Las PyMEs, hoy

El sector PyME está adquiriendo una importancia substancial a nivel mundial. Se estima que 99% de las unidades productivas existentes en el mundo, son pequeñas y medianas empresas. De ellas surge 50% de la producción mundial y emplean a 70% de la fuerza laboral.

En nuestro país, comienzan a vislumbrarse indicios de recuperación en el sector PyME. La demanda de crédito comienza a recuperarse, estimulada por tentadoras ofertas realizadas por los bancos. De todas maneras las PyMEs precisan de políticas y estrategias que les permitan posicionarse más comodamente tanto en el mercado interno como en el externo.

Para tener una noción acerca del crucial rol de este sector en la reactivación económica, podemos señalar que se calcula que en la Argentina hay un millón de MyPyMEs que emplean 80% de la fuerza laboral local (aproximadamente 9 millones de argentinos); observando estas cifras es fácil deducir la importancia que las PyMEs tienen para la reducción de la tasa de desempleo. Estimando que en nuestro país hay, en este momento, unos 2 millones de personas sin trabajo y que cada PyME emplea a unos 9 trabajadores, se necesitaría crear alrededor de 200 mil nuevas firmas para superar la desocupación.

Para lograr este objetivo, deben implementarse una serie de medidas que impulsen el desarrollo del sector. Algunas ya se están ejecutando o se encuentran en vías de ejecución. Entre otras noticias alentadoras, podemos mencionar:

· Acceso a nuevos mercados: el mes pasado se realizó, en las Islas Canarias, una feria de comercio exterior de la que participaron 18 PyMEs argentinas. La mayoría de ellas logró cerrar operaciones por montos que van desde los $4.500 hasta $ 6 millones. Una de las empresas participantes de la feria logró venderle al Corte Inglés diversos artículos relacionados con la pesca deportiva.

· Sociedades de Garantías Recíprocas(SGR): uno de los mayores obstáculos de las PyMEs es la incapacidad para acceso a créditos por la falta de avales. En esos casos se puede acudir a las organizaciones de garantías recíprocas –que todavía tienen poca difusión–. Las garantías que otorgan estas sociedades están avaladas por “socios protectores”, empresas de alto prestigio como Mastellone, Banco Nación o Techint. Los créditos, en estos casos, son otorgados rápidamente porque el riesgo para los bancos es nulo y porque las PyMEs solicitantes fueron previamente calificadas por la SGR.

· Ley de Leasing: ante la posibilidad que se da de prorratear el IVA en cuotas, se espera una reducción en las tasas. Esta ventaja se suma a los beneficios impositivos del leasing como la eximición del impuesto sobre los intereses, a la ganancia mínima presunta y a los capitales. Además, una vez que se active el mercado para renovación tecnológica, bajarán los costos de bienes usados lo que dará una enorme ventaja para la actualización de empresas pequeñas y con escasos recursos.

· Capacitación sin costo: a partir de la aprobación de la ley PyME, quedarán disponibles unos $12 millones que se destinarán a capacitación. El programa es lanzado desde la Secretaría PyME, y para acceder hay que presentar un proyecto detallando el tipo de capacitación que se tomará, costos, actividad y estrategia de la empresa. El costo de la capacitación es transformado en crédito fiscal que puede descontarse de Ganancias u otros tributos nacionales, exceptuando seguridad social.

Observando el panorama, no es difícil deducir que la capacitación será un factor esencial para el desarrollo del sector. Es imprescindible que los empresarios PyMEs posean una formación de excelencia en diversos temas entre los que se destacan el Planeamiento Estratégico, Marketing y Management. El éxito de las 18 empresas que participaron de la feria en las Canarias, demuestra que con estrategia y capacidad de negociación, quedan aún muchos mercados para descubrir y muchos nichos para explorar.

Una política de capacitación sostenida que otorgue herramientas de gestión y posibilite el accionar en redes de los microempresarios, será de vital importancia para el crecimiento de las PyMEs argentinas y, por lo tanto, para la reactivación del país.

