Los presos por el copamiento al regimiento militar de La Tablada, ocurrido en 1989, manifestaron que el decreto presidencial a través de cual se les conmutan las penas “no satisface” sus reclamos de libertad, pero admitieron que es un “avance significativo” en ese sentido.
En una carta abierta dirigida a la “opinión pública”, difundida ayer, los presos insistieron en que “el decreto de conmutación de penas no cumple con el reclamo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que, de acuerdo a pactos internacionales y a la Constitución (Nacional), es de cumplimiento obligatorio para el Estado argentino”.
Reconocieron, no obstante, que el decreto en cuestión “si bien no satisface nuestra reivindicación de libertad, es un avance significativo, ya que elimina el tiempo de prisión efectiva de 11 de nosotros”.
“Pronto –continuaron– gozaremos de semilibertad a través de salidas transitorias y luego de libertad condicional, permitiéndonos comenzar la deseada reinserción familiar, como así también la laboral y política”.
En tanto, el ex coronel Mohamed Alí Seineldín, preso por el levantamiento militar del 3 de diciembre de 1990, ratificó su postura de que los detenidos por el copamiento a La Tablada, “deben cumplir su condena por el gravísimo baño de sangre que provocaron en el país” y reiteró, además, que él no aceptaría un indulto ni una conmutación de penas, como la que dispuso ayer el presidente Fernando de la Rúa.
“Yo ya tengo 10 años (en prisión). Lo tomo como una forma religiosa, como testimonio. Me quedan tres para irme limpiamente y sin deber nada a nadie, a los 70 años”, dijo a radio América.
El ex coronel insistió en que tampoco quiere que nadie reclame su indulto: “A todo el mundo que lo pide lo desautorizo. Yo cumplo con la condena y en tres años estoy en libertad. Tengo que ir a trabajar, buscar un empleo para pagar las deudas y reestablecer lo que queda de mi hogar”.
Los presos por el copamiento al regimiento militar de La Tablada, ocurrido en 1989, manifestaron que el decreto presidencial a través de cual se les conmutan las penas “no satisface” sus reclamos de libertad, pero admitieron que es un “avance significativo” en ese sentido.
En una carta abierta dirigida a la “opinión pública”, difundida ayer, los presos insistieron en que “el decreto de conmutación de penas no cumple con el reclamo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que, de acuerdo a pactos internacionales y a la Constitución (Nacional), es de cumplimiento obligatorio para el Estado argentino”.
Reconocieron, no obstante, que el decreto en cuestión “si bien no satisface nuestra reivindicación de libertad, es un avance significativo, ya que elimina el tiempo de prisión efectiva de 11 de nosotros”.
“Pronto –continuaron– gozaremos de semilibertad a través de salidas transitorias y luego de libertad condicional, permitiéndonos comenzar la deseada reinserción familiar, como así también la laboral y política”.
En tanto, el ex coronel Mohamed Alí Seineldín, preso por el levantamiento militar del 3 de diciembre de 1990, ratificó su postura de que los detenidos por el copamiento a La Tablada, “deben cumplir su condena por el gravísimo baño de sangre que provocaron en el país” y reiteró, además, que él no aceptaría un indulto ni una conmutación de penas, como la que dispuso ayer el presidente Fernando de la Rúa.
“Yo ya tengo 10 años (en prisión). Lo tomo como una forma religiosa, como testimonio. Me quedan tres para irme limpiamente y sin deber nada a nadie, a los 70 años”, dijo a radio América.
El ex coronel insistió en que tampoco quiere que nadie reclame su indulto: “A todo el mundo que lo pide lo desautorizo. Yo cumplo con la condena y en tres años estoy en libertad. Tengo que ir a trabajar, buscar un empleo para pagar las deudas y reestablecer lo que queda de mi hogar”.
