El superávit comercial en diciembre se redujo por cuarto mes consecutivo y alcanzó la cifra más baja de todo el año con US$ 371 millones – casi todo el superávit es atribuible a la ganancia por los términos de intercambio-.
Sin ella, el saldo habría sido tan sólo de US$ 11 millones, poniéndole un techo inferior a los US$ 15.000 millones al Superávit Comercial para 2021. Cabe mencionar –advierte el informe de la consultora ABECEB- que, el Saldo Comercial mensual fue producto de unas exportaciones récord para diciembre, que se vieron opacadas por unas importaciones que continuaron acelerándose por cuarto mes consecutivo y alcanzaron la mayor cifra desde agosto 2018.
En consecuencia, el Flujo Comercial aumentó un 72% i.a. llegando a los US$ 12.803 millones y se estableció como la cifra históricamente más elevada para el último mes del año.
Por su parte, si bien en diciembre las exportaciones alcanzaron la cifra récord de US$ 6.587 millones (+US$ 3.043 millones) y mostraron un inusual crecimiento interanual del 46,6% en sus cantidades (que junto con un 26,9% en sus precios evidenciaron una variación del 85,9% i.a. en sus valores), la fuerte suba se ve en parte incidida por la baja base de comparación que representó diciembre 2020, mes en el que el prolongado paro en los puertos agroportuarios del nodo Rosario paralizó la comercialización.
Con todo, en diciembre se observaron subas generalizadas de exportaciones en todos los rubros siendo la de los Productos Primarios las más dinámicas (+139,1% i.a.), seguidas de las Manufacturas de Origen Agropecuario (+113,1%i.a.) – ambas fuertemente afectadas por el efecto de una baja base de comparación-, las Manufacturas de Origen Industrial (+47,5%i.a.), y los Combustibles y Energía (+37,8%i.a.).
En cuanto a las importaciones, las mismas volvieron a acelerar su crecimiento en diciembre por cuarto mes consecutivo (59% ia contra 40% en noviembre ia) y no sólo establecieron un récord de USD 6.216 millones (+USD 2.308 millones) para dicho mes, sino que también alcanzaron la cifra más elevada desde mediados de 2018. Cabe destacar que el crecimiento de las importaciones en diciembre tuvo una mayor variación de las cantidades (31,5%) que de los precios (20,9%) – impulsados por la suba de costos de los fletes -, cuando en los últimos meses la dinámica era la contraria. Al interior de las importaciones, salvo los Vehículos Automotores de Pasajeros, que registraron una caída de 27,8% i.a. por las restricciones al comercio impuestas por las autoridades argentinas, el resto los rubros registraron variaciones positivas en la comparación interanual: los Bienes de Capital aumentaron un 45,5% i.a., los Bienes Intermedios un 60,9% i.a., los Combustibles y Lubricantes (CyL) un 391,7% i.a., las Piezas y Accesorios para Bienes de Capital un 43,2% i.a., los Bienes de Consumo un 40% i.a., y el resto un 37,1% i.a.
Con estos últimos datos, las exportaciones cerraron 2021 en USD 77.935 millones, superando a unas importaciones que tuvieron un fuerte repunte hacia fin de año y cerraron en USD 63.185 millones. En consecuencia, el Flujo Comercial alcanzó un total de USD 141.118 millones (el mayor nivel desde 2013) y el Saldo Comercial se ubicó en USD 14.750 millones para 2021 (USD 250 millones por debajo de las expectativas de mercado). Por último, cabe consignar que, gracias a la mayor magnitud del aumento de los precios de las exportaciones con relación al aumento de los precios de las importaciones, el país registró una ganancia de términos de intercambio de aproximadamente USD 6.000 millones en todo el año, poco menos de la mitad del Saldo efectivamente acumulado.
Perspectivas 2022
Con vistas al presente año, el panorama para el comercio exterior se torna cada vez más desafiante en el marco de un contexto internacional menos favorable de lo esperado para 2022. Un crecimiento mucho más lento del PBI mundial, donde se destaca una posible desaceleración en el crecimiento de China (principal demandante de commodities a nivel mundial); la suba de tasas de la FED junto con la normalización de la política monetaria de la mayoría de los países que reducirá la liquidez de los mercados locales impactando de manera negativa sobre los precios de los commodities; la persistencia de cuellos de botella en la oferta de ciertos insumos; la preocupante moderación en el crecimiento de Brasil – principal socio comercial – (0,4% de crecimiento proyectado para 2022); y el riesgo incipiente de un resurgimiento de la pandemia con nuevas variantes (como Ómicron) acompañado de sus respectivas complicaciones en la producción son algunos de los factores externos que sin duda perjudicarán a las exportaciones y reducirán el ingreso de divisas al país. Adicionalmente, según nuestras estimaciones el agravamiento de la sequía de las últimas semanas habría provocado una pérdida adicional en las exportaciones agrícolas de unos USD 900 millones.
En consecuencia, 2022 no sería un año tan alentador como 2021 para nuestras exportaciones, que caerían un 4% a los USD 74.818 millones, una noticia que preocupa dado el crecimiento del 5,1% esperado para las importaciones, las cuales equivaldrían a USD 66.407 millones a fines del presente año. De tal manera, la Balanza Comercial evidenciaría una pérdida de casi la mitad del Saldo Comercial en 2022 (USD 8.410 millones). Un hecho sumamente preocupante para una economía en la cual el comercio exterior es el principal ingreso de divisas en un contexto en el cual cada dólar cuenta frente a una renegociación con el FMI que se tornó más complicada de lo esperado y unas presiones cambiarias que no se toman vacaciones. Esto último sin dudas desafiará a un BCRA con margen de maniobra cada vez más acotado y que ya cuenta con unas Reservas Netas Líquidas en terreno negativo desde la primera semana del año, razón por la cual no se descarta un endurecimiento del cepo cambiario o un reacomodamiento más sustancial del tipo de cambio oficial.