Aunque las instituciones financieras siguen manteniendo que nada ha cambiado el negocio de Hong Kong luego de meses de confrontaciones entre manifestantes y policías, al menos un fondo de pensión ha alquilado una oficina al otro lado de la frontera. Dos de sus empleados, que viajan a diario desde China continental, habían sufrido ataques al cruzar en varias oportunidades y no se sentían seguros para asistir al trabajo.
En apariencia, los bancos internacionales como el HSBC o el Goldman Sach, los bancos británicos o las firmas legales norteamericanas y las Cuatro Grandes firmas de consultoría se mantienen firmes con el mensaje de que nada ha cambiado por las continuas manifestaciones y choques de grupos con la policía. Nadie quiere abandonar un lugar tan lucrativo para los negocios.
El estatus de Hong Kong está fuertemente protegido por cuatro factores : su facilidad para hacer negocios; su papel de nexo entre China y el resto del mundo; su sistema legal y la ausencia de alternativas viables.
Sin embargo, con los acontecimientos de los últimos meses, muchos advierten que el modelo tiene sus deficiencias. Las protestas ya entran en el séptimo mes y la ciudad está cayendo en la recesión. Las protestas están dejando una marca en el funcionamiento cotidiano de Hong Kong.