La generación de los millennials, que agrupa a todos los jóvenes y jóvenes adultos, tiene un problema para definir su orientación política y económica. Una investigación de Pew Research de hace unos pocos años reveló patrones tan incongruentes entre los jóvenes como tener una opinión muy bueno de los parlamentos y los congresos pero una pésima opinión de los políticos. La misma franja etaria que tiene más posibilidades de ser padre o madre soltera son a su vez los que menos aprueban esta forma de familia. En Estados Unidos, los millennials votaron mayoritariamente a favor de la sanidad pública pero al mismo tiempo se opusieron tanto como la media del país. Las contradicciones no terminan acá.
Los millennials se vuelven más económicamente conservadores acorde aumenta su patrimonio
Los jóvenes y jóvenes adultos suelen estar fuertemente a favor de la regulación gubernamental en la economía. En particular, ven con buenos ojos el rol del Estado como jugador que distribuye el ingreso y acomoda las variables económicas para mantener la desigualdad controlada. No obstante, a medida que los millennials empiezan a ganar más dinero esta tendencia se revierte y comienzan a tolerar cada vez menos la interferencia estatal y la distribución del ingreso.
No se ponen de acuerdo sobre el rol del Estado
Los millennials suelen tener un consenso bastante sólido respecto a los derechos civiles y sociales. Suelen estar a favor de la inmigración, del matrimonio entre personas del mismo sexo y sobre la legislación respecto al aborto. Pero ahí terminan las similitudes. Más de la mitad de los millennials quieren reducir el gasto y evitar el déficit fiscal (65%) pero a su vez, el 62% quiere que se invierta más en infraestructura y creación de empleos. Si bien un 66% está a favor de cobrar impuestos altos a los más adinerados el 58% piensa en que se deberían cobrar menos impuestos a todos. Y si bien más de un tercio cree que el gobierno debe garantizar el acceso a la comidad, el hogar y un sueldo básico, más de la mitad (66%) creen que cuando el gobierno financia algo suele ser ineficiente y derrochador.
Tienen visiones políticas incompatibles
Los integrantes de la generación Y no tienen en claro qué clase de política o qué clase de gobierno quieren. Tan sólo un un 10% separa a quienes piensan que el mejor sistema es el capitalismo (52%) de los que piensan que es el socialismo (42%), pero sucede que los mismos millennials creen que el mejor sistema es el libre mercado (64%) antes que la economía dirigida desde el Estado (32%) lo que remite a que no conocen o no tiene en claro las diferencias entre los dos sistemas políticos y económicos.