En una de las tantas afiebradas crónicas de las turbulentas jornadas sucedidas a partir del pasado jueves 5, alguien opinó que una de las debilidades del presidente Fernando de la Rúa, frente a la crisis política, era la falta de una figura política capaz de defenderlo públicamente al estilo de como lo hacían César Jaroslavsky con Raúl Alfonsín o Jorge Yoma con Carlos Menem.
Pues bien: esa figura ya apareció. Se trata del médico Héctor Lombardo, a cargo del Ministerio de Salud.
Según la agencia noticiosa DYN, en su afán por justificar la permanencia del banquero Fernando de Santibañes al frente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), Lombardo no ahorró metáfora: lo comparó, ni más ni menos, con Jesucristo.
“¿Por qué cuestionan a Santibañes?”, se preguntó Lombardo ante un cronista de DYN. E inmediatamente se respondió: “Si me guiara por lo que se dice pienso que a Jesús lo crucificaron bien, porque el pueblo lo cuestionaba y decía ‘entréguennos a Barrabás’, que estaba frente a un cargo de muerte encima, frente a Jesús. Por eso, a veces el cuestionamiento generalizado no es la verdad”.
Aunque luego recurrió a argumentos menos espectaculares, el título en los diarios –se supone– ya estaba ganado.
Como parece ganado su lugar como el Jaroslavsky o el Yoma de De la Rúa, a juzgar por las siguientes frases, dichas en la misma entrevista con DYN:
• “Los amigos del Presidente somos aquellos que somos leales a los principios que el Presidente manifiesta y defiende”.
• “Santibañes debe ser un hombre influyente y es amigo del Presidente. Desde hace muchos años que lo es y nadie lo ocultó”.
• “A Santibañes no lo conozco tanto. No tengo mala opinión a priori con nadie. Si el Presidente confía en él creo que es un hombre respetable”.
• “Para nosotros el lugar de lucha contra la corrupción está aquí, desde el gobierno, y para eso cumplimos con el mandato popular”.
En una de las tantas afiebradas crónicas de las turbulentas jornadas sucedidas a partir del pasado jueves 5, alguien opinó que una de las debilidades del presidente Fernando de la Rúa, frente a la crisis política, era la falta de una figura política capaz de defenderlo públicamente al estilo de como lo hacían César Jaroslavsky con Raúl Alfonsín o Jorge Yoma con Carlos Menem.
Pues bien: esa figura ya apareció. Se trata del médico Héctor Lombardo, a cargo del Ministerio de Salud.
Según la agencia noticiosa DYN, en su afán por justificar la permanencia del banquero Fernando de Santibañes al frente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), Lombardo no ahorró metáfora: lo comparó, ni más ni menos, con Jesucristo.
“¿Por qué cuestionan a Santibañes?”, se preguntó Lombardo ante un cronista de DYN. E inmediatamente se respondió: “Si me guiara por lo que se dice pienso que a Jesús lo crucificaron bien, porque el pueblo lo cuestionaba y decía ‘entréguennos a Barrabás’, que estaba frente a un cargo de muerte encima, frente a Jesús. Por eso, a veces el cuestionamiento generalizado no es la verdad”.
Aunque luego recurrió a argumentos menos espectaculares, el título en los diarios –se supone– ya estaba ganado.
Como parece ganado su lugar como el Jaroslavsky o el Yoma de De la Rúa, a juzgar por las siguientes frases, dichas en la misma entrevista con DYN:
• “Los amigos del Presidente somos aquellos que somos leales a los principios que el Presidente manifiesta y defiende”.
• “Santibañes debe ser un hombre influyente y es amigo del Presidente. Desde hace muchos años que lo es y nadie lo ocultó”.
• “A Santibañes no lo conozco tanto. No tengo mala opinión a priori con nadie. Si el Presidente confía en él creo que es un hombre respetable”.
• “Para nosotros el lugar de lucha contra la corrupción está aquí, desde el gobierno, y para eso cumplimos con el mandato popular”.