paro de ir en contra de la redistribución del ingreso que, según ella, defiende el kirchnerismo.

Cristina de Kirchner se victimizó como mujer en condición de Presidenta, acusó a quienes sacaron las cacerolas a la calle de mezclarse con defensores de genocidas (citó un cartel que decía, según ella, “Videla volvé”) e insistió en que el paro es realizado por quienes más participan de la renta nacional, y en una reivindicación de su política económica y social.

También defendió a los dirigentes sindicales y los trabajadores argentinos por su responsabilidad en la negociación de salarios. “¿Cómo, pregunto yo, si quienes son asalariados tienen esa comprensión de la situación e intereses de otros, cómo no podemos obtener la sensibilidad de quienes más ganan?”

Luego de Parque Norte, dos entidades agropecuarias, Sociedad Rural y Coninagro, evaluaban la posibilidad de abrir un canal de diálogo con el gobierno, aunque habría resistencias por parte de CRA y Federación Agraria, presionadas por sus productores “de base”.

Referentes de las cuatros cámaras mantuvieron febriles reuniones para tratar de alcanzar una decisión que tenga el consenso de todas las entidades, porque de lo contrario la medida de fuerza continuaría.

La propuesta sería dejar en suspenso el paro por 48 horas para sentarse a dialogar con el gobierno, mientras que los productores se mantendrían “expectantes” a la vera de las rutas aguardando la respuesta oficial sobre si se da marcha atrás con el aumento de las retenciones.

Antes de realizar cualquier anuncio, los referentes del agro consultarán con los líderes de cada uno de los piquetes que se llevan a cabo con fuerza en distintos puntos del país para ver si la decisión tendría consenso.

Esa sería una de las mayores dificultades, ya que dirigentes agropecuarios de zonas como Córdoba o Entre Ríos se inclinarían más por mantener el paro a la espera de un “gesto” del gobierno que, por ahora, no se vislumbra, pero que la resolución judicial de “no innovar” allanaría.

Los que cobran

En el acto celebrado en Parque Norte, Luis D´Elía y Emilio Pérsico fueron ubicados a la derecha de Cristina de Kirchner y recibieron la calurosa salutación de Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación.

Ambos son el símbolo de ese mosaico de apoyos políticos al que apela el matrimonio presidencial para legitimarse en público. El grupo de piqueteros que lideran no devenga aportes jubilatorios ni tributa cuarta categoría del impuesto a las ganancias, con lo cual su fuente de subsistencia son los subsidios, que los productores, como el resto del padrón impositivo, pagan con la exacción fiscal a las que los somete el gobierno nacional.

Hugo Moyano, José Rodríguez y los ministros fueron ubicados a la izquierda de Cristina de Kirchner, que por más que integren el aparato oficialista se diferencian de los piqueteros en que están integrados en el aparato productivo.

Así, varios gobernadores e intendentes habían manifestado sus reparos a compartir un acto con D´Elía, quien ni siquiera es peronista. Sin embargo, el matrimonio Kirchner lo habilita para romper las movilizaciones de protesta durante las últimas 48 horas, y decidieron hacer un reconocimiento explícito a su supuesta lealtad.

Parque Norte

Militantes de diferentes vertientes del kirchnerismo colmaron las instalaciones de Parque Norte donde se desarrolló un acto en respaldo a la política del gobierno, que tuvo como única oradora a la presidenta Cristina de Kirchner.

La convocatoria iba a ser una movilización de intendentes municipales para respaldar a Néstor Kirchner en su proyecto de presidir el Consejo Nacional del PJ, pero la crisis agropecuaria lo convirtió en un acto gubernamental para que Cristina de Kirchner se refiera a esa cuestión.

Concurrieron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el Chubut, Mario Das Neves; en cambio no fue Juan Schiaretti, quien junto con Scioli ha sido reconocido como uno de los principales negociadores que tuvo el gobierno con los dirigentes ruralistas.

También participaron el vicegobernador bonaerense Albertro Balestrini, los dirigentes gremiales Armando Cavalieri y Jose Luis Lingieri y los diputados Patricia Vaca Narvaja y Jose María Diaz Bancalari, además de numerosas columnas de militantes kirchneristas, organizaciones sociales y representantes de distintos gremios.

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