María Valeria Ceron.

El sector PyME está adquiriendo una importancia substancial a nivel mundial. Se estima que 99% de las unidades productivas existentes en el mundo, son pequeñas y medianas empresas. De ellas surge 50% de la producción mundial y emplean a 70% de la fuerza laboral.

En nuestro país, comienzan a vislumbrarse indicios de recuperación en el sector PyME. La demanda de crédito comienza a recuperarse, estimulada por tentadoras ofertas realizadas por los bancos. De todas maneras las PyMEs precisan de políticas y estrategias que les permitan posicionarse más comodamente tanto en el mercado interno como en el externo.

Para tener una noción acerca del crucial rol de este sector en la reactivación económica, podemos señalar que se calcula que en la Argentina hay un millón de MyPyMEs que emplean 80% de la fuerza laboral local (aproximadamente 9 millones de argentinos); observando estas cifras es fácil deducir la importancia que las PyMEs tienen para la reducción de la tasa de desempleo. Estimando que en nuestro país hay, en este momento, unos 2 millones de personas sin trabajo y que cada PyME emplea a unos 9 trabajadores, se necesitaría crear alrededor de 200 mil nuevas firmas para superar la desocupación.

Para lograr este objetivo, deben implementarse una serie de medidas que impulsen el desarrollo del sector. Algunas ya se están ejecutando o se encuentran en vías de ejecución. Entre otras noticias alentadoras, podemos mencionar:

· Acceso a nuevos mercados: el mes pasado se realizó, en las Islas Canarias, una feria de comercio exterior de la que participaron 18 PyMEs argentinas. La mayoría de ellas logró cerrar operaciones por montos que van desde los $4.500 hasta $ 6 millones. Una de las empresas participantes de la feria logró venderle al Corte Inglés diversos artículos relacionados con la pesca deportiva.

· Sociedades de Garantías Recíprocas(SGR): uno de los mayores obstáculos de las PyMEs es la incapacidad para acceso a créditos por la falta de avales. En esos casos se puede acudir a las organizaciones de garantías recíprocas –que todavía tienen poca difusión–. Las garantías que otorgan estas sociedades están avaladas por “socios protectores”, empresas de alto prestigio como Mastellone, Banco Nación o Techint. Los créditos, en estos casos, son otorgados rápidamente porque el riesgo para los bancos es nulo y porque las PyMEs solicitantes fueron previamente calificadas por la SGR.

· Ley de Leasing: ante la posibilidad que se da de prorratear el IVA en cuotas, se espera una reducción en las tasas. Esta ventaja se suma a los beneficios impositivos del leasing como la eximición del impuesto sobre los intereses, a la ganancia mínima presunta y a los capitales. Además, una vez que se active el mercado para renovación tecnológica, bajarán los costos de bienes usados lo que dará una enorme ventaja para la actualización de empresas pequeñas y con escasos recursos.

· Capacitación sin costo: a partir de la aprobación de la ley PyME, quedarán disponibles unos $12 millones que se destinarán a capacitación. El programa es lanzado desde la Secretaría PyME, y para acceder hay que presentar un proyecto detallando el tipo de capacitación que se tomará, costos, actividad y estrategia de la empresa. El costo de la capacitación es transformado en crédito fiscal que puede descontarse de Ganancias u otros tributos nacionales, exceptuando seguridad social.

Observando el panorama, no es difícil deducir que la capacitación será un factor esencial para el desarrollo del sector. Es imprescindible que los empresarios PyMEs posean una formación de excelencia en diversos temas entre los que se destacan el Planeamiento Estratégico, Marketing y Management. El éxito de las 18 empresas que participaron de la feria en las Canarias, demuestra que con estrategia y capacidad de negociación, quedan aún muchos mercados para descubrir y muchos nichos para explorar.

Una política de capacitación sostenida que otorgue herramientas de gestión y posibilite el accionar en redes de los microempresarios, será de vital importancia para el crecimiento de las PyMEs argentinas y, por lo tanto, para la reactivación del país.

María Valeria Ceron.