KPMG Argentina, realizó el informe “Producción y Exportaciones de carne bovina”. En el mismo se destaca el rol clave que están desempañando en el sector las exportaciones a China. El país se transformó en el principal comprador de carne argentina. “El mejor desempeño del sector y la aceleración reciente de las exportaciones nacionales de carne vacuna, son explicadas por dos razones principales. Por un lado, la fiebre porcina que está atravesando el gigante asiático. Por el otro, el proceso de cambio en los hábitos de consumo de su población. Las exportaciones podrían llegar a las 700.000 toneladas para fines de 2019. Con ello, China es el más importante catalizador de la carne de origen bovino producida en la Argentina. Cuenta con una participación en las ventas externas que superó la barrera de 60% en los primeros ochos meses de 2019”, indica el estudio.
También sostiene que los niveles producidos por la industria mostraron un incremento significativo en los dos últimos años. Pasaron de un mínimo 2,7 millones de toneladas en 2017 a superar los 3 millones en 2018. La contracara del crecimiento de las exportaciones es la baja del consumo interno que permite tener excedentes exportables. “Los niveles de consumo doméstico de carne vacuna cayeron de 58 kilos per cápita, en 2015, a 51 kilos per cápita en 2019. Esto no hizo más que incrementar el saldo exportable. Se habilitó así a la industria a abastecer una demanda externa creciente del producto”.
Desde 2015 la cadena industrial de carne vacuna mejoró en la mayoría de los indicadores. Las existencias bovinas aumentaron 5% en los últimos cuatro años, llegando en 2018 a los 54 millones de cabezas. La faena de vacunos volvió a mostrar crecimiento llegando a los 13 millones de animales.
Las estadísticas proporcionadas por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) permiten deducir que el excedente de alrededor de 7 kg de carne por año que cada argentino dejó de consumir podría emparentarse con un incremento mayor a las 200.000 toneladas de carne vacuna exportadas. Esto sin contabilizar lo que el sector produce y destina naturalmente a la exportación. La mayor parte fue absorbida por China.
Asimismo, se afirma que el sector representa actualmente entre 8% y 9% de la recaudación fiscal. La alta concentración de las exportaciones y la dependencia de un mercado externo puede tener sus efectos negativos en el mediano plazo. Teniendo en cuenta que la demanda de ese destino podría diversificarse a futuro. La reanudación de la relación comercial entre China y los EE.UU. podría impactar negativamente en la industria local. Por otro lado, de restituirse los niveles de consumo interno, la demanda domestica podría mostrar un cambio de tendencia y favorecer a un nuevo proceso de sustitución en la relación entre consumo interno y externo. No obstante, la expectativa actual está centrada en que el consumo per cápita local siga mostrando alguna caída durante el 2020. Esto favorece al aumento del excedente exportable y, por ende, a la dependencia de los mercados externos, como el de China.