El presidente Fernando de la Rúa reconoció hoy (viernes 2) que no lo tomó por sorpresa la renuncia del administrador federal de Iingresos Públicos, Carlos Silvani, y dijo que de la designación de su reemplazante deberá ocuparse el ministro de Economía, José Luis Machinea.
“Yo ya había anticipado su estado de ánimo”, dijo De la Rúa en Berlín.
De todos modos, el Presidente aclaró que no recibió notificación fehaciente de la dimisión.
Y agregó: “Fue una expresión televisiva. No me llegó todavía la renuncia formal. El sabe las responsabilidades que tiene y para mí sigue estando en funciones”.
Cuando se le preguntó si ya tiene decidido quién reemplazará a Silvani, De la Rúa respondió: “De eso se ocupa el ministro de Economía”.
Más allá de las declaraciones, el gobierno afronta dificultades para hallar a un reemplazante, mientras Silvani salió a hablar por primera vez en muchos días para señalar que su alejamiento se produjo por causas casi estrictamente políticas.
Hasta esta tarde no se manejaba en firme el nombre de ningún especialista para hacerse cargo de la responsabilidad de conducir al organismo recaudador, que atraviesa por una crisis presupuestaria y por una suerte de descrédito ante la baja performance en materia de recaudación, aunque informes oficiales indican que hubo un incremento en mayo en el cobro de impuestos.
Descartados varios nombres que circularon en las últimas horas, como el del secretario de Hacienda, Mario Vicens, De la Rúa regresará al país de su gira por Europa con el problema de buscar un nuevo titular para el organismo, para lo cual no abundan candidatos.
Silvani no dejó de lado en todas sus declaraciones hacer referencia a los peligros que encierra manejar la cuestión tributaria a partir de elementos relacionados con la política.
“Si uno empieza a poner cuestiones profesionales en manos de los políticos, está perdido; uno tiene que hacer lo que la ley dice que tiene que hacer”, señaló.
También advirtió que su cargo “tiene que preservarse de los políticos” y que su sucesor tiene que ser “absolutamente honesto” y no tener “vinculaciones con la política”.
El presidente Fernando de la Rúa reconoció hoy (viernes 2) que no lo tomó por sorpresa la renuncia del administrador federal de Iingresos Públicos, Carlos Silvani, y dijo que de la designación de su reemplazante deberá ocuparse el ministro de Economía, José Luis Machinea.
“Yo ya había anticipado su estado de ánimo”, dijo De la Rúa en Berlín.
De todos modos, el Presidente aclaró que no recibió notificación fehaciente de la dimisión.
Y agregó: “Fue una expresión televisiva. No me llegó todavía la renuncia formal. El sabe las responsabilidades que tiene y para mí sigue estando en funciones”.
Cuando se le preguntó si ya tiene decidido quién reemplazará a Silvani, De la Rúa respondió: “De eso se ocupa el ministro de Economía”.
Más allá de las declaraciones, el gobierno afronta dificultades para hallar a un reemplazante, mientras Silvani salió a hablar por primera vez en muchos días para señalar que su alejamiento se produjo por causas casi estrictamente políticas.
Hasta esta tarde no se manejaba en firme el nombre de ningún especialista para hacerse cargo de la responsabilidad de conducir al organismo recaudador, que atraviesa por una crisis presupuestaria y por una suerte de descrédito ante la baja performance en materia de recaudación, aunque informes oficiales indican que hubo un incremento en mayo en el cobro de impuestos.
Descartados varios nombres que circularon en las últimas horas, como el del secretario de Hacienda, Mario Vicens, De la Rúa regresará al país de su gira por Europa con el problema de buscar un nuevo titular para el organismo, para lo cual no abundan candidatos.
Silvani no dejó de lado en todas sus declaraciones hacer referencia a los peligros que encierra manejar la cuestión tributaria a partir de elementos relacionados con la política.
“Si uno empieza a poner cuestiones profesionales en manos de los políticos, está perdido; uno tiene que hacer lo que la ley dice que tiene que hacer”, señaló.
También advirtió que su cargo “tiene que preservarse de los políticos” y que su sucesor tiene que ser “absolutamente honesto” y no tener “vinculaciones con la política”.